Comentario al Evangelio del Domingo XXVII Tiempo Ordinario Ciclo A
La viña y los que las cuidan son el publo elegido que por su ceguera y al tener un corazón endurecido pierden no solo la viña o los frutos que ellas les da sino que ya no pueden porque rechasaron las gracias y bondad de Dios.
Comentario al Evangelio del Domingo XXVII Tiempo Ordinario Ciclo A
33 «Escuchen otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. 34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36 De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. 37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo lo respetarán.’ 38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémoslo y quedémonos con su herencia.’ 39 Y, agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» 41 Le dicen: «A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.» 42 Y Jesús les dice: «¿No han leído nunca en las Escrituras:
La piedra que los constructores desecharon,
en piedra angular se ha convertido;
fue el Señor quien hizo esto
y es maravilloso a nuestros ojos*?
43 Por eso les digo: Se les quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.
33 «Escuchen otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó.
5 1 Voy a cantar a mi amigo la canción de su amor por su viña.
Una viña tenía mi amigo
en un fértil otero.
2 La cavó y despedregó,
y la plantó de cepa exquisita.
Edificó una torre en medio de ella,
y además excavó en ella un lagar.
Y esperó que diera uvas,
pero dio agraces.
34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.
35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon.
36 De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera.
37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo lo respetarán.’ 38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémoslo y quedémonos con su herencia.’ 39 Y, agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron.
«A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.»
7 Pues bien, viña de Yahvé Sebaot
es la Casa de Israel,
y los hombres de Judá
son su plantío exquisito.
Esperaba de ellos justicia, y hay iniquidad;
honradez, y hay alaridos.
«¿No han leído nunca en las Escrituras:
La piedra que los constructores desecharon,
en piedra angular se ha convertido;
fue el Señor quien hizo esto
y es maravilloso a nuestros ojos*?
43 Por eso les digo: Se les quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.
12 Crea* en mí, oh Dios, un corazón puro,
renueva en mi interior un espíritu firme;
13 no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu*.
14 Devuélveme el gozo de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso;
15 enseñaré a los rebeldes tus caminos
y los pecadores volverán a ti.