Llamados a Vivir en Humildad, Mansedumbre y Paciencia.
sabiduría, o sea, la capacidad para entender y por ende tener habilidad para la vida, lo que implica adherencia a un estándar establecido
entendimiento, sabiduría, o sea, un conocimiento con enfoque en cualidades morales y sus aplicaciones
“Si vosotros sois creyentes, y deseáis ser conocidos como tales, vivid como creyentes”
HUMILDAD. Aquella actitud que reconoce el propio lugar bajo la condición de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo
MANSEDUMBRE. Es aquella serenidad de espíritu pacífica y humilde, en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente de la cólera con motivo de las faltas o el enojo de los demás (Pr. 16:32; Stg. 3:7, 8, 13).
PACIENCIA. Implica sufrir circunstancias adversas esperando, pero de una manera voluntaria, y no por mera necesidad.
Esta paciencia de los santos debe ser reflejo de la paciencia del mismo Dios, que es llamado «el Dios de la paciencia» (Ro. 15:5)
La persona que soporta la ofensa trata de no darle importancia a ella.