Clase n° 5 Nuestra Organización

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En esta clase vamos a ver cómo nos organizamos para funcionar cómo iglesia.

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Cómo es la Estructura de nuestra Iglesia

Introducción.

1 Timoteo 3.15 RVR60
para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
1 Corintios 14.33 RVR60
pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
1 Corintios 14.40 RVR60
pero hágase todo decentemente y con orden.
La Biblia dice que la iglesia es el cuerpo de Cristo y cada cuerpo tiene que tener un ESQUELETO.
Pablo le dice a Timoteo “para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios que es la iglesia del Dios viviente”, esto significa que hay una forma en la que Dios quiere que nos organicemos para hacer las cosas a través de su iglesia.
Entonces, la estructura de la iglesia es como el esqueleto en el cuerpo humano y que sirve para FUNCIONAR.
Esa estructura no debe ser determinada por la cultura, prácticas comerciales, o incluso por tradiciones sectarias, sino por el mismo Señor a través de su Espíritu Santo y su Palabra.
La iglesia, es un organismo vivo, y por ende esta en constante cambio y crecimiento, aunque hay cosas que no pueden cambiar y que son las que le dan vida e identidad a la iglesia.

Cristo es la única cabeza de la iglesia.

Nosotros creemos que la autoridad absoluta e indiscutible en la Iglesia, la familia de Dios, pertenece al Padre, quien es a la vez Creador, Redentor, Señor y Juez.
Y el Padre ha colocado el ejercicio de esta AUTORIDAD absoluta en las manos de su Hijo, el Señor Jesucristo.
Quien, además de haber recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra, de forma específica ha sido nombrado como Cabeza de la Iglesia con plena autoridad sobre ella.
Efesios 1.22–23 RVR60
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
El Señor Jesucristo ejerce su autoridad en la Iglesia universal y en las iglesias (locales) de forma directa, como el que anda en medio de los "candeleros", que son las iglesias de Dios.
Apocalipsis 2.1 RVR60
Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
Como el cuerpo físico obedece los mandatos de su cabeza, así también la iglesia, tanto universal como local, tiene que servir en OBEDIENCIA a su cabeza, Jesucristo.
La Biblia dice: "Hay un cuerpo y ... un Señor" (Efe. 4:4-5). Es por esto que afirmamos que cualquier otra autoridad que pueda surgir dentro del cuerpo de Cristo, tiene que estar sujeta y responder a la cabeza.
Puesto que Cristo ha sido designado para ser la cabeza "sobre todas las cosas a la iglesia”, nadie más puede ser cabeza sobre la iglesia.

Nuestra Organización – Nuestra Estructura

En nuestro caso, como iglesia, si bien somos “Bautistas”, no nos hemos encerrado en una sola forma de gobierno, donde la congregación es la soberana en todos los asuntos de la iglesia.
Creemos que en diferentes situaciones se pueden dar diferentes formas de trabajar y dirigir la iglesia, por ejemplo; hay situaciones en las que debemos tratar el asunto como congregación y entonces hacemos una asamblea, (Congregacionalistas).
Pero de repente hay otra situación, dónde se toman decisiones y se resuelven las cosas en una reunión el pastor con los líderes (Presbiterianos).
Y en otros casos muy particulares, el pastor tiene que tomar decisiones él solo y transmitir esa decisión al resto del cuerpo (Episcopal).
Tratamos de ser lo más bíblicos posibles, para darle lugar y espacio al Espíritu Santo para que nos dirija hacia la voluntad de Dios en todas las cosas que tienen que ver con la iglesia.
Como iglesia no tenemos una estructura rígida, ya que va CAMBIANDO con el desarrollo, aunque sí nos guiamos con ciertos PRINCIPIOS fundamentales que le dan forma a nuestra estructura como congregación.

El Ministerio.

Como iglesia, no tenemos una larga lista de ministerios para los cuales necesitamos personas que se hagan cargo de llevarlos adelante, como los departamentos de una empresa.
Los ministerios en la iglesia, surgen a través de los DONES que el Espíritu Santo le da a cada uno en particular, para sumarse al funcionamiento de todo el cuerpo y de esa manera contribuir con el crecimiento y la edificación del cuerpo de Cristo que es la iglesia.
Romanos 12.4–8 RVR60
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Cuando surge una necesidad en el cuerpo, el Espíritu Santo activa a los hermanos que tienen los dones para suplir esa necesidad y de esa manera comienzan a desarrollar un ministerio.
Por lo tanto, los CARGOS en la iglesia, surgen a partir de la función que va desarrollando cada hermano según sus dones.
1 Corintios 12.4–11 RVR60
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Nuestro organigrama estructural, como organización, no es estático y rígido, sino elástico y versátil, se va modificando a medida que la iglesia va creciendo y los hermanos van descubriendo sus dones.
Concluimos entonces que la estructura de la iglesia va cambiando a medida que la iglesia va creciendo y desarrollándose.
Nuestra meta, entonces, es que cada MIEMBRO pueda crecer y desarrollar sus dones plenamente de manera que la tarea que lleve a cabo se convierta en su ministerio.
Y si ese ministerio ya existiera que lo pueda integrar para fortalecer el trabajo que ya se está haciendo.

Los Ministros – Líderes Siervos.

El ideal de estructura que perseguimos es el que se describe en Efesios 4.
Efesios 4.11–16 RVR60
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Esta no es una estructura verticalista, como algunos han tratado de demostrar, sino una estructura funcional, para un organismo vivo, dónde todos se necesitan, se apoyan y se nutren mutuamente.
De este texto sacamos algunos PRINCIPIOS fundamentales para organizar y estructurar la iglesia de manera que el cuerpo funcione:

1. Entrenadores.

Efesios 4.11–12 RVR60
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
El primer principio fundamental para que el cuerpo funcione es que haya MINISTROS que capaciten y entrenen a los santos.
Como por ejemplo los cinco ministerios que menciona Pablo en Efesios 4: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros; no necesariamente tienen que ser estos cinco ministerios, como vimos anteriormente, había iglesias organizadas con “profetas y maestros”, otras estaban organizadas con “obispos”, otras con “ancianos”, otras con “pastores”, no importa la cantidad, ni qué ministerios sean específicamente, o sea si están los cinco mejor, pero lo importante es que siempre haya un grupo o un equipo de hermanos capacitados, y dotados por el Espíritu Santo para perfeccionar y entrenar a los santos, de manera que ellos puedan contribuir con sus vidas, dones y ministerios a la obra del ministerio, que sería el trabajo que la iglesia tiene que desarrollar.
Como dijimos anteriormente, si bien el texto menciona cinco ministerios, no es estrictamente necesario que sean cinco para que empiece el cuerpo a funcionar.
No importa la cantidad de ministerios, sino la FUNCIÓN que desarrollan estos ministros, y esa función es la de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.
“A fin de perfeccionar”, la NVI traduce “capacitar”, la NTV “preparar”; evidentemente la idea de la función es entrenar a los hermanos para que ellos puedan descubrir sus dones y su lugar en el cuerpo para funcionar y contribuir con el crecimiento y la edificación del cuerpo de Cristo que es la iglesia.
Si bien el texto no lo dice, es evidente que estos hermanos, no descendieron del cielo siendo apóstoles, o profetas, etc. evidentemente son hermanos que ya estaban en el servicio a Dios en la congregación, y por su testimonio y compromiso con Dios y con su obra, el Señor los constituye para desarrollar un trabajo mayor.
En el libro de Hechos encontramos una historia que registra algo parecido a lo que estamos diciendo.
La iglesia había llegado a un crecimiento en crisis, donde ya los apóstoles no podían atender todas las necesidades del cuerpo, entonces hablaron a la congregación explicando el problema y dando una directiva para encontrar una solución al problema.
Hechos de los Apóstoles 6.3 RVR60
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
Entre estos siete varones, se encontraba Esteban, a quien lo vemos un poco más adelante en la historia, según relata Hechos, haciendo más que servir las mesas;
“Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.” (Hechos 6:8).
No creo que el Señor llame o constituya a nadie en un ministerio, sin antes haber “SERVIDO las mesas”.
Evidentemente las mismas características de Esteban, son el requisito de aquellos que son llamados por el Señor para capacitar a los santos; buen testimonio, lleno del Espíritu Santo, y de sabiduría. Personas dóciles a los que se les pueda encomendar un trabajo sin cuestionamientos o condiciones.
No es posible que el Señor constituya un apóstol, profeta, pastor, etc. que no tenga una vida de servicio y de testimonio que lo respalde. Y que a su vez no sea reconocido, respetado y aceptado por la congregación.
Podríamos concluir en esto; que el Señor CONSTITUYE a sus ministros, la iglesia los RECONOCE y cada uno de los llamados tiene la ASPIRACIÓN de serlo con una vida y testimonio irreprensible que lo respalda.

2. Mano de obra.

El otro principio fundamental para que el cuerpo funcione, es la necesidad de hermanos y hermanas que estén DISPUESTOS a ser entrenados y capacitados, para poner las manos en el arado y trabajar arduamente para que la iglesia sea edificada.
Mateo 9.36–38 RVR60
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
La dificultad que vio Jesús por la cual pidió oración, fue que la mies era mucha y los OBREROS pocos.
Y esta sigue siendo la misma escena en la actualidad, muchas personas desamparadas y dispersas y pocos “pastores” dispuestos a juntar y alimentar el rebaño.
Notemos primeramente lo que Jesús hizo, dice el texto que “y al ver las multitudes, tuvo COMPASIÓN de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”.
El Señor vio las multitudes, tuvo una visión general de quienes eran las personas que le seguían, ahí vio rostros cansados llenos de temor, tristeza, desesperanza. Inmediatamente de ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas.
Mateo 14.14 RVR60
Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
Notemos que el Señor Jesús, tuvo el mismo sentir hacia la gente, la compasión lo movió a tomar acción, y esa fue la de sanar a los que estaban con algún padecimiento.
Esa compasión, benignidad o misericordia que Jesús sintió hacia las personas, es un claro reflejo de lo que Dios siente por toda la humanidad.
Necesitamos obreros que ejerciten la compasión y lleven adelante la obra del Señor, acordándose siempre que ellos también, en algún momento, fueron objeto de la compasión de Jesús.
2 Timoteo 2.15 RVR60
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Un poco de historia de SION

La “Iglesia Bautista SION”, somos un grupo de creyentes que conformamos parte de la familia de Dios en Los Hornos desde el año 1986. La obra aquí comenzó como resultado de una campaña evangelística que realizó la iglesia bautista Pueblo Nuevo de Berisso y Ensenada en el año 1986, en el predio ubicado en la Av. 60 entre 143 y 146.
Con los frutos de esa campaña se comenzó con un grupo casero, al poco tiempo siendo más de 20 personas, se decidió comenzar a hacer las reuniones en el Club San Martín ubicado en 60 entre 144 y 145 Pastoreados en ese momento por Alberto Rodríguez; luego quedó en función pastoral a cargo de la iglesia Julio Casañas con quien se decidió alquilar un local en 62 e/ 141 y 142, donde estuvimos aproximadamente unos 2 años; luego se alquiló un local ubicado en 66 y 141 allí también estuvimos unos 2 años y luego con la intención de comprar un lugar propio, comenzamos a hacer las reuniones en el garaje de la casa del pastor en 65 y 146, allí también estuvimos aproximadamente unos 2 años y luego de una asamblea se procedió a comprar el predio en el cual está ubicado actualmente el salón de reuniones de la iglesia, en la Av. 143 e/ 67 y 68.
En el año 1995 se hicieron cargo en función pastoral Andrés y Laura González. Luego de 8 años en esta función, se decidió ordenar al ministerio pastoral a Andrés el 8-11-2003.
Hasta el año 2008 fuimos una sola iglesia con el resto de todas las iglesias que plantó Pueblo Nuevo, respondiendo al ministerio de Alberto Prokopchuk como pastor principal. Y a partir del 10 de mayo del citado año, junto a otras 10 congregaciones de Pueblo Nuevo se realizó un presbiterio para ordenar dichas congregaciones. Luego del presbiterio quedamos ordenados como iglesia independiente reconocidos como tal por la Confederación Evangélica Bautista Argentina, en ese momento decidimos seguir llamándonos como iglesia “Pueblo Nuevo”, esto fue hasta marzo del 2017 que pasamos a llamarnos “Iglesia Bautista Sion”.
De todas maneras seguimos trabajando en unidad participando de la asociación de iglesias bautistas de la zona este de la Pcia. de Buenos Aires y del consejo de pastores.
Aunque nos independizamos de nuestra iglesia madre, nuestra propiedad todavía está a nombre de la Asociación Filantrópica Bautista Pueblo Nuevo, a la que estamos asociados desde siempre.
La asociación es la guarda de nuestros bienes y a través de quién obtenemos nuestro fichero de culto. A partir del año 2018 formamos nuestra propia asociación que hemos denominado “Asociación Civil Sion Los Hornos” y pronto pasaremos la propiedad a nuestra asociación.

Visión, Misión y Propósito de SION.

Visión:

Ser una iglesia que refleja a Cristo, amando a Dios y al prójimo.
Mateo 22.37–40 RVR60
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Declaración de visión:

Queremos ser una iglesia caracterizada por el poder y el amor de Jesús, edificada y fundamentada en Cristo y en Su palabra, que crece como familia espiritual, unida en un profundo amor fraternal, cuya mayor pasión sea dar testimonio de Cristo en todo lugar, que se multiplica y se extiende por todo nuestro barrio, ciudad, Provincia, País y el mundo entero proclamando el evangelio de Jesucristo y plantando iglesias dónde no las haya, capacitados y dotados por el poder del Espíritu Santo, hasta que Cristo vuelva.

Misión:

Hacer discípulos de Cristo a todas las personas.
Mateo 28.19–20 RVR60
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Declaración de Misión:

Nuestro trabajo como iglesia es alcanzar a las personas con el evangelio de Cristo para que sean salvas, integrándolas a la familia de Dios que es la iglesia, discipulándolas de manera que sus vidas sean restauradas, fundamentadas y edificadas en Cristo y en Su palabra hasta que reflejen a Cristo en su carácter, sirviendo según los dones y el ministerio que el Espíritu Santo les dé y que se conviertan ellos también en discipuladores.

Propósito:

Edificar el cuerpo de Cristo.
Efesios 4.11–12 RVR60
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

Declaración de propósito:

Nosotros existimos para desarrollar la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, a través de los cinco ministerios (Apóstol, Profeta, Evangelista, Pastor y Maestro), (a) cumpliendo con la misión de Dios en el mundo, haciendo discípulos; (b) preparándonos para la venida de Cristo, santificándonos y (c) edificando el templo del Señor; a través del servicio y la adoración.

¿Por qué nos llamamos SION?

CONCEPTO DE SION:

1. Templo.

En el Antiguo Testamento, Sion comenzó como una residencia jebusea, y después se convirtió en el Monte del Templo del Señor, como lo dice en los salmos.
Salmo 78.68–69 RVR60
Sino que escogió la tribu de Judá, El monte de Sion, al cual amó. Edificó su santuario a manera de eminencia, Como la tierra que cimentó para siempre.

2. Ciudad.

Sion, más adelante en el tiempo cobró un significado más amplio y ya no sólo simbolizaba el Monte del Templo, sino que pasó a representar la ciudad santa de Jerusalén.
Salmo 51.18 RVR60
Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.

3. Pueblo.

Finalmente, Sion pasó a designar al pueblo de Israel como un todo según Isaías.
Isaías 51.16 RVR60
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú.

4. La iglesia.

En el Nuevo Testamento, Sion es el lugar dónde Dios está EDIFICANDO su templo espiritual, su nuevo pueblo, su iglesia, a través de Jesucristo.
Esto fue profetizado por Isaías en el Antiguo Testamento. Como para citar un ejemplo de muchos.
Isaías 28.16 RVR60
por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.
El apóstol pedro cita este texto de Isaías para hacer referencia a la edificación de la iglesia.
1 Pedro 2.6 RVR60
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Por otra parte el apóstol Pablo cuando le habla a los romanos en su carta usa una expresión parecida para decir lo mismo.
Romanos 9.33 RVR60
como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Aún Jesús, hablando de sí mismo, se declaró como la piedra, la roca sobre la cual él iba a edificar su iglesia.
Mateo 16.18 RVR60
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Y finalmente, cuando Pablo describe cómo es edificada la iglesia, establece que Cristo es el único fundamento, piedra o roca sobre la cual la iglesia es edificada.
1 Corintios 3.10–11 RVR60
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Al recibir a Cristo en nuestros corazones es cómo si figurativamente nos acercáramos al “monte de Sion” para tener un ENCUENTRO con Dios.
Hebreos 12.22–24 RVR60
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
Finalmente, Sion es considerado como un lugar de unidad, paz y libertad. Pasó a simbolizar el anhelo de los pueblos desposeídos y errantes por una tierra segura. Como significado Sion es el hogar espiritual, una Fortaleza segura, un aposento alto, el centro de adoración al Señor, la habitación de Dios, la ciudad santa, el pueblo de Dios, la iglesia de Jesucristo.
Es por todo esto que nos llamamos SION.

¿Qué representa nuestro logo?

Los componentes del logo son: dos montañas, una cruz, la biblia y una mano.

1. Las dos montañas y la Cruz.

Las dos montañas significan, una, Israel y la otra, el pueblo gentil, UNIDOS por la Cruz de Cristo.
Efesios 2.11–22 NVI
Por lo tanto, recuerden ustedes los gentiles de nacimiento—los que son llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por mano humana—, recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba, pues anuló la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad. Él vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu. Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.

2. La biblia.

La biblia representa a un pueblo unido por la Cruz de Cristo, y FUNDAMENTADO en la palabra de Dios.
Mateo 16.18–19 RVR60
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Mateo 7.24–25 RVR60
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

3. La mano.

Somos un pueblo unido por la cruz de Cristo, fundamentado en la palabra y SOSTENIDO por la mano de Dios, de quien dependemos.
Salmo 63.6–8 RVR60
Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.

Ser un miembro en SION.

En SION, nunca le pedimos a nuestros miembros que HAGAN más allá de lo que la Biblia claramente enseña.
Esperamos de nuestros miembros que hagan lo que la Biblia demanda de cada cristiano.
La diferencia entre ser un asistente y ser un miembro puede resumirse en una palabra “COMPROMISO”.
La diferencia entre ser un asistente de una iglesia y ser un miembro del cuerpo de Cristo, es como la diferencia entre compartir vivienda con alguien y estar casado con alguien.
Nos referimos a un compromiso formal, en el sentido de que para ser miembro de nuestra iglesia las personas deben FORMALIZAR su membresía. Esto significa de qué manera se llega a ser miembro de la iglesia.
Para esto tenemos tres formas en que los hermanos llegan a ser miembros de SION:
1. Bautismo.
Como por ejemplo, si es una persona nueva se tiene que bautizar,
2. Transferencia.
Si es una persona que viene de otra iglesia, para ser miembro, tiene que traer una carta de transferencia.
3. Testimonio.
En el caso que sea una persona que hace mucho que esta apartada, sin tener alguna relación con ninguna iglesia, la aceptamos como miembro por testimonio, esto requiere un tiempo aproximado entre seis meses y un año.
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