Como vivir la pureza espiritual

Introducción.

La vida espiritual es mucho mas que orar, es mucho más que cantar y mucho mas que asistir al templo. Todo esto es importante y de mucho valor para nuestro crecimiento, sin embargo la pureza es la que nos hace genuinos antes los ojos de Dios.

Es muy posible que con actos externos, alguien pueda llamarse cristiano y engañarse así mismo y engañar a otros pero a Dios de ninguna manera. De ahí la importancia de vivir la pureza espiritual.

El Salmo 119.9-16 nos dice como vivir esa pureza espiritual. Alguien dijo que...

“La mente y el corazón de un hombre puede compararse a un huerto; se le puede cultivar con inteligencia o dejar que crezca salvaje; pero, ya sea que se cultive o que se deje a un lado, algo siempre crecerá. Si no se siembran semillas útiles, caerán en el huerto una abundante cantidad de semillas de malezas que continuarán reproduciéndose”.

El salmista está sembrando en nuestra mente una semilla útil para una vida de pureza espiritual, de pureza interna, es la pureza de la mente y del corazón por medio de las Escrituras.

HOY QUIERO COMPARTIR 3 VERDADES DE COMO LA ESCRITURA PUEDE HACERTE PURO, LA PRIMERA VERDAD ES QUE...

I. La Escritura protege tu mente y corazón.

“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. (9-11)

El ser exterior: Hoy le damos más importancia a lo externo que al ser interior, hoy se da más importancia a la apariencia religiosa y física, hay más preocupación por lo que la gente ve en nosotros exteriormente (es lo que llamamos reputación) que lo que ve Dios dentro de nosotros.

Este problema tiene un nombre y se llama “religiosidad” y este problema no es nuevo, leyendo los Evangelios, encontramos al Señor Jesús discutiendo con los fariseos sobre el lavado de manos antes de comer, que sus discípulos no respetaban...

Los religiosos que describen los evangelios se preocupaban por los ritos externos, por una apariencia de piedad. Hoy muchos están aferrados a una tradición religiosa que solo les ofrece apariencia, de ellos el Señor Jesús dijo...

“Este pueblo de labios me honra, Más su corazón está lejos de mí”

El ser interior. Es lo contrario a lo externo y visible. Es muy evidente en las escrituras citadas que el ser humano manifiesta un hombre interior y un hombre exterior y que hay una diferencia muy marcada entre los dos. El apóstol Pablo es quien mejor define la diferencia entre el hombre interior y el hombre exterior:

“Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.” Rom 7.22

Por esa razón la petición de Pablo doblando sus rodillas al Padre ruega por los Efesios 3.16...

“…el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”.

Vivir la pureza espiritual. Entonces es poner un escudo que proteja tu mente y corazón, es decir tu ser interior alimentando tu espíritu con la palabra de DIOS, obedeciendo su palabra, esto crea una fortaleza que te hace vivir una vida integra delante del Señor y de los hombres librándote de la hipocresía y del engaño religioso. Prov 30.5 dice

“Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan”

Nunca podrás sentir la llenura de Dios si no haz lavado tu ser interior con la palabra de Dios. El Señor Jesús dijo en Jn 15.3

“Ya vosotros estaís limpios por la palabra que os he hablado”

UNA 2DA VERDAD DE COMO LA ESCRITURA PUEDE HACERTE PURO, ES QUE...

II. Las Escrituras instruyen tu mente y corazón.

Salmo 119.12–14 RVR60

Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza.

La palabra de Dios instruye. Debo decir que la Palabra de Dios, tiene poder, ella cambia tus malos hábitos, malas costumbres y modales, transforma tu ser interior, modifica tu lenguaje, renueva tus pensamientos, te lleva donde esta la luz, la luz que da vida en abundancia, y esa luz es Cristo. Pablo le dice a Timoteo..

“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. 2 Tim 3.16

“Una analogía sencilla sería una taza de té. En esta analogía, tu mente es la taza con agua caliente y la bolsita de té representa su asimilación de las Escrituras. Mientras más veces entre el té en el agua, más penetrante será su efecto.

La Palabra de Dios, tiene el poder de convertir el ser interior y a la persona más sencilla en sabía...

“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo…Sal 19.7

También las Escrituras tienen el poder de juzgar…El Señor Jesús dijo en Juan 12.48...

“El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”.

El Señor Jesucristo es el maestro por excelencia, es el maestro de maestros y Él comisiono que su palabra fuera enseñada. Enseñar Las Escrituras es un mandato…en Mt 20.19-20

“Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”

UNA 3RA VERDAD DE COMO LA ESCRITURA PUEDE HACERTE PURO, ES PORQUE..

III. Las Escrituras mantendrán tu mente y corazón puros.

“En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos”. v.15

La mente y el corazón es decir tu ser interior necesita estar ocupado en lo bueno. El cerebro es un musculo que necesita ejercitarse en las cosas puras sino lo haces tu ser interior estará lleno de impurezas. Según los científicos “nuestras conductas, rutinas y estilo vida, juegan un papel decisivo en cómo nuestro cerebro se activa y cambia.

Por esa razón Pablo exhorta a Timoteo con estas palabras...

“..desecha las fabulas profanas y de viejas y Ejercítate para la piedad”. 2 Tim 4.7

Una fábula es un relato ficticio breve en forma de prosa o verso que tiene un propósito didáctico y casi siempre concluye con una moraleja. Cuando Pablo habla de “fábulas profanas” quiso decir que no son sagradas ni están relacionadas con la vida espiritual, por el contrario, son “irreverentes y viles”. Y añadió “y de viejas” queriendo decir que son fábulas tontas, necias o que no tienen ningún sentido; son “cuentos de viejas”. Hoy estamos inundados de “fabulas profanas”, en otras palabras inmundicias que llenan de impurezas el corazón del hombre.

Por esa razón hablamos y actuamos de acuerdo a lo que hay nuestro corazón y mente y en lo que han sido estos ejercitados…Jesús dijo..

“Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.” Mt 12.34-35

La Escritura habla del ser interior; de la mente y del corazón como un tesoro. Permita me preguntar; ¿Que hay en el tesoro de tu corazón? ¿Que abunda en tu mente? Acaso hay engaño, celos, orgullo, pensamientos inmorales, codicias...

No basta ser una persona religiosa si aún tu corazón no es puro, no es suficiente ir al templo, cantar bonito si aún tu mente y corazón no están limpios

CONCLUCIÓN.

Pero hay esperanza. El hombre interno puede ser salvado, redimido, y renovado a la imagen de Dios. Así dice el evangelio.

Jesucristo derramó su sangre para redimirlo, para limpiarlo del pecado, para revivirlo, y para llenarlo del Espíritu Santo. A esto le llamamos una verdadera conversión de dentro hacía afuera.

Permite que el Señor purifique todo tu ser arrepintiendote y confesandole como Señor y Salvador de tu vida.

También como creyentes puede suceder que en tu caminar en estas circunstancias que estamos viviendo has permitido impurezas en tu mente y corazón, el paso a dar es que te reconcilies con el Señor inmediatamente, la palabra de Dios dice que si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.