Santificación: El proceso a la vida eterna

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La santificación no es una opción en nuestra vida cristiana, es una señal que hemos sido sepultados juntamente con Cristo para muerte y resuscitados por la gloria del Padre a una nueva vida, es un proceso que es realizado por el Espiritu Santo y la palabra de verdad, pero a su vez es un fruto de rendirnos al servicio de nuestro Señor Jesucristo.

Notes
Transcript
¿Que es la santificación?
¿Tiene la santificación algo que ver con mi salvación?
¿Cómo puedo saber que estoy en el proceso de la santificación?
La santificación y mi servicio a Dios (crecimiento)
La santificación y nuestra vieja naturaleza

¿Que es la santificación?

Este término es traducción de la palabra griega αγιασμος (agiasmós, 10 veces en el NT; forma sustantivada de αγιαζω, agiázo, “santificar”, 29 veces; adjetivo αγιος ágios, “santo”, 229 veces). El equivalente en el AT, qadosh (830 veces en varias formas gramaticales), a menudo se traduce “santidad”.

santificación “significa hacer limpio o santo en el sentido ético, aunque la idea de consagración no está ausente” (Rall, ISBE, 4:2683, II, 3). Es el acto o proceso total por medio del cual la renovación interna se efectúa en el justificado. Se puede decir que la justificación es “Cristo por nosotros con el Padre”; la santificación es “Cristo en nosotros por el Espíritu”.

La santificación y la salvación

Romanos 6.22 RVR60
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
La santificación es el proceso que precede a la vida eterna.
2 Tesalonicenses 2.13–14 RVR60
13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
La salvación es por fe en Jesucristo como lo dice las escrituras en Efesios 2.8, aquí resalta la fe en la verdad pero la condiciona con la santificación.
Hebreos 12.14 RVR60
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Ilustración del malabarista.

Esclavo del pecado o de la justicia

Romanos 6.16–19 RVR60
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

Lo contrario a la santificación es seguir viviendo esclavo del pecado.

Como dice el apóstol Juan, practicando el pecado.
1 Juan 3.9 RVR60
9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

La obediencia de corazón al evangelio

nos libera del tirano que nos esclavizaba para llevarnos a la muerte, para ponernos al servicio de nuestro Señor Jesucristo un nuevo amo, cuyo resultado de servirle es la santificación.
Romanos 6.1–2 RVR60
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
De hecho hay una efecto de este cambio de amo en nosotros sobre el pecado.
Romanos 6.20–21 RVR60
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Esta es la razón por la que la santificación figura en la salvación, porque es un indicador de que hemos creído en Jesús y nos hemos sometido a su Señorío.

La santificación es fruto del servicio a nuestro Señor y Salvador Jesucristo

Romanos 6.19 RVR60
19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, deberíamos correr a poner todo nuestro ser al servicio de nuestro Dios.

No hemos sido escogidos por ser capaces

1 Corintios 1.26–31 RVR60
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
¿Hay algún merito en nosotros? al contrario, que privilegio poder participar en su reino y que este vil y menospreciado este delante de ustedes hoy poniéndome al servicio de mi Señor, gozando de su santificación.

Santificación es la voluntad de Dios para nuestras vidas

1 Tesalonicenses 4.3–7 RVR60
3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Juan 17.17–19 RVR60
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

La palabra y el Espíritu Santo en la santificación

2 Tesalonicenses 2.13 RVR60
13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,

Es la palabra del Señor que toma vida en nosotros por el poder del Espíritu Santo

Hasta que no comprendamos como opera Cristo en nosotros por medio de su muerte y resurrección no podremos gozar plenamente de la santificación.
Romanos 6.5–6 RVR60
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Ser plantado significa que hemos sido hecho uno con el, cuando somos uno con el, Jesucristo se convierte en nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro, porque el es el mismo de ayer, hoy y por los siglos. Su muerte, su resurrección y su glorificación pasan a ser parte de nosotros. Cuando entendí esta verdad la santificación ha sido un proceso que no llevo yo sino el Espíritu de Dios en mí.
Pasado: El viejo hombre fue crucificado.
Presente: El cuerpo de pecado καταργέω katargéo; de 2596 y 691; estar (dejar) enteramente inmóvil (inútil), lit. o fig.:—inutilizar, invalidar, libre, abolir, acabar, dejar, deshacer, desligar, destruir, perecer, quitar, suprimir.
Futuro: No sirvamos más al pecado.
Efesios 2.4–6 RVR60
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
Concluyo con lo siguiente:
La santificación es un proceso que nos indica que nuestra fe en Cristo Jesús es genuina.
La santificación inicia cuando nos rendimos a Jesucristo como siervos.
El proceso será difícil y hasta imposible, hasta que no entendamos el poder de la palabra que opera en nosotros por medio del Espíritu Santo.
Los invito a leer el capitulo 6,7 y 8 de Romanos, el siguiente tema será Vivir en el Espíritu.
Números 6.24–26 RVR60
24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
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