EL AMOR QUE DIOS DEMANDA (1ª Juan 2:7-11)

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INTRODUCCIÓN
Predica 2
UN CREYENTE VERDADERO (1ª Juan 1:1-4)
Cuatro evidencias de tu salvación que te mostraran si eres un creyente verdadero.
1. El verdadero creyente cree en la divinidad y humanidad de Cristo v1-2a
2. El verdadero creyente tiene que proclamar el evangelio .v2b-3a
3. El verdadero creyente tiene una comunión verdadera con Dios y los hermanos .v3b
4. El verdadero creyente tiene un gozo pleno v4
Predica 3
EL ANDAR DEL CREYENTE VERDADERO (1ª Juan 1:5-10)
Seis características de un verdadero creyente que muestran tu comunión con Jesucristo
1. El verdadero creyente proclama la naturaleza de Dios v5
2. El verdadero creyente no anda en tinieblas y tiene comunión con Dios v6
3. El verdadero creyente anda en luz y tiene comunión con sus hermanos v7
4. El verdadero creyente reconoce ante Dios que es pecador v8
5. El verdadero creyente confiesa sus pecados a Dios y lo perdona v9
6. El verdadero creyente no ofende a Dios y acepta que ha pecado v10
Predica 4 (Capitulo 2)
EVITANDO EL PECADO (1ª Juan 2:1-2)
Dos oficios de Jesucristo que te ayudaran a evitar el pecado.
1. Un creyente verdadero tiene un Abogado Justo v1
2. Un creyente verdadero tiene un Sustituto Perfecto v2
Predica 5 y 6
LA CERTEZA DE LA SALVACIÓN (1ª Juan 2:3-6)
Cuatro acciones de ti creyente que te darán la certeza de tu Salvación
1. Obedecer la palabra de Dios te da la certeza de tu salvación v3
2. Conocer la palabra de Dios te da la certeza de tu salvación v4
3. Amar la palabra de Dios te da la certeza de tu salvación v5
4. Permanecer en la palabra de Dios te da la certeza de tu salvación v6
Predica 7
EL AMOR QUE DIOS DEMANDA (1ª Juan 2:3-6)
Tres marcas de un creyente verdadero que te ayudaran a mostrar el Amor de Dios hacia tus hermanos
1. Un verdadero creyente cree en la inmutabilidad del mandamiento del amor v7
2. Un verdadero creyente toma el ejemplo de Jesucristo para obedecer el mandamiento del amor v8
3. Un creyente verdadero hace un hábito de vida el mandamiento del amor v9-11
EL AMOR QUE DIOS DEMANDA (1ª Juan 2:7-11)
Tres aspectos de un creyente verdadero que te ayudan a mostrar el Amor de Dios hacia tus hermanos
1. Un verdadero creyente cree en la inmutabilidad del mandamiento del amor v7
2. Un verdadero creyente toma el ejemplo de Jesucristo para obedecer el mandamiento del amor v8
3. Un creyente verdadero hace un hábito de vida el mandamiento del amor v9-11
7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
1. Un verdadero creyente cree en la inmutabilidad del mandamiento del amor v7
7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
Los versículos anteriores (1ª Juan 2:3–6) hablaban de como expresar el amor a Dios; pero esta sección cambia y nos habla de cómo expresar el amor hacia los demás
Juan amplía la dualidad de la luz y la oscuridad para incluir los conceptos de amor y odio. Sin dejar espacio a la neutralidad. Los que aman activamente a los demás viven en la luz y no hacen nada que los lleve a actuar o tomar decisiones contrarias a la voluntad revelada de Dios en Jesucristo.
Juan hace una tersa transición de ideas al pasar de un párrafo al siguiente, Aquí nuevamente vemos el contraste de antiguo y nuevo, amplía la dualidad de la luz y la oscuridad para incluir los conceptos de amor y odio, pasa del tema del conocimiento de Dios, de cómo expresar el amor por Dios y de la obediencia a sus mandamientos al tema del amor hacia los demás.
Hermanos (1ª Juan. 2:7; 3:2, 21; 4:1, 7, 11): En la Biblia Reina Valera es adelphoi, pero la mejor traducción de Hermanos como podemos ver en otras versiones y en idioma original es “amados” agapetoi = quien es muy amado, querido, apreciado, valorado, Así que este término cariñoso donde Juan expresa el amor por aquellos a quien está escribiendo e incluso se observa hasta cuando los exhorta a amar a otros, así mismo lo hace para conseguir la atención favorable de sus lectores, pero sobre todo vemos como antes de mencionar el mandamiento del amor, lo pone en práctica.
no os escribo mandamiento nuevo,
Esta manera de escribir en contraste es una característica de los escritos de Juan. No dice a qué se refiere el mandamiento pero no hay duda alguna que se refiere al mandamiento del amor, que es a la vez nuevo y antiguo.
Cuando menciona el nuevo mandamiento no era nuevo en términos temporales, o tiempo cronológico, sino en cuanto a la calidad y actualidad.
No les está escribiendo para algo que nunca hayan escuchado antes, no está inventando o innovando algo, lo que está enseñando el apóstol es lo que Dios ha estado diciendo todo el tiempo, es decir, cuando el Señor Jesucristo dio ejemplo nuevo y definitivo en (Juan 13:34)
“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros”
sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído (enseñanza escuchada) desde el principio. (Mateo 5:43, Levítico 19:18, 34, Deuteronomio 6:5)
El mandamiento es antiguo en su forma pero nuevo en su realidad y vigencia. Es antiguo en el sentido de que ya lo conocían en el AT, sea que fueran judíos o gentiles y también los creyentes lo habían oído desde el principio de su fe, (Mateo 5:43-48)
Aunque la primera referencia es sin duda conocer el mensaje del evangelio al inicio de la vida cristiana, Juan señala que el mandamiento se remonta a Jesús, y después más atrás al pacto que Dios reveló al antiguo Israel.
Es decir, los lectores conocen este mandamiento desde el tiempo en que ellos oyeron por primera vez la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios, en el Antiguo y el Nuevo Testamento,
Dios estableció en términos inconfundibles la ley en Levítico 19:18
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”
Y Pablo al instruir a los romanos con relación al amor fraternal, citó el Decálogo en particular Levítico 19:18, en Romanos 13:8-10
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor
Y también en a lo largo del N.T menciona el amar a tu hermano
(1ª Tesalonicenses. 4:9; 1ª Pedro. 1:22; 4:8; 1ª Juan 3:23; 4:7, 21).
Hay un vínculo inseparable entre obedecer y amar a Dios y al prójimo; por eso Pablo declara “que el cumplimiento de la ley es el amor”.
Desde el principio esta frase como ya explicamos NO está relacionado a la creación del mundo descrito en Genesis, ni a la entrega que Dios hiciera de la ley de Moisés,
Está haciendo referencia al momento en que los discípulos escucharon por primera vez el mandamiento de Jesús de amarse unos a otros, y también se refiere al momento en que estas mismas enseñanzas fueron transmitidas a los creyentes, a quienes estaba escribiendo, es decir cuando iniciaron sus vidas como cristianos, (1ª Juan 2:24; 3:11). Esto se enseñaba desde el inicio, y no simplemente se trataba de una innovación reciente de Juan.
La palabra relacionada con el amor que ellos habían oído era el mandamiento antiguo, la enseñanza del Antiguo Testamento sobre el amor, la cual Jesús ya había reiterado (Mt. 22:34–40; Mr. 12:28–34; cp. Mt. 5:43–48; Lc. 6:27–36).
Cuando los lectores de Juan comenzaron con su cristianismo se habrían comprometido a obedecer la ley de Dios, a amarlo, y a amar a los demás, todo lo cual Jesús había enseñado y ejemplificado durante su ministerio terrenal (Mt. 5:1–7:27; 16:24–27; Lc. 10:29–37).
La enseñanza de Juan era por consiguiente parte de la instrucción ética a lo largo de toda la revelación divina, y era así como los lectores la habían oído dese el inicio de sus vidas cristianas. La obediencia a esa instrucción era la prueba de la realidad de que se habían convertido, y además constituía un elemento básico en la sumisión general de todo aquel que está en Jesucristo y que voluntariamente se somete a su señorío (Mt. 7:21–23; Lc. 6:46; 9:22–26).
En otras palabras, los apóstoles habían sido fieles al enseñar a otros lo que habían escuchado de Jesús desde el comienzo de su ministerio para que su comienzo fuera lo más cercano posible a los apóstoles. Dado que en esos días circulaban muchas doctrinas nuevas y extrañas, Juan animaba a los creyentes a permanecer en las enseñanzas primarias y fundamentales de los apóstoles.
APLICACIÓN:
Como vemos este mandamiento es inmutable, vemos que no ha cambiado desde el A.T, por lo tanto, no puedes decir que nunca lo has escuchado, y que por eso no amas a tu hermano, tampoco puedes justificarte diciendo que no lo amas por que el tampoco te ama, o por tu temperamento no te lo permite, o porque a ti te enseñaron de manera distinta a tratar a tus hermanos.
O porque las malas experiencias te han dejado herido, o simplemente porque no quieres hacerlo.
Y no solamente nos referimos a los hermanos en la iglesia, sino también a las personas en tu casa, a tu esposa, hijos, hermanos de sangre, madre, padre, etc.
Pero no te preocupes vamos a prender como podemos amarlos, y eso será por medio del ejemplo que Cristo nos dejó en su palabra.
2. Un verdadero creyente toma el ejemplo de Jesucristo para obedecer el mandamiento del amor v8
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo (Juan 15:12), que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
“que es verdadero en él”. Juan se refiere indirectamente a Jesús. En el contexto ya lo había mencionado directamente cuando dijo: “El que dice que permanece en él debe andar como lo hizo Jesús” (2:6).
La supuesta novedad del mandamiento, es que se manifiesta verdaderamente en Jesucristo y, aunque Dios dijo quiero que ames a tu prójimo como a ti mismo, aunque estaba claro y aunque era muy, muy conocido por los Judíos que el amor era un requisito y que si amaban NO iban a violar los mandamientos, aunque eso estaba claro en las Escrituras, NUNCA ese amor se había manifestado tan claramente como para ser visto en su perfección como en Jesucristo. Así que ese es el punto de la declaración “que es verdadera en Él”
1ª Juan 3:14-16
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.
16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Efesios 5:1-2
1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
En otras palabras, ese nivel de la perfección de ese amor nadie pudo entenderlo hasta que fue personificado en Jesucristo. Él había amado a Sus discípulos a la perfección, esa es la manera de traducirlo. Él los había amado a la perfección divina y había sido visto de muchas maneras. (Juan 13:1-30; Lucas 22:24). El mundo nunca había visto ese amor perfecto hasta que Jesús lo mostró.
Nadie cumple con el estándar por lo que nunca podremos encontrar ese amor perfecto hacia los demás hasta que lo veamos en Jesús.
MacArthur dice y cito
“Estos hombres indignos de amor. Los amaba absolutamente a la perfección. Los amaba a un nivel que no es posible para nosotros. Y esa es la novedad de este antiguo mandamiento, que se ve como manifiesto en Jesucristo por primera vez.” Fin de la cita.
porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra»,” es una alusión a Jesús, la luz del mundo (Jn 1:9; 8:12; 9:5); cuando menciona el verbo pasando; que significa (dejar de existir, morir, desaparecer), lo que entonces les está diciendo es que las tinieblas no han desaparecido todavía; están siendo disipadas por medio de la luz del evangelio de Cristo, así que Juan les presenta dos mundos: el verdadero, que es permanente y está lleno de luz, y el otro, que es pasajero y está lleno de tinieblas.
Así que cuando ellos recibieron el evangelio en sus vidas fueron alumbrados y sacados de las tinieblas en las que vivían, la palabra tinieblas en el original se refiere a oscurecimiento de la mente o del espíritu, ignorancia en lo moral y espiritual, así mismo Juan lo usa como una categoría que incluye todo lo que está en enemistad Dios, lo terrenal y demoníaco.
Hechos 26:18
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Isaías 9:2
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
APLICACIÓN:
Vemos que el ejemplo de Jesucristo de como amo sus discípulos independientemente de cómo le fallaron, mostraron imperfección, así como nosotros somo imperfectos, y pesar de todo eso él nos ama.
Pregúntate, realmente estas amando a tus hermanos como Cristo lo hizo con sus discípulos, si aun lo haces o solo haces con ciertas personas, entonces, debemos tomar el ejemplo de Jesús para amar a nuestros hermanos, ahora sabemos y entendemos que a pesar de que somos imperfectos, pecadores redimidos Cristo nos ama, y sabemos cuando fallamos, cuando ofendemos a las personas, cristiano o no cristiano, esposas, hijos, familiares enemigos.
Y Dios nos da una nueva oportunidad mediante Cristo que nos sigue limpiando, Dios nos sigue perdonando, por medio de nuestro abogado justo, Jesús, si nos ponemos a pensar en su Santidad y en nuestra pecaminosidad, debemos caer de rodillas arrepentidos.
Y comenzar a obedecer el mandamiento del amor, comenzar a tomar el ejemplo de Jesucristo nos dejó y que podemos verlo en su palabra, de esa manera comenzaremos hacer este mandamiento un hábito en nuestras vidas.
3. Un creyente verdadero hace un hábito de vida el mandamiento del amor v9-11
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas: habla de una costumbre habitual ya establecida. El odio es la evidencia de la oscuridad; y la palabra aborrecer en el original significa fuerte aversión, rechazo, repugnancia, despreciar, descuidar, desatender. Estos NO son términos de emoción sino actitudes y comportamientos hacia los demás, en hechos que descuidan el amor, la ayuda y el sacrificio.
Juan expone la mentira de las presunciones de algunos miembros del grupo que no eran verdaderamente cristianos. Y esto ya lo había hecho con respecto a la comunión (1:6), al pecado (1:8), a los pecados (1:10), y al conocimiento de Dios (2:4). En cada caso desafió con la verdad a la herejía, a los falsos maestros, a los gnósticos. Aquí hace lo mismo ahora con respecto al amor.
Vemos como los que se habían separado de las enseñanzas de Jesús rechazaban a Juan y la comunidad de creyentes asociados con él, mientras afirmaban vivir una vida iluminada, pero algo que Juan deja en claro es que es imposible andar en luz y aborrecer a tu hermano.
Recordemos que los falsos maestros de la época de Juan afirmaban con arrogancia que tenían un conocimiento superior acerca de la naturaleza divina y comunión con la deidad, pero esto solo producía desprecio por las personas comunes y no iluminadas.
Sin embargo, la mayoría de los cristianos, de los cuales eran esclavos o miembros de la clase trabajadora (1 Co. 1:26–29), constituían los verdaderos iluminados que demostraban su verdadero conocimiento de Dios puesto que no solo se amaban unos a otros, sino que se extendían en amor hacia los perdidos en las tinieblas del pecado (Mt. 5:44; Lc. 6:27, 35).
Lo que Juan dice a su audiencia es que NO hay matices de gris cuando se trata sobre la relación de un individuo con Dios, o se está en la luz o en la oscuridad, o uno ama a su hermano o lo odia. Cuando alguien está en la luz, está capacitado para amar, por Jesucristo nos dio el ejemplo y Él nos capacita a través de su palabra. El que está en tinieblas no tiene capacidad para amar, porque, como veremos más adelante, sus ojos han sido cegados por la oscuridad.
El comentarista Daniel L Akin dice y cito:
Lo que tenemos aquí son personas con una conexión visible, aunque temporal, con la iglesia. Sin embargo, su comportamiento hace evidente que nunca han salido de la oscuridad. Odian a los que llamaban o llaman hermanos. La conclusión es clara: están perdidos. Nunca se han regenerado. Fin de la cita
La gravedad de esta situación es que el que dice estar en la luz pero no ama a su hermano es engañado y en realidad es miembro del reino de las tinieblas.
Pero Juan con buen tacto les deja la puerta abierta para que puedan arrepentirse y venir a la luz. El escribe que ellos están “aún” en tinieblas. Pero No necesitan permanecer allí. Son bienvenidos al conocimiento de las verdad, a vivir una vida piadosa, a amar a los miembros de la iglesia y a vivir a la luz del evangelio.
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
El amor es la evidencia de la salvación del creyente y de su conocimiento personal de la verdad y de la luz. Si uno ama a sus hermanos, permanece en la luz y es evidencia de que conoce a Dios y tiene comunión con Jesucristo.
Skandalon literalmente es trampa, tentación, lo que te hace caer en pecado, pero el significado aquí es que no hay razón para caer, es decir, la persona puede ver lo que hay a lo largo del camino, en él no hay mancha ni falta
Los cristianos pueden caminar sin tropezar porque ven hacia dónde van y el resultado es que no hacen que otros caigan.
No se puede forzar el amor, más bien es una expresión que fluye de un corazón regenerado por el amor y el poder de Jesús que se expresa en compasión y servicio hacia otros. El mandamiento de Cristo es que nos amemos unos a otros como él nos amó.
El autor expresa amor por sus lectores en el contexto de la exhortación a amarse unos a otros en obediencia al mandamiento de Jesús, exhorta a que hagas un hábito en tu vida el amar a tus hermanos.
11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Juan reitera a su audiencia que los gnósticos pensaban que estaban iluminados, pero que en realidad estaban oscurecidos por sus supuestas iluminaciones. Y que hacían afirmaciones maravillosas, como "Yo conozco a Dios", "Yo permanezco en él" y "Estoy en la luz".
Pero la realidad era que su rechazo hacia Juan y los otros creyentes demostraba que estaban mintiendo. Y aunque conocían las enseñanzas de Jesús comunicadas por Juan e incluso se habían apropiado de algunas de las ideas más centrales: como conocer a Dios, permanecer en Dios y vivir en la luz.
Así que los gnósticos odiaban profundamente a los que eran fieles a la palabra de Dios. Esto demostraba que estaban en tinieblas, y que andaban en tinieblas, y que no sabían dónde iban, porque las tinieblas les habían cegado los ojos.
Pero también Juan les hace notar a los cristianos que cualquiera que odie a otro hermano o hermana todavía vive y camina en tinieblas. En el contexto de esta epístola, Juan también se estaba refiriendo a aquellos que habían dejado la comunión de la iglesia y por lo tanto rechazaron a Juan y a quienes estaban con él. Decían amar a Dios, pero odiaban a los otros hijos de Dios. Como tal, Juan percibió que vivían en tinieblas espirituales.
Proverbios 4:19:
«El camino de los malvados es como densa oscuridad; no saben qué es lo que les hace tropezar»
El Apóstol les muestra que la oscuridad no es neutral; provoca ceguera espiritual y moral. La oscuridad, la ausencia de luz, es la ausencia de Dios en la vida de uno.
Cualquiera, por tanto, que no conoce a Dios, permanece en tinieblas, es decir, en ignorancia moral, espiritual. Jesús había advertido a los líderes judíos de su época que la luz que pensaban que tenían era oscuridad (Mateo 6:23), lo que significaba que sus verdades religiosas los habían cegado a la iluminación espiritual.
Sin embargo, todas estas afirmaciones son probadas por la adhesión a un mandamiento, también presentado por Jesús y registrado por Juan en su Evangelio: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, deben amarse unos a otros” (Juan 13: 34–35).
Aquellos que dejaron la comunidad de compañerismo lo hicieron por orgullo espiritual. Menospreciaron a los creyentes “comunes” que solo tenían un conocimiento “común” de Dios. Muchas personas con este tipo de inclinación gnóstica se habían infiltrado en las iglesias y, de una forma u otra, interrumpieron la comunión al afirmar que tenían un conocimiento espiritual superior al enseñado por los apóstoles. Juan señaló que estas personas fueron engañadas, viviendo en la oscuridad, no en la luz.
APLICACIÓN:
A través del tiempo, muchos abandonan la comunidad cristiana por algún culto y piensan que, espiritualmente hablando, están muy por delante de los verdaderos hijos de Dios, piensa que lo que hacen es una verdadera obediencia y adoración a Dios
Pero la realidad es que todo el tiempo están en la oscuridad. Sus mentes están tan oscurecidas que no saben a dónde van. La ironía de Juan vuelve a mostrarse: ¡los que defienden un conocimiento superior son los que no saben! Tales personas están en tinieblas, no en luz, en pecado y no en comunión con Dios
Así que solo puedes estar en uno de los dos grupos, de los que están en la luz o de los que están en tinieblas, de los que aman a sus hermanos o de los que aborrecen a sus hermanos.
Si crees estar dentro del primer grupo: el amor hacia los hermanos debe ser el mismo que nos enseñó Jesucristo.
Pero hermano quiero decirte que el amor no son responsabilidades, no es lo que tú necesitas, el amor no demanda y no exige, el amor da, sirve, es sacrificial
Pero si aún sigues con tu ira, con tu forma de hablar agresiva, burlona, tu comportamiento no es adecuado, no das servicio sino que demandas que te sirvan, o quieres servir en lo que tú quieras, si no eres considerado con los hermanos, sino buscas la necesidad de tu hermano para cubrirla, o si solo buscas que llenen tu necesidad.
Si todavía eres áspero, grosero, haces pasar vergüenza en privado o en público a cualquier persona, si aún usas palabras indebidas, ofensivas, todo esto NO es problema de tu temperamento. Actúas así porque sigues en tinieblas, y no has nacido de nuevo, no eres hijo de Dios.
Aún tienen la oportunidad de estar en luz verdadera, es decir en Jesucristo quien a través de el nos reconcilia con Dios, ya que el nos mostró el mas grande Amor al dar a su hijo, quien murió por nuestros pecados, crucificado, derramo su sangre, tuvo un muerte violenta, la cual nosotros merecíamos
Y que resucito y ahora esta reinando con su Padre, solamente por medio de el podrás ser librado del castigo eterno, y si es su voluntad pondrá en ti fe en Jesucristo y arrepentimiento de tus pecados.
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