La Prioridad del Matrimonio en la Familia
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Razones por la situación:
Razones por la situación:
Los bebés y niños precisan mas atención, por ende, mas tiempo. Mas tiempo = mas conexión.
Al pasar los años, si el matrimonio no se cuida bien, la conexión del matrimonio se va disolviendo. El marido encuentra mas satisfacción en el trabajo, la mujer en los niños.
El marido quizás se mueve al fondo a propósito, sin capacidad o interés en la crianza de los niños.
Los niños son capaces de jugar un padre contra el otro, así dividiendo lo que debería ser un equipo.
Aveces, suegros o abuelos interfieren y también causan desacuerdo y división en cuanto a la crianza de los niños.
Uno erróneamente cree diferentes mitos relacionados al tema:
No significa que la mujer tiene que priorizar a todo hombre. La relación con el marido es único.
No significa que la mujer tiene que obedecer silenciosamente al marido, aún si desafía principios bíblicos.
No significa dejar los niños sin protección o provisión.
Conceptos bíblicos por priorizar el matrimonio:
Conceptos bíblicos por priorizar el matrimonio:
La “ayuda idónea” (la parte correspondiente, el encaje diseñado) desde el principio, Gen. 2:18. Los hijos no pueden cumplir esa función, y se corrompe el diseño de Dios cuando se intenta.
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
“Una sola carne” sólo se aplica al matrimonio, Gen. 2:24. Los hijos tampoco pueden cumplir esa función.
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
El compromiso es por toda la vida, Mat. 19:6. La única razón por la que se da el divorcio es la dureza del corazón, Mat. 19:8. Ese compromiso de unión no existe entre padres e hijos, algún día se irán de la casa, serán independientes, y formarán sus propias familias. Este progreso es natural.
Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
Cuando Dios completó la creación, incluso la creación del hombre y la mujer concluyó declarando que todo era bueno (completa e intrínsecamente perfecta), Gen. 1:31. Aunque dio al hombre con la mujer el decreto de fructificar y multiplicar y llenar la tierra (1:27-28 implicando hijos), la creación estaba completa y perfecta aún sin la presencia de hijos.
Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
La prioridad del matrimonio es la única relación que se usa como cuadro de la unidad y paciente amor de Cristo con Su iglesia, Ef. 5:22-29.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Los pasajes prácticos del matrimonio siempre preceden alguna instrucción a los hijos, o aun de padres a hijos, Ef. 5:31-6:4; Col. 3:18-21. Aveces, ni se menciona a los hijos, 1 Ped. 3:1-7.
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,considerando vuestra conducta casta y respetuosa.Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
A la mujer siempre le es mandado a sujetarse (voluntariamente sometiéndose) a su esposo, no a sus hijos, 1 Cor. 11:3-4; Ef. 5:22; Col. 3:18; 1 Ped. 3:1.
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
La crianza de los niños es un trabajo en equipo, Prov. 1:8-9.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello.
Razones Prácticas por priorizar el matrimonio:
Razones Prácticas por priorizar el matrimonio:
Un día los hijos ya no estarán en la casa. Si no se prioriza desarrollar el matrimonio antes que se vayan, el gran vacío que pueden dejar llega a ser motivo de la terminación del matrimonio.
Al exaltar a los hijos por sobre el cónyuge, enseña al niño que el cónyuge realmente no es tan importante
Al poner el matrimonio por debajo de lo que debería, muestra a los hijos que el matrimonio no es tan importante como Dios dice.
Al poner los hijos sobre el matrimonio, enseña que los hijos mandan en la casa. Esto es perjudicial a la familia y a las futuras familias de los hijos.
Al priorizar el matrimonio, puede llegar a ser un cuadro hermoso del amor paciente y la unidad en Cristo, un tremendo ejemplo para seguir.
La mejor forma de amar a los hijos es amar al cónyuge como prioridad. Esto provee un firme fundamento sobre el cual los hijos pueden establecer sus propias familias.