Estudio de Filipenses - Todo lo puedo en Cristo
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La alegría del apóstol Pablo
La alegría del apóstol Pablo
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
El apóstol Pablo se alegró muchísimo porque la iglesia en Filipos revivió su interés en cuidarlo como lo había hecho en un tiempo atrás, pero por alguna razón ese contacto inicial y el envío de ayuda económica se había suspendido. Sin embargo, la situación había cambiado y el flujo de las ofrendas se había normalizado.
Enseñado en todo y por todo
Enseñado en todo y por todo
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Cuando dice que “aprendió” a contentarse en cualquier situación, utilizó la palabra memuhmai (memúemai) la cual se utilizaba en los ritos de iniciación en aquel entonces. Los adolescentes debían pasar por el memúemai para ser considerados mayores de edad o ser admitidos en el clan.
Cuando uno ingresaba en una religión también debía “iniciarse” o aprender por experiencia. Pablo fue iniciado en la humillación de la pobreza, pero también en la riqueza y la fama; fue iniciado en el hartazgo y en el hambre y la necesidad.
Y si Pablo “aprendió” significa que al principio le costaba padecer necesidad, carecer de alimento, abrigo, vivienda, medios de transporte, dinero, libros y todo lo que podemos imaginar…pero aprendió.
Además aprendió a tener abundancia, que a veces es más difícil que la pobreza, porque se necesita cierto desapego para no estar ansioso o con temor a perder esa abundancia o dejarse envolver en los negocios y dejar de servir al Señor.
Aprendió a estar contento en las malas y en las buenas.
“Sé pasar privaciones, como vivir en la abundancia. En todo tiempo y de todas maneras me acostumbré a todo: estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez, yo lo puedo todo en Aquel que me fortalece” (LAT)
La bendición de dar y recibir
La bendición de dar y recibir
Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.
Hicieron bien en participar de la tribulación de Pablo, o como dice la NBE “me han hecho ustedes un favor al tomar como suya mi dificultad”.
Hay iglesias como la de Filipos que no abandonan a sus pastores en sus dificultades sino que los confortan, animan y sostienen; están a su lado cuando reciben ataques injustos o están pasando por una situación difícil. Bienaventurados son aquellos pastores, como lo fue Pablo, por contar con esta clase de cristianos.
Los comienzos generalmente son difíciles. “al principio…ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar o recibir” “ninguna se hizo cargo de pagar mis cuentas” (NBE) solamente la iglesia de Filipos le dio una mano.
El apóstol Pablo nunca insinuó que necesitaba dinero. La iniciativa siempre fue de la iglesia que abrió una cuenta a nombre de Pablo. Ellos solos se dieron cuenta de la necesidad del apóstol y le enviaron sus ofrendas para colaborar con su misión.
Lo que sí hizo el apóstol fue enseñar la bendición de dar y recibir.
Los que reciben enseñanza de la palabra de Dios deberían proveer a las necesidades de sus maestros, compartiendo todas las cosas buenas con ellos.
Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
Les «robé» a otras iglesias al aceptar sus contribuciones para poder servirlos a ustedes sin ningún costo. Cuando estuve con ustedes y no tenía lo suficiente para vivir, no llegué a ser una carga financiera para nadie. Pues los hermanos que llegaron de Macedonia me trajeron todo lo que necesitaba. Nunca he sido una carga para ustedes y jamás lo seré.
Fruto que abunde en vuestra cuenta
Fruto que abunde en vuestra cuenta
No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, sino que trato de aumentar el crédito a su cuenta.
El fruto que buscaba Pablo era el de la generosidad. Primeramente aclara que no busca dádivas, o más ofrendas, sino que la iglesia tenga frutos, indicando de esta manera que cuando un creyente ofrenda, su ofrenda es considerada un fruto de su vida cristiana.
Jesús dijo que “por los frutos se conoce el árbol” y más adelante volvió al tema diciendo “os he puesto para que llevéis mucho fruto”. De todos los demás frutos de la nueva vida en Cristo, no debemos olvidar éste.
Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
¿Qué quiso decir Pablo con “todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno”?
Podríamos decir que:
(1) Pablo tenía en cuenta los detalles administrativos. “De todo acuso recibo” (Taizé) “este es mi recibo por todo” (NBE)
(2) En segundo lugar, no tenía reparos en decir que vivía en la abundancia. “estoy lleno”; “tengo de sobra”; “estoy al colmo” (Nácar Colunga).
Su transparencia en todo es una inspiración para nosotros y para cada obrero del Señor.
¿A qué comparaba Pablo las ofrendas que recibió?
El apóstol Pablo comparó la ofrenda de los filipenses con los holocaustos que se quemaban en el altar del templo de Jerusalén, considerados reiterativamente en el Antiguo Testamento como “olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios”.
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
No se preocupen cuando den, porque Dios es el que suple toda necesidad.
Suplir significa “integrar lo que falta de algo; ponerse en lugar de alguien; reemplazar o sustituir una cosa por otra; abastecer”.
Pero en griego se emplea la palabra plhrwsei (plerósei) que significa “cumplirá, llevará a cabo, suplirá totalmente” todo lo que les falta”.
Otras versiones dicen “Mi Dios…cubrirá todas sus necesidades” (NBE) “Mi Dios, proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia” (BJ) Lo interesante es que Dios tiene con qué: “conforme a sus riquezas en gloria”
La gloria siempre a Dios…!
La gloria siempre a Dios…!
Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
“Gloria” significa “grandeza, esplendor, poder, magnificencia, señorío, honra, honor, alabanza; orgullo, satisfacción; luz, resplandor; la presencia de Dios revelada; Dios mismo”
Por lo tanto, cuando Pablo dijo “al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos, quiso decir todo esto en una sola palabra, y no por un momento, sino para siempre, eternamente, porque esto significa “por los siglos de los siglos”.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Igual que los filipenses, nosotros también podemos producir frutos de generosidad sembrando lo material en aquellos que tienen necesidad y más si son personas que nos enseñan y discipulan.