CONSEJERÍA BÍBLICA
CONCEPTOS.
CONTENCIÓN EMOCIONAL.- Su objetivo es tranquilizar y estimular la confianza de una persona que se encuentra afectada por una fuerte crisis emocional. (EMPATÍCA Y ESCUCHA ACTIVA)
PSICOTERAPIA INDIVIDUAL.- Es el tratamiento a través de métodos psicológicos de problemas de naturaleza emocional, en donde una persona (el paciente) establece deliberadamente una «relación profesional» con otra persona (el terapeuta) que le ayudará a remover y modificar síntomas de malestar ya existentes, prevenir algunos otros, mediatizar comportamientos y promover el crecimiento personal.
CONSEJERÍA BÍBLICA.- Es el proceso mediante el cual guiamos a la persona a encontrar soluciones a la luz de las escrituras.
MINISTRACIÓN.- Es la obra del Espíritu Santo quien tiene la capacidad de cambiar la conducta del ser humano.
PROPÓSITO DEL ÁREA DE CONTENCIÓN Y CONSEJERÍA BÍBLICA. El área de contención emocional y consejería Bíblica de ALN tiene como propósito brindar contención emocional, consejería Bíblica y ministración a casos específicos delegados por el equipo Pastoral, a fin de contender, aconsejar y ministrar a las personas hasta ayudarles a superar o encontrar una salida Bíblica a una situación especifica.
LA SUPREMACÍA DE LAS ESCRITURAS.
¿QUE ES CONSEJERÍA BÍBLICA?
Es aquella que tiene como fundamento las Sagradas escrituras.
2. Es aquella en la que interviene el Espíritu Santo.
3. Es aquella que parte de una antropología Bíblica.
TIPOS DE CONSEJERÍA
2. CONSEJERÍA DE CONSUELO. (Paraklética)
a. Es aquella que se enfoca en dar apoyo y aliento en las situaciones difíciles de la vida.
CONSEJERÍA DE GUÍA. (Jodegos)
Es aquella que se enfoca en proporcionar una perspectiva Bíblica de la vida para la toma de decisiones.
CARACTERÍSTICAS DEL CONSEJERO.
INTEGRIDAD.
HUMILDAD.
MANSEDUMBRE.
BONDAD.
RESPETO.
PACIENCIA.
CONOCIMIENTO DE LA PALABRA.
SABIDURÍA.
TEMOR DE DIOS.
FE.
AUTENTICIDAD.
HABILIDADES DEL CONSEJERO.
SABER ESCUCHAR.
TENER EMPATÍA.
TENER AMOR.
TÉCNICAS DE LA CONSEJERÍA.
OBSERVACIÓN.
En sesiones de consejería se debe observar muy bien al aconsejado, tanto sus expresiones, gestos y postura, como el tono en que dicen las cosas. “Algunas expresiones de su rostro revelan claramente enojo, dolor u otras emociones. Otras veces mueven su silla más cerca del escritorio o mas lejos que cuando entraron a la habitación. Unas veces una pareja mueven sus sillas para alejarse algo uno del otro. Otras ocasiones las familias se ubican a sí mismas de un modo que revelan quien está con buenas relaciones y quién no; o cuál de los hijos es favorecido por los padres. El aconsejado en cierto momento frota los brazos de su silla o mira al piso cuando el consejero menciona algo en particular”71.
2. EXPEDIENTES
Este tipo de instrumentos se utiliza especialmente cuando se da consejería en forma formal, ya sean pastores, consejeros educativos, etc. Proporciona una visión progresiva del desarrollo de los aconsejados. Incluye los datos personales, antecedentes familiares, historia escolar, datos sobre salud, resultados de tests, etc.
3. ENTREVISTA.
Es la conversación entre dos o más personas, al menos el entrevistado y el entrevistador en forma dinámica para buscar información. Según Adams, “debido ha que el aconsejar es autoritativo, tiene que ser también directivo. La palabra que usa el nuevo testamento para aconsejar (nouthesia) implica dirección escritural”72 por tanto el tipo de entrevista debe ser directiva, guiada por el mismo consejero.
Los formularios, inventarios y tests también son buenas formas de recoger información acerca de la persona.
TÉCNICAS PARA USAR EN UNA ENTREVISTA.
RETROALIMENTACIÓN.
El retroalimentar es una forma de asegurarse que no haya una interpretación errónea. Básicamente, es decirle al aconsejado en nuestras palabras lo que se entendió acerca de lo que este último dijo
2. PREGUNTAS.
Lo mejor es utilizar preguntas abiertas para que estás arrojen mayor información para analizar el problema.
Dado que ya sabemos que la razón por la que las personas entran en problemas es el pecado, el énfasis debe caer en el “¿Qué?” y no en el “¿Por qué?”. El “¿Por qué?” lleva a especular y a evitar la propia responsabilidad, en cambio el “¿Que?” lleva a solucionar los problemas. Ej. “¿Qué se hizo? ¿Qué ha estado haciendo usted? ¿Qué se puede hacer para rectificarlo? ¿Qué se puede hacer en esta situación? ¿Qué es lo que dice Dios que se puede hacer en esta situación? ¿Cuáles deberían ser las futuras respuestas?”.
3. TOMAR APUNTES.
El consejero puede tomar apuntes en medio de la sesión. Esto es bueno especialmente cuando el problema es muy grande, y han surgido varias cosas que usted considera que deben ser tratadas en otra sesión
4. EL SILENCIO.
Un buen consejero sabe manejar los silencios. Sabe que son momentos donde se puede dar la oportunidad al aconsejado para pensar ya sea en sus acciones para una decisión, o por si está olvidando algún detalle. Smalling le llama la “pausa incomoda”73. De este modo, el silencio puede ser importante en un momento determinado.
5. DESHABITUACIÓN Y REHABITUACIÓN.
Muchas veces un aconsejado cuando tiene problemas con su conducta, necesita cambiar hábitos pecaminosos por otros que no lo son, a esto le llamamos dinámica de deshabituación y rehabituación, y en forma bíblica podemos llamarle “despojaos del viejo hombre, y vestíos del nuevo hombre” (Ef 4:17–32). Por lo que el consejero muchas veces en un plan debe hacer una lista de cosas para despojarse y otras para vestirse para el aconsejado, es decir, hábitos pecaminosos que quitar, con conductas cristianas que deben substituirlas.
6. LAS TAREAS O TRABAJOS EN CASA.
El dejar tareas es una forma de ayudar a los aconsejados a resolver sus problemas. Con ello se gana tiempo de trabajo para el consejero, y al mismo tiempo se estimula al aconsejado a no depender tanto del consejero, ya que el consejero lo está discipulando para que él mismo pueda resolver sus propios problemas según los métodos de Dios.
Entre las múltiples tareas a sugerir están:
• El estudio o lectura de ciertos pasajes bíblicos o de temas relacionados con su problema.
• Hacer un devocional personal, basado en Proverbios, y apuntar los versículos relacionados con su problema.
• Leer libros o artículos asignados u oyen algún mensaje grabado, y escriben lo que han aprendido.
• La oración, no sólo en forma regular, sino como parte de la solución de un problema. Por ejemplo, se puede asignar a un aconsejado que cuando este desanimado haga una oración (Lc 18:1).
• Hacer un diario especial donde el aconsejado escriba sus reacciones y la manifestación hacia un problema en particular.
• Las hojas de deshabituación/rehabituación.
• Listas de pecados propios, fortalezas, dones, habilidades, formas de complacerse el uno al otro, etc.
• Test o inventarios de algún tipo. Por ejemplo, el Cuestionario Houts-Wagner sobre dones espirituales74.
• Horarios, planes, presupuestos, etc.
• Las mesas de diálogo: los miembros de la familia se sientan en una mesa cada noche y hablan de sus problemas. Las reglas son simples: “El padre llama a la mesa, y en general, como cabeza del hogar, está a cargo de la reunión. La madre debe actuar como secretaria y anotar las cosas. El diálogo se abre y se ha de terminar con una oración. Se estudia la Biblia durante la mesa diálogo, para descubrir la voluntad de Dios con respecto a las cuestiones entre los participantes”75. Es conveniente iniciar con los propios fallos, e indicar como rectificarlos.
• Modelos y Entrevistas (Fil 4:9; Fil 3:17), es decir, asignar que vean como otra persona o familia realiza algo. Por ejemplo, que vean como una familia hacen su culto familiar o como resuelven sus diferencias. Otro ejemplo, podría ser que entrevisten a una familia y que estos cuenten como criaron a sus hijos tan obedientes76.
• Tomar una segunda luna de miel para renovar votos matrimoniales.
FASES DE LA CONSEJERÍA.
PREPARACIÓN PREVIA.
INICIO DE SESIÓN.
En está parte se saluda a la persona, puede haber una presentación personal de ambas partes (en caso de no conocerse), y en caso de ser necesario muchas veces hay que romper el hielo con algunas preguntas no tan relacionadas con la problemática.
Es importante siempre iniciar puntualmente las sesiones ya que esto le refleja a la otra persona que hay un verdadero interés en ayudarle en su situación.
RECOLECCIÓN DE DATOS.
En esta parte la persona va a contar al consejero su problema. Puede que en muchos casos el consejero deba hacer preguntas al aconsejado para poder tener una mejor visión del problema. En el caso de ser una situación de crisis las preguntas que realice el consejero van a ser claves. Aquí es de suma importancia que se maneje bien la toma de apuntes para que pueda recoger los datos de una manera precisa
IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA.
En está etapa el consejero debe identificar bíblicamente el problema, basado en los datos que conoce. La Biblia le pone nombre a los diferentes problemas humanos, por lo tanto, debemos identificar los términos que utiliza para describir los problemas que enfrentamos en la consejería. Esto nos ayuda a identificar sus causas y su solución.
Cuando hemos identificado el problema, debemos comunicarlo al aconsejado. Aquí ya habremos determinado que tipo de consejería debemos de utilizar, si es de consuelo, de amonestación o de guía. De cualquier manera hay que explicarle el problema de manera bíblica, y hacer que el aconsejado entienda el problema de la forma en que lo ve Dios.
SOLUCIÓN DEL PROBLEMA.
Luego de identificar desde el punto de vista de la Escritura, cuál es el problema del aconsejado ello debe buscar la solución bíblica del problema, y buscar como llevar esa solución bíblica a la práctica.
Desde la primera sesión el consejero debe dar una respuesta bíblica, eso incluye dar esperanza de que el problema tiene solución en Cristo, pedir que deben cambiarse las conductas pecaminosas, y dar bases bíblicas sobre los diferentes problemas que se enfrentan.
INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA SESIÓN.
Cada sesión debe tener su propio objetivo y agenda, aunque siempre se debe estar abierto a la flexibilidad de alterar, agregar o posponer algo de la agenda. Como cierre de la sesión podemos resumir lo que se ha logrado y decidido en la sesión. Podemos asignar trabajo para la casa (en caso de ser necesario), esto, nos ayuda a que la persona vaya poniendo en práctica lo aprendido y además, a que sea más rápido el proceso
SEGUIMIENTO.
El seguimiento debe darse siempre, independientemente de que se trate de un proceso de varias sesiones o de una sola. Siempre es recomendable preguntar a la persona, ¿Cómo fue con el plan diseñado? ¿Qué sucedió con la decisión bíblica tomada? ¿Se logró lo propuesto? ¿Cuáles obstáculos se han presentado?. Y por supuesto, también podemos seguir orando por el aconsejado y sus problemas.