Episodio 17 La Expiación
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Serie: Serie la historia bíblica de la redención- A.T Episodio 17 La Expiación
Tema: La Expiación
Texto: Levítico 16:1-2
'El Señor habló a Moisés después de la muerte de los hijos de Aarón, cuando se acercaron a la presencia del Señor y murieron. Dijo el Señor a Moisés: Di a tu hermano Aarón que no en todo tiempo entre en el lugar santo detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Aarón podrá entrar en el lugar santo con esto: con un novillo para ofrenda por el pecado y un carnero para holocausto. Se vestirá con la túnica sagrada de lino, y los calzoncillos de lino estarán sobre sus carnes, y se ceñirá con el cinturón de lino y se cubrirá con la tiara de lino (estas son vestiduras sagradas). Lavará, pues, su cuerpo con agua y se vestirá con ellas. Y tomará de la congregación de los hijos de Israel dos machos cabríos para ofrenda por el pecado y un carnero para holocausto. Entonces Aarón ofrecerá el novillo como ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, para hacer expiación por sí mismo y por su casa. Y tomará los dos machos cabríos y los presentará delante del Señor a la entrada de la tienda de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos, una suerte por el Señor, y otra suerte para el macho cabrío expiatorio. Aarón ofrecerá el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para el Señor, haciéndolo ofrenda por el pecado. Pero el macho cabrío sobre el cual cayó la suerte para el macho cabrío expiatorio, será presentado vivo delante del Señor para hacer expiación sobre él, para enviarlo como macho cabrío expiatorio al desierto. Entonces Aarón ofrecerá el novillo de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por su casa, y degollará el novillo de la ofrenda por el pecado hecha por sí mismo. Y tomará un incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar que está delante del Señor, y dos puñados de incienso aromático molido, y lo llevará detrás del velo. Pondrá el incienso sobre el fuego delante del Señor, para que la nube del incienso cubra el propiciatorio que está sobre el arca del testimonio, no sea que Aarón muera. Tomará además de la sangre del novillo y la rociará con su dedo en el lado oriental del propiciatorio; también delante del propiciatorio rociará con su dedo siete veces de la sangre. Después degollará el macho cabrío de la ofrenda por el pecado que es por el pueblo, y llevará su sangre detrás del velo y hará con ella como hizo con la sangre del novillo, y la rociará sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. Hará, pues, expiación por el lugar santo a causa de las impurezas de los hijos de Israel y a causa de sus transgresiones, por todos sus pecados; así hará también con la tienda de reunión que permanece con ellos en medio de sus impurezas. Cuando Aarón entre a hacer expiación en el lugar santo, nadie estará en la tienda de reunión hasta que él salga, para que haga expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel. Entonces saldrá al altar que está delante del Señor y hará expiación por él, y tomará de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío y la pondrá en los cuernos del altar por todos los lados. Y rociará sobre él de la sangre siete veces con su dedo, y lo limpiará, y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel. Cuando acabe de hacer expiación por el lugar santo, la tienda de reunión y el altar, presentará el macho cabrío vivo. Después Aarón pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel y todas sus transgresiones, todos sus pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado para esto. El macho cabrío llevará sobre sí todas sus iniquidades a una tierra solitaria; y el hombre soltará el macho cabrío en el desierto. Entonces Aarón entrará en la tienda de reunión y se quitará las vestiduras de lino que se había puesto al entrar en el lugar santo, y las dejará allí. Lavará su cuerpo con agua en un lugar sagrado, se pondrá sus vestidos, y saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, y hará expiación por sí mismo y por el pueblo. Luego quemará en el altar la grasa de la ofrenda por el pecado. Y el que soltó el macho cabrío como macho cabrío expiatorio, lavará sus ropas y lavará su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento. Pero el novillo de la ofrenda por el pecado y el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, cuya sangre fue llevada dentro del lugar santo para hacer expiación, serán llevados fuera del campamento, y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. Y el que los queme lavará sus ropas y lavará su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento. Y esto os será un estatuto perpetuo: en el mes séptimo, a los diez días del mes, humillaréis vuestras almas y no haréis obra alguna, ni el nativo ni el forastero que reside entre vosotros; porque en este día se hará expiación por vosotros para que seáis limpios; seréis limpios de todos vuestros pecados delante del Señor. Os será día de reposo, de descanso solemne, para que humilléis vuestras almas; es estatuto perpetuo. Así el sacerdote que es ungido y ordenado para ministrar como sacerdote en lugar de su padre hará expiación: se pondrá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas, y hará expiación por el santo santuario; hará expiación también por la tienda de reunión y por el altar. Hará expiación además por los sacerdotes y por todo el pueblo de la asamblea. Tendréis esto por estatuto perpetuo para hacer expiación por los hijos de Israel, por todos sus pecados, una vez cada año. Tal como el Señor lo ordenó a Moisés, así lo hizo.'
Levítico 16:1-34
Desarrollo
La teología de los sacrificios esta dominada por una aguda conciencia de pecado; por ellos hasta el holocausto llega a tener por finalidad la de aplacar la ira al Dios ofendido. Con respecto al holocausto, que era un sacrificio que exigía que todo lo ofrecido fuera quemado y no se debía tomar ninguna parte de este vemos como la observación de toda la actividad cultual (fiestas, Pascua, sábados, consagración de nazireos y de sacerdotes, ofrendas) es para Yahve: el culto es el lugar privilegiado para el reconocimiento de los derechos de Dios. aquí encontramos una diferencia en la concepción de la mente de la sociedad moderna, donde el culto, es entendido como algo que debe llevar el ingrediente del agrado de los asistentes, por encima de ser un ofrecimiento a Dios.
La razón es la falta de un entendimiento correcto del concepto de santidad y como este abarca los sacrificios, el sacerdocio y la pureza. Dios es a quien nos dirigimos y a quien estamos ofreciendo culto, por lo tanto es El quien establece los términos de como debe ser realizado. Por lo tanto todo sacrificio, toda actividad cultual y todo acto de la vida cotidiana, tiene como referente a Dios y su santidad. La manifestación de Dios no es para destrucción, pero cuando el culto se sale de las normas, la santidad de Dios destruye todo cuanto se le acerca sin la debida santidad. Ese el mensaje de la historia de Nadad y Abihú.
I. Leyes sobre los sacrificios (cap. 1-7).
1. El holocausto cap. (1).
2. La oblación vegetal cap. (2).
3. El sacrificio de comunión cap. (3).
4. Los sacrificios por el pecado o expiatorios y de reparación cap. (4-5).
Estos sacrificios estaban bien especificados de tal manera que todos sin excepción eran responsabilizados de formas, colectiva, comunitarias, individuales, estatales y gubernamentales, donde debían de confesar y reconocer sus pecados.
'El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien viole inadvertidamente cualquiera de los mandamientos del Señor, e incurra en algo que esté prohibido, se procederá de la siguiente manera: 'Levítico 4:1-2.
El proceder es narrado de forma explícita en los capítulos 4-5.
El nombre de la ofrenda por el pecado (ckattath) es un sustantivo basado sobre el verbo “errar (al blanco), quedar corto”. Esta ofrenda tenía como objeto cubrir los pecados por yerro (22, bishgagah). A menudo son considerados como pecados cometidos “inconscientemente”. Lo opuesto a esos pecados son aquellos cometidos “con soberbia”
(‘» También, si una persona peca inadvertidamente, ofrecerá una cabra de un año como ofrenda por el pecado. Y el sacerdote hará expiación delante del Señor por la persona que ha cometido error, cuando peca inadvertidamente, haciendo expiación por él, y será perdonado. Para el que es nativo entre los hijos de Israel y para el extranjero que reside entre ellos, tendréis una sola ley para el que haga algo inadvertidamente. Pero aquel que obre con desafío, ya sea nativo o extranjero, ese blasfemo contra el Señor, y esa persona será cortada de entre su pueblo. Porque ha menospreciado la palabra del Señor, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa caerá sobre ella». 'Números 15:27-31, cf. Ex. 14:8);
estos eran pecados por los cuales no había sacrificios. Parece que la diferencia no estaba en el plano del conocimiento tanto como en la actitud del corazón. El pecado “de soberbia” era cometido por una actitud de provocación altanera a Dios; mientras que el cometido por “ignorancia” surge de la debilidad humana. Es así como Keil puede decir: “Pero pecar ‘en error’ no es meramente hacerlo por ignorancia (vv. 13, 22, 27, 5:18), apresuramiento, falta de consideración, o descuido (5:1, 4, 15), sino también hacerlo involuntariamente (Nm. 25:11, 15, 22, 23).”[1]
Sin embargo, nos ocuparemos acerca del gran día de la expiación y su relación con el sacrificio expiatorio de Cristo.
II. El gran día de la Expiación cap. (16)
Aun cuando los sacrificios en el capítulo 4 y 5 son sacrificios por el pecado o expiatorio. Sin embargo, Este capítulo marca el punto más elevado del libro de Levítico. Aquí hallamos provista la expiación a favor de Israel. En otras partes encontramos la posibilidad de expiación, por individuos o cosas. Aquí trata de la expiación para los sacerdotes, el mismo lugar santo, el tabernáculo de reunión, el altar y todo Israel. Era también expiación por todas las inmundicias, iniquidades, transgresiones y pecados. Aquí está el punto en el cual el Señor y su pueblo, mediante su sumo sacerdote, llegan a la relación más íntima posible bajo al antiguo pacto.[2]
Aun cuando hasta ahora el sacerdote ha penetrado solo hasta el lugar “santo” y los hijos de Aaron perecieron al acercarse al Señor, pero entrando al lugar santísimo, el ritual del día de expiación requería de mayor cautela porque ahora Aaron podría al igual que Moisés entrar al Lugar santísimo.
El cap. 16 ocupa una posición central en el Levítico, acorde con la importancia del yom kippur o día de la expiación, una vez al año una de las mayores fiestas de la comunidad israelita. El objetivo de esta celebración era la purificación del santuario y de los pecados e impurezas de Israel mediante actos cultuales.
III. Los ritos de la celebración de la expiación son los siguientes.
i. El sacerdote, después de lavar su cuerpo, se pone vestiduras especiales, mas sencillas que las normales de ceremonia (8,7-9), como signo de humildad.
ii. Sacrificio de un novillo (cap. 4, 3-12) por el pecado y un carnero como holocausto, por Aaron y su familia. Según el sacrificio expiatorio común que se efectúa por el sacerdote con la diferencia, que los relatados en el capitulo 4-5, se realizan en el lugar santo, mientras que el relatado en este capítulo se realiza una ves al año y con acceso al lugar santísimo.
iii. Dos machos cabríos como sacrificio por el pecado y un carnero como holocausto por la comunidad. En este rito con los dos machos cabríos esta lo mas singular de la ceremonia. Puesto delante de Jehová, se echan suertes. A uno le sale la suerte “para Jehová” y al otro “para Azazel” el sacerdote sacrificaba un de los dos machos cabríos y el macho cabrío que tenía su suerte por Azazel, el sacerdote colocabas sus manos y de esta forma transfería todo el pecado del pueblo y luego enviaba el macho cabrío al desierto, a mano de un israelita, que debía asegurarse que no regresara, lejos del campamento, a la oscuridad. De esta forma se le daba juicio al pecado y se satisfacía la ira de Dios. En ambos casos encontramos algo en común, tanto el uno como el otro deben perder la vida, que era la pena de muerte por el pecado. En todos los sacrificios de sangre, el animal se degollaba hasta perder la sangre y así perder la vida. Y en el caso del macho cabrío desterrado este también perdería la vida en el desierto, cumpliendo la sentencia por el pecado que era una sentencia de muerte.
IV. Donde se llevaba a cabo la expiación
La expiación se ejecutaba en el lugar santísimo, En el espacio santísimo se guardaba el arca de la alianza, donde se conservaba el documento institucional que constituía a Israel como pueblo del Señor. Sobre el arca, a manera de cubierta, había una placa de oro, con dos querubines en los extremos (Ex 25,17-22): era el lugar de la presencia del Señor; allí aceptaba la expiación por el pueblo. La placa se llama en hebreo kapporet, de la raíz kpr= expiar, que los griegos tradujeron por hylasterion y los latinos por propitiatorium. Como la presencia o manifestación de Dios podía ser mortal para el hombre, el incienso creaba una nube que delataba y velaba la presencia divina y desde esa tapa o cubierta Dios se dirigía a Moisés y luego Moisés al pueblo según; Números 7:89
'Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.'
Conclusión
De esta forma se cumplía todo el ritual del día de la expiación, ahora que relación encontramos en todo en la redención, bueno es que Cristo es ambas cosas en el proceso de redención, EL es tanto el cordero, como el macho cabrío expiatorio cuando lleva nuestros pecados sobre su propia persona, o en su propia persona, Él expío nuestros pecados, los horrores del sacrificio de Cristo, son mucho más que un énfasis acostumbrado en los clavos, el castigo y la burla. El dolor más grande sufrido por Cristo, fua cuando al igual que el macho cabrío, el debió ser abandonado por su Padre, al cargar el peso de los pecados de todo el mundo. El tuvo que dar su vida en rescate por muchos, su sangre se derramo en la cruz hasta que entregó toda su vida al igual que los animales ofrecidos en el antiguo testamento.
Ahora Él es algo más que eso, El es nuestra propiciación. En este caso una propiciación es un sacrificio ofrecido a Dios para satisfacer las demandas de su santidad y para satisfacer las demandas de su justicia. Lo que significa que Cristo a través de su muerte y resurrección hizo posible quitar nuestros pecados, al mismo tiempo que satisfizo la justicia divina.
'Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. '
Romanos 3:21-26
CRISTO ES EL SACRIFICIO PERFECTO Y UNICO.
'Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. Y ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, ' Hebreos 10:4,11-12
'Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo. '
[1] Kinlaw, D. F. (2010). El Libro de LEVÍTICO. En S. Franco (Ed.), Comentario Bíblico Beacon: Génesis hasta Deuteronomio (Tomo 1) (p. 336). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.
[2] Kinlaw, D. F. (2010). El Libro de LEVÍTICO. En S. Franco (Ed.), Comentario Bíblico Beacon: Génesis hasta Deuteronomio (Tomo 1) (p. 365). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.