Salmo 55
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Introducción
Introducción
El Salmos 52 (Doeg el Edomita), 54 (la gente Zif, de la tribu de Judá) y 55 como hemos visto tienen la misma temática, tratan el tema de la traición. Particularmente este que consideraremos esta noche, es sobre la traición de un amigo intimo ¿de quien se trata?
En opinión de muchos, David estaría hablando de Ahitofel, cuya fama como consejero, y cuya solapada perfidia, ya hemos podido comprobar en otras ocasiones. No hay indicio alguno en 2 Samuel, sin embargo, de un compañerismo más íntimo entre ambos hombres de la clase que se describe en los versículos 13–14. La traición más flagrante había sido la de su propio hijo, que era en verdad un hombre como David en cuanto a rango y circunstancia, y sin duda cercano a él y, en un cierto sentido, un amigo, que le habría acompañado en la casa de Dios en años anteriores. La untuosa villanía de sus palabras, como nos informa 2 Samuel 15:1–6, fue la que había encendido la chispa de la guerra civil.
Probablemente esta traición no esta registrada en las escrituras, así que no sabemos con certeza quien fue el traidor.
Estes un salmo de lamento, oración y sabiduría.
(1) El salmista describe su angustia (vv. 1-8);
(2) Una descripción de los malvados (vv. 9-11);
(3) Una descripción de la angustia del salmista (vv. 12-14);
(4) Una descripción de los malvados (v. 15);
(5) la fe del salmista en Dios (vv. 16-19);
(6) Una descripción de los malvados (vv. 20-21);
(7) La conclusión y un consejo final del salmista (vv. 22-23)
1. La angustia personal del salmista
En este salmo parece que David ya esta reinando en Jerusalén. Aun en esta condición, su estado de animo es muy parecido al que tenía cuando estaba siendo perseguido por Saul, incluso aquí manifiesta un dolor mayor,…
Alguien dice que aquí tenemos un caso típico de ansiedad extrema. él esta conmovido (2) dolorido con terror de morir (4), está abrumado de temor y terror (5).
(6-8) David está tan angustiado por las circunstancias que piensa que lo mejor que le podría pasar sería escapar de sus problemas. Este es el único salmo que describe tal estado de animo, que siente que no puede enfrentar con valentía la situación en la que se encuentra.
David pudo haber pensado que los problemas que tenía antes ya eran un tema superado, pero ahora están regresando con mas intensidad que antes, él esta desalentado y no quiere enfrentarlos.
Te has sentido así… pasa el tiempo y las cosas se ponen peores. Las circunstancias en lugar de cambiar son mas difíciles y sentimos que son imposibles de soportar, posiblemente por la edad, o el desanimo. Haz pensado en lo agradable que sería simplemente volar y escapar de tus problemas.
No siempre es posible escapar de nuestros problemas — David no tenía “alas de paloma” — y Dios tampoco siempre nos da permiso para irnos, especialmente si los problemas que enfrentamos involucran responsabilidades continuas de nuestra parte.
Este salmo es una lección sobre la perseverancia constante, en medio de las difíciles circunstancias, aun cuando vienen en la mediana o avanzada edad. La perseverancia es una de las virtudes que Dios busca en sus hijos.
2. Una descripción de los Malvados
Habiéndose desahogado de sus sentimientos internos, el salmista ahora se dirige a los malvados que están causando estragos en la ciudad. (vv. 9-11).
El salmista nos pinta un panorama sombrío, personas malvadas están dentro de la ciudad. Estas personas somos nosotros mismos.
¿que esta mal en nuestra ciudad?. Culpamos al medio ambiente a los gobernantes, a la policía. El problema no esta afuera, esta dentro de nosotros. El problema es que somos pecadores, y esto significa que nunca habrá una mejora sustancial en el estado moral de nuestras ciudades hasta que haya una transformación moral profunda en la gente de esta ciudad y eso solo sucederá si Dios tare un avivamiento por medio de un pueblo que se vuelve a Dios. Necesitamos una reforma y es una petición por la que debemos orar esta noche. Mientras esto sucede, podemos orar como David para que el mal se frustre y los que hacen maldad sean confundidos como sucedió en Génesis 11: 1-9.
Estaríamos muchas veces peor si las personas malvadas pudieran realmente hacer sus fechorías juntos, en unidad y armonía. Gracias a Dios hay tantos partidos políticos como intereses personales que hacen que el mal no prospero como quisiera.
3. La angustia del Salmista (2)
Vv 12-14. David explora su propio corazón y revela que lo que más lo molesta es que su propio amigo cercano lo ha traicionado. La traición del amigo es parte del mal general. David describe muy bien sus sentimientos, él ha soportado los insultos de sus enemigos (2 Sam. 16: 5–14), pero este que le traiciona era su compañero intimo, con quien había disfrutado de una dulce comunión, una persona en cuya presencia había adorado en la casa de Dios.
Muchas veces sol las personas mas cercanas a nosotros la que mas fácilmente nos lastiman. Spurgeon dijo: “Ninguno es un enemigo tan real como los falsos amigos”
4. Destrucción para los malvados
En el versículo 15 David anhela la destrucción de sus enemigos.
Así como el versículo 9 usa palabras que deliberadamente recuerdan la confusión de Babel, aquí se nos recuerda la destrucción de Coré y sus seguidores en los días de Moisés. (Núm. 16: 31-33). David se refiere a esta destrucción sin precedentes.
J. J. Stewart Perowne dice: “Encontrar que su confianza traicionada después de haber confiado; haber sido uno con un hombre en público y en privado, unido a él por lazos personales y por los lazos de la religión, y luego encontrar que el honor, la fe u el afecto, fueron arrojados al viento; esto a David le pareció tan terrible, que pidió la maldición fulminante para esta persona”
Pero notemos que David no menciona específicamente a su antiguo amigo en esta maldición.
M. Herry dice: El cristiano verdadero debe esperar pruebas de parte de quienes profesan ser amigos, de quienes han estado unidos con él; esto será muy doloroso, pero mirando a Jesús seremos capacitados para soportarlo. Cristo fue traicionado por un compañero, un discípulo, un apóstol, el cual recuerda a Ahitofel en sus crímenes y condena. Ambos fueron muy rápidamente alcanzados por la venganza divina. Y esta oración es una profecía de la extrema ruina eterna de todos los que se oponen y se rebelan contra el Mesías.
5. La fe del salmista
Tenemos un punto de inflexión en el salmo en el versículo 16.
Anteriormente, el escritor había invocado a Dios. (vv. 1–2). El estaba angustiado. Ahora notamos un tono diferente.
Con estas palabras el salmista explica que cuando invoca a Dios, como lo acaba de hacer, el Señor realmente lo escucha y lo salva.
El explica sus experiencias con la gracia de Dios en tres frases conmovedoras:
Jehová me salvará (v. 16),
El oirá mi voz (v. 17)
Redimirá en paz mi alma (v. 18).
David recuerda sus experiencias pasadas con la gracia de Dios, y entonces sabe muy bien que Dios destruirá a los enemigos que aún lo asedian y lo librará de ellos nuevamente (v. 19).
Esto es fe. A este punto llegaremos si enfrentamos los problemas de manera honesta y los presentamos delante de Dios.
Así que vemos como aqui el salmista se desahoga de su angustia, describe los terrores que enfrenta, reflexiona sobre la maldad de sus enemigos, pide ayuda a Dios, y luego persiste en poner una y otra vez, todo en manos de Dios.
Este salmo es una lección de perseverancia.
Una oración perseverante nos transforma y fortalece nuestra fe, aún antes de que Dios intervenga para respondernos en medio de una situación desesperada.
6. Una última mirada a los malvados
vv 20-21, David lanza una última mirada al amigo que lo ha traicionado. Pero el tono ha cambiado ahora.
Antes David estaba profundamente dolido por la traición.
Aquí, habiendo presentado el asunto ante Dios y habiéndose asegurado a sí mismo que Dios es su Salvador y que seguramente lo librará de tal maldad, David se aleja de sus propios sentimientos y reflexiona sobre el mal mismo.
El verdadero problema es que el hombre es un quebrantador del pacto, y la razón por la que rompe el pacto es que es un hipócrita. Finge una cosa pero trama otra. Habla de paz, pero en realidad está ideando la guerra. Es avanzar un paso para ver el mal por lo que es desapasionadamente.
Conclusión y consejos prácticos
Siempre habrá traidores e hipócritas y violadores del pacto en este mundo caído. El pecado está en todas partes y en todas las personas. La pregunta es: ¿Qué pueden hacer los justos en tiempos y condiciones tan deplorables? El salmo responde a esta pregunta. (v. 22). Pedro hace eco de esta expresión. 1 Pedro 5: 7.
Pedro al inicio de su vida lo conocemos como una persona muy ansiosa, notamos su gran preocupación por lo que pudiera pasarle a Jesús, y después, cuando Jesús fue arrestado, estaba aún más preocupado por lo que podría sucederle a él. El se preocupaba mucho, y tenia motivos para hacerlo.
Pero a medida que crecía en el conocimiento de Dios, aprendió a no preocuparse, sino a hacer lo que le recomienda a los demás, a depositar sus preocupaciones en Dios.
¿No es esto solo otra forma de escapar, el tipo de cosa que David quería hacer al principio del Salmo 55? No. De hecho, es exactamente lo contrario. Es aprender a depositar nuestras preocupaciones en Dios lo que nos permite no huir, sino mantenernos firmes y continuar con la tarea que Dios nos ha asignado. Poner nuestras preocupaciones en Dios nos permite estar firmes.
Los últimos versículos dan tres razones por las que debemos poner nuestras preocupaciones en Dios:
El te sustentará. Cuando estamos deprimidos, es natural pensar que nunca seremos capaces de soportar los problemas que nos presionan por todos lados. Estamos seguros de que nos derrotará. Pero que dice la escritura en (1 Corintios 10:13).
No dejara para siempre caído al justo. Pedro estaba seguro de que se iba a caer cuando intentaba caminar hacia Jesús sobre las aguas del mar de Galilea. Miró las olas y comenzó a hundirse. "¡Señor, sálvame!" lloró (Mateo 14:30). Esto es exactamente lo que David ha estado orando en este salmo. Quiere ser salvo. Y el Señor lo hizo. Salvó a David, así como salvó a Pedro y a todos los que echaron sus cargas sobre él. David no está exagerando cuando dice, "el SEÑOR ... nunca dejará caer al justo".
Hará descender a los hombres sanguinarios y engañadores al pozo de perdición. Las personas malvadas pueden tener éxito por un tiempo, pero es la promesa de Dios, que todos serán destruidos eternamente, así como buscaron con tanto ahínco destruir a otras personas, ellos serán destruidos.
La conclusión es la última frase del salmo: "Pero yo en ti confiaré”.
Ese es el testimonio final de David. ¿Es tuyo? Si te estás concentrando en el mal que te rodea, es posible que no puedas decir estas palabras. Pero podrás decirlo, si realmente haz puesto tus preocupaciones en Dios.
Henrry: La ansiedad es una carga que deprime al corazón. Debemos encomendar nuestros caminos y obras al Señor; dejar que Él haga como bien le parezca y satisfacernos con eso. Echar nuestra carga sobre Dios es descansar en Su providencia y promesa. Y si lo hacemos así, Él nos llevará en brazos de Su poder, como la niñera lleva al niño; y fortalecerá nuestros espíritus por Su Espíritu, de modo que ellos soporten la prueba. Él nunca tolerará que el justo sea zarandeado; que sea tan remecido por cualesquiera problemas como para abandonar su deber para con Dios o su consuelo en Él. Él no tolerará que ellos sean derribados en forma exagerada. El que llevó la carga de nuestras penas, desea que lo dejemos a Él llevar la carga de nuestras ansiedades, para que Él pueda proveer de forma concordante pues Él sabe lo que es óptimo para nosotros. ¿Por qué no confiamos en Cristo para que gobierne el mundo que Él redimió?
Salmos: Cantos para el pueblo de Dios 5. Una pauta y una promesa
La experiencia de David anticipaba de alguna manera la agonía de Jesús en Getsemaní, en el entorno de una ciudad llena de engaño y peligros, donde los adversarios maquinan violencia y los supuestos ‘amigos’ planean la traición. Jesús también se estremecía a la vista de la copa de sufrimiento, poniendo su suerte, sin embargo, en manos de Dios. Ahora bien, por grandes que puedan llegar a ser nuestras cargas y nuestra desdicha, nunca serán tan terribles como las de nuestro Señor; pero si, al igual que David, tenemos que sufrir prueba semejante, podremos considerarlo todo un privilegio, ‘un compartir en hermandad sus sufrimientos
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Las pruebas y el sufrimiento que conllevan traen consigo la gran promesa del versículo 22, pues Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. A nosotros nos corresponde el hacernos eco de 23c, diciendo no que confiamos en que Dios hará lo que queremos que haga (en este caso, librarnos de la angustia de la prueba), sino que confiamos en Él. Por su parte, nos da la seguridad no de que quitará nuestra carga para llevarla Él en nuestro lugar, sino de que nos sostendrá. Hay una relación personal presente y activa que se alzará victoriosa sobre toda adversidad.
Oremos.