Jesús, superior a los ángeles.
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Como dijimos de los versículos anteriores, Dios habló al hombre en muchas ocasiones, en muchas maneras, y desde hace mucho tiempo.
Ya que el hombre no comprendió el mensaje, Dios envió a Su Hijo a hablar al hombre.
EL tema de la carta a los Hebreos es la superioridad de Jesús sobre todo y todos. Los versículos 5-14 del cap. 1 están enfocados es Su superioridad sobre los ángeles.
La primera porción del cap. 1 (1-4) concluyen con esta declaración:
siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.
Leer Heb 1:5-14
Esta porción comienza hablando de la superioridad de Su nombre.
La superioridad de Su nombre.
La superioridad de Su nombre.
Los nombres eran muy importantes para el pueblo judío. Dios se reveló al pueblo por Sus nombres: Elohim, El Shaddai, El Elyon, El Olam entre ellos.
Si Jesus es Dios, entonces Sus nombres deben mostrarlo.
Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: He aqui, la virgen concebira y dara a luz un hijo, y le pondran por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.
Jesus es la forma Griega de Yeshua o Yehoshua: “El Señor [Dios] salva”
Emmanuel, como el versículo mismo lo explica, significa “Dios con nosotros”.
El escritor de Hebreos sabía la importancia de los nombres! Él describió a Jesús como Hijo de Dios.
Él es llamado el Hijo de Dios.
Él es llamado el Hijo de Dios.
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MIO ERES TU?” 1:5a
El Hijo de Dios es un título de deidad, no una descripción de inferioridad. Indica que Jesús es de la misma esencia o substancia que el Padre.
Marcos, el evangelista, comienza su evangelio aplicando ese título a Jesús:
Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Es el título que Juan usa constantemente para hablar de Jesús.
Este versículo destruye la posición doctrinal de aquellos que creen que Jesús es un ángel hecho hombre: “¿a cual de los ángeles Dios ha llamado “Mi Hijo eres tú?
Él es llamado Dios.
Él es llamado Dios.
“Pero del Hijo dice: ‘Tu trono, Oh Dios, es por los siglos de los siglos,” 1:8a
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
La superioridad de Su ministerio.
La superioridad de Su ministerio.
Los ángeles le adoran.
Los ángeles le adoran.
“cuando trae al Primogénito al mundoa, dice: Y ADORENLE TODOS LOS ANGELES DE DIOS.” 1:6
Los ángeles, como parte de la Creación, fueron creados para adorar a Dios.
Bendecid al Señor, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato, obedeciendo la voz de su palabra.
Alabadle, todos sus ángeles; alabadle, todos sus ejércitos.
Si el Padre les dice que adoren al Hijo es porque Él es superior a ellos.
Al hombre le dice que no adore a ángeles:
Nadie os defraude de vuestro premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,
sino a Dios. El apóstol Juan se vio tentado a adorar al ángel que le habló en la Revelación, y las dos veces el ángel le dijo que la adoración es solamente para Dios:
Entonces caí a sus pies para adorarle. Y me dijo*: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostró estas cosas. Y me dijo*: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Los ángeles son Sus ministros.
Los ángeles son Sus ministros.
“Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO.” 1:7
Esa es una traducción del Salmo 104:4, que dice:
que hace de los vientos sus mensajeros, y de las llamas de fuego sus ministros.
Adorar tambien significa servir. Los ángeles son sus siervos, están a las ordenes de Jesús. Por eso Jesús cuando estaba a punto de ser arrestado, dijo a Sus discípulos:
¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
La superioridad de Su carácter.
La superioridad de Su carácter.
Él es el Creador.
Él es el Creador.
“Y: TU, SEÑOR, EN EL PRINCIPIO PUSISTE LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA, Y LOS CIELOS SON OBRA DE TUS MANOS.” 1:10
Toda la Creación, incluyendo los ángeles debe someterse a Cristo, porque Él los ha hecho. Él es el dueño y Señor de sus vidas.
Él es eterno.
Él es eterno.
“ELLOS [cielos y tierra] PERECERAN, PERO TU PERMANECES;” 11
“TU TRONO, OH DIOS, ES POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS,” 1:8a
Dicha eternidad no se refiere al trono mismo, sino a aquel que está entronado: el Hijo.
Para permanecer en el trono para siempre, Él tiene que existir para siempre, Él debe ser eterno.
“Y TUS AÑOS NO TENDRAN FIN.” 1:12c
Él es inmutable.
Él es inmutable.
Los cielos y la tierra, como un vestido, pueden ser cambiados y enrollados como un manto, ‘PERO TU ERES EL MISMO,” 1:12b
¿Son inmutables los ángeles? ¡No! Lucifer era el nombre del ángel que se convirtió en el diablo. El diablo engañó una tercera parte de los ángeles y ellos se convirtieron en demonios.
Toda la Creación está sujeta a cambios, pero Jesús es inmutable:
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
La superioridad de Su posición.
La superioridad de Su posición.
“Pero, ¿a cuál de los ángeles a diho jamás: ‘SIENTATE A MI DIESTRA…?’” 1:13a
“Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,” 1:3
La diestra es la posición de honor. Jesús se sentó al mismo nivel del Padre.
En el v. 6, Jesús es presentado como el Primogénito, no en el sentido de ser el primero de muchos hijos, sino como el “protótokos”, el heredero.
Aunque una mujer tuviera solamente un hijo, siempre se le llamaba el primogénito, debido a la implicación de sus derechos.
En la cultura judía, los derechos y responsabilidades del primogénito resultan en prestigio y estatus. Entre esos derechos, el “protótokos” tenía derecho al doble de la herencia, en comparación a sus hermanos.