Cristo, Nuestro modelo

Exposición Secuencial de Efesios   •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 325 views

Propósito: Animar a los hermanos de la iglesia UNIFAM Izcalli a involucrarse activamente en el evangelismo, oración, y al estudio sistemático y personal de la Biblia, tomando como catalizador la obra de Cristo y las profecías veterotestamentarias y predicaciones neotestamentarias, que de Él se refieren.

Notes
Transcript
Handout
Efesios 2.17–22 LBLA
Y vino y anuncio paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca; porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
¿Alguna vez han notado que su forma de hablar se parece a la de alguien más? ¿Te has preguntado cómo es algunas actividades que antes no hacías, o que considerabas sin sentido, ahora son las que más haces?
Bueno, Pablo responde esta pregunta en los versículos que vamos a considerar esta mañana. Recordando un poco lo que vimos cuando iniciamos a estudiar la carta a los efesios, Efesios 1-3 está perfectamente estructurada para mostrarnos que lo que somos delante de Dios, con algunas verdades que como cristianos debemos poner en práctica. Pero Efesios 4-6 está igualmente estructurada para mostrarnos cómo es que debemos vivir esas verdades en nuestro diario vivir, con algunas verdades acerca de lo que somos delante de Dios. Por ello, la sección que estudiaremos en esta mañana se encuentra en la primera mitad de la carta, pues Pablo ha venido construyendo desde el comienzo de la carta un argumento para demostrar que tú y yo, sin importar la familia o status económico del que vengamos, somos parte de un solo cuerpo, somos parte de un solo pueblo, junto con todos los judíos y efesios que creyeron en el evangelio de Cristo.
Y esta mañana quiero utilizar los minutos que tenemos para animarte a ti, hermano o hermana que me escuchas, a que imites lo que hizo Jesús, no solo a durante su vida, sino mayormente después de Su muerte. Por tal razón, puse como título a este sermón: Cristo, nuestro Modelo, porque en los versículos Ef. 2.17-22, vamos a ver dos aspectos de la Vida y Obra de nuestro Señor Jesús, con la intención de que tú salgas de este lugar haciendo lo que Él hizo, y creciendo tal y cómo Él lo ha ordenando. En primer lugar, no enseña, Yo hice, tú me imitas (v.17-18); y en segundo lugar, YO Soy, y tú eres (v.19-22).
Veamos, primeramente, lo que hizo nuestro Señor Jesús, y cómo podemos imitarlo.

Yo hice, tú me imitas (17-18)

Efesios 2.17 LBLA
Y vino y anuncio paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca;
Pablo continúa con la idea que había desarrollado en Ef. 2.11-16, en los cuales demostró que tanto gentiles y judíos son un solo pueblo, y un solo cuerpo. Dice el final de Ef. 2.16, que Cristo, “por medio de Su cruz, dio muerte en ella la enemistad”. Esa paz en la que ahora vivían los gentiles con los judíos, fue posible gracias a la Obra Vicaria de Cristo en la cruz. Cuando Cristo murió, la enemistad entre los hombres murió también. “Y, esa paz que existe entre ustedes, viniendo Cristo anunció ese buen mensaje de la paz a los que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca.”
¿Qué significa eso de “vino y anunció”?
Es necesario que sepamos, mis hermanos, que existen algunas interpretaciones en este versículo. Algunos piensan que este “vino” de Jesús se refiere a Su encarnación, cuando Dios se hizo hombre (Jn.1.14), y que el “anunció la paz” se refiere al Ministerio terrenal de Jesús durante tres años. Otros creen que ese “anunció la paz” se refiere al momento en que resucitó y se les apareció a los discípulos y los saludó diciendo “La paz sea con ustedes” (Lc.24.36). Pero, aunque todas esa interpretaciones parecen ser muy acertadas, lo que realmente Pablo está teniendo en mente tiene que ver con lo que viene hablando desde el Ef.2.14, 15 .
Ef. 2.14 - “El es nuestra paz
Ef. 2.15 - “Él hizo la paz
Ef. 2.17 - “Él anunció la paz
Lo que Pablo nos quiere decir es que Cristo no solo es la Fuente de nuestra Paz (v.14), ni únicamente el Medio de nuestra Paz (v.15), sino que Cristo mismo es también el Anunciador de paz (v.17). Cristo mismo viene a ser el cumplimiento de lo que años atrás se había profetizado por medio el profeta Isaías:
Isaías 52.7 RVR60
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
Y más adelante, en Is. 57.18-19 también habla el profeta para decir:
Isaías 57.18–19 LBLA
He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y le daré consuelo a él y a los que con él lloran, poniendo alabanza en los labios. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca —dice el Señor—y yo lo sanaré.
¿Qué aprendemos de esto? ¿Cómo podemos imitar esta Obra tan maravillosa?

· Anuncia la paz

Hermano, mío, al disfrutar la paz que en Cristo tienes entre tú y Dios, estás obligado a hablar de esa paz al mundo. La palabra que Pablo utiliza aquí para “anunciar las buenas nuevas de paz”, está utilizando la palabra griega “εὐαγγελίζω”, la cual se traduce a nuestro castellano “evangelizo”. Es deber de todo ser cristiano evangelizar, hablar de las buenas nuevas de paz a todas las personas. De hecho, se espera que todo cristiano lo haga. Pero, desafortunadamente, la evangelización se ha convertido en una actividad que únicamente los pastores, o aquellos que tienen el “don de evangelista”, deben hacer. George Barna, un investigador cristiano escribió lo siguiente en su libro “Diario de Discipulado”:
Como criaturas en búsqueda del placer y la comodidad, ponemos énfasis en aquellas dimensiones y actividades en las que nos sentimos más capaces y seguros. Así, a pesar del mandato divino de compartir la Palabra, muchos cristianos redirigen sus energías a áreas de actividad espiritual que son más satisfactorias y en las que tienen mayores probabilidades de alcanzar el éxito.
¿Qué vas a hacer tú ahora que sabes no solo fue el Salvador, sino también el Evangelista?
¿Compartirás el evangelio con tu hermano no creyente? ¿Con tu cónyuge? ¿Con tu compañero de trabajo? ¿Maestro o vecino?
Y Pablo continua con esta idea, en el versículo 18, al decir que como se anunció la paz a gentiles y a judíos, ahora todos tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre”.

· Entra a la presencia de Dios (v.18)

Efesios 2.18 LBLA
porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
Me encanta este versículo. No solo porque está mencionada la Trinidad en este solo versículo. “por medio de Él (2da Persona, Dios Hijo) los unos y los otros tenemos entrada al Padre (Dios Padre, 1ra Persona) por un mismo Espíritu (Dios Espíritu Santo, 3ra Persona)”. Me encanta este versículo porque describe el hermoso privilegio que gozamos todos los que venimos a Cristo. Nuestras versiones mencionan la palabra “entrada”, y la BTX lo traduce como “derecho a entrar”; pero la NTV utiliza la palabra “acceso”. Creo que esta última versión, la NTV, tradujo la mejor palabra porque no solo existe una entrada a la presencia de Dios, sino que ese derecho a entrar, ese “acceso” está bloqueado por nuestro pecado, y estamos imposibilitados para entrar en la presencia de Dios (Ro.3.23). Para explicar esto, vamos a Hebreos 4.14-16 (no pierdan de vista Efesios, vamos a volver a nuestro pasaje).
El autor de la carta a los hebreos está haciendo referencia al ritual judío que se realizaba el día 10 del mes Ethaním, conocido en Lv.16 como el día de la Expiación (heb. Yom Kipúr). En este día, el sumo sacerdote realizaba un sacrificio para perdón de pecado por todo el pueblo. Una vez al año, el Sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo, y rociaba la sangre del cordero sobre el Arca del Pacto. El Sumo Sacerdote debía realizarlo primero por sí mismo, y para hacerlo él debía vestir una túnica especial, con unas pequeñas campanas en la falta de su túnica, y se le amarraba una cuerda en el pie.
¿Por qué?
Porque si su sacrificio no era aceptado por Dios, el Sumo Sacerdote moría en ese momento que entraba en el Lugar Santísimo. Por eso tenían campanitas en su ropa, para escuchar desde el Lugar Santo que seguía vivo. Si éste moría, nadie podía entrar al Lugar Santísimo a sacar el cuerpo, así que lo jalaban con la cuerda.
¿Te imaginas entrar en la presencia de Dios, cada año, a presentar un sacrificio para pedir perdón por ti, y después, si no moriste, presentar otro sacrificio por el pueblo?
¿Te imaginas el temor que tenían los Sumos Sacerdotes cuando eran escogidos para ese oficio?
¿Lo harías tú?
Hebreos 4.14–16 LBLA
Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
El autor de Hebreos nos dice que hubo un “Gran Sumo sacerdote que traspasó (RVR60) los cielos...” y que ahora podemos “acercarnos confiadamente al trono de la gracia”. Lo mismo que dijo Pablo, “tenemos acceso a Dios el Padre por medio de Jesucristo”. Hebreos nos dice que Cristo es nuestro Sumo Sacerdote. Efesios nos dice que Jesús es por medio de quien tenemos acceso. Y así cómo Él está en la presencia de Dios, entronizado a la diestra de Dios, tú y yo tenemos (Presente Continuo Activo Indicativo) acceso al Padre por el mismo Espíritu.” Es decir, únicamente a través de Dios, podemos tener acceso a Dios, porque Dios nos ha dado esa capacidad de hacerlo. Voy a decirlo de esta manera para que se entienda: tú y yo, desde que creímos, Dios nos dio Su Espíritu para capacitarnos para estar en la presencia de Dios.
¿Vas ahora a desaprovechar esta gran oportunidad de tener acceso a Dios cuando quieras, sin la necesidad de que alguien lo haga por ti?
¿Vas a dedicarte a disfrutar de este privilegio que como hijo de Dios tienes?
Jesús lo hizo, y ahora tú y yo podemos imitarlo. Pero Pablo nos enseñará, en segundo lugar, sabiendo quien es Jesús, nosotros podemos actuar.

YO SOY, y tú eres (19-22)

Así que”. Pablo viene a concluir lo que ha venido argumentando desde Ef. 2.14. Y para poder entender este punto de YO SOY, y tú eres, vamos a dejar Ef. 2.19 al final. De este modo, vamos a considerar Dos “YO SOY, y Un “Tú eres”.

YO SOY el Fundamento y la Piedra Angular (v.20)

Efesios 2.20 LBLA
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,
¿De qué trata la Biblia? ¿Cuál es el tema principal de la Biblia?
¿Alguno de ustedes ha visto la película “El sexto sentido”? La película en que trata de un niño que puede ver y hablar con gente que ha muerto. ¿Cuántos fueron engañados con esa película? La verdad es que todos han sido engañados con esa película, porque nadie se imagina que al final resulte que el doctor está muerto. ¿Qué pasa cuando ves de nuevo esa película? Ahora prestas atención a los detalles, porque ya conoces el final.
Lo mismo sucede cuando tú y yo nos acercamos a la Biblia. Hay una sola historia. Hay un solo personaje al que todos los sesenta y seis libros apunta.
Lucas 24.25–27 LBLA
Entonces Jesús les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria? Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras.
Y más adelante, en Lc. 24.44-49 lo explica a sus discípulos:
Lucas 24.44–49 LBLA
Y les dijo: Esto es lo que yo os decía cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.
¿Dónde estaba escrito acerca de Jesús?

Hablado por los profetas

Pablo nos dice que fue hablado por los profetas. Mis hermanos, desde Génesis, en la creación del primer hombre, Adán, estaba profetizado que vendría el Segundo Adán, Cristo (Ro. 5.14). Cuando Dios sentenció a la serpiente en el huerto, dijo que la Simiente de Eva, Cristo, le aplastaría la cabeza (Gn. 3.15). Cuando Abraham iba a sacrificar a su hijo amado, pero un cordero fue puesto como intercambio para que el Isaac no muriera, estaba apuntando al Hijo Eterno de Dios, que sería el Cordero puesto por Dios como intercambio por nosotros (Gn.22.13-14). La Pascua en Egipto (Éx. 12), el Tabernáculo (Éx. 26), el Día de la Expiación (Lv. 16), las Ciudades de Refugio en Números 35, el Pariente Redentor que Booz figuró (Rut 3), el Hijo de David que gobernaría para siempre (2Sa. 7.11-14), el Siervo Sufriente en Isaías 53, el Hijo de Hombre que vio Ezequiel (Ez. 1.26-28), el Cuarto varón en el horno con los amigos de Daniel (Dn. 3); y la lista podría seguir sin tener tiempo para terminarla.
Mis amados hermanos, desde el principio hasta el fin del Antiguo Testamento se habla de Alguien que habría de venir. Todos los escogidos por Dios hablaron de Él, y lo esperaron con ansias, aunque no vieron ese cumplimiento. Pero, no se queda ahí, hermanos. Los hombres neotestamentarios también hablaron de Él, pero ahora hablando de Aquel que vino.

Predicado por los apóstoles

Pablo nos dice, además, que Jesús fue predicado por los apóstoles. Mateo se refiere a Él como el Rey esperado, Marcos lo ve como el Siervo Sufriente de Dios, Lucas como el Hijo de Hombre que viene a salvar a los gentiles, y Juan lo ve como el Hijo de Dios, Dios hecho carne (Jn.1.14). Pablo se refiere en Romanos como el Segundo Adán, en Corintios como nuestra Libertad, Gálatas como el Descendiente de Abraham, en Efesios como la Cabeza de la Iglesia, el autor de los Hebreos lo ve como Nuestro Sumo Sacerdote, Juan en sus cartas y Apocalipsis lo ve como el Rey Victorioso que va a venir. Todos los escritores del Nuevo Testamento, mis hermanos, vieron el cumplimiento de las profecías de del Antiguo Testamento en Jesucristo. Por eso Juan el Bautista dijo en Jn.1.29¡Miren! ¡Aquí está el Cordero de Dios! Ese cordero que cada año era sacrificado para cubrir nuestro pecado, era solo la sombra de Él, que está aquí. Él es el Cordero de Dios, no solo que cubre nuestro pecado, SINO QUE LO QUITA. ¡Quita el pecado del mundo! Aquí está, ya llegó.
De modo que, mis hermanos, lo que los profetas hablaron, construyendo desde el comienzo; y lo que los apóstoles predicaron, construyendo con sufrimiento y pasión, se une en UNA PERSONA: CRISTO. Por eso Pablo lo llama como la Piedra Angular. Esa piedra que usaban los constructores para sostener la edificio. Así, mis hermanos, el Nuevo Testamento habla de lo que estaba oculto en el Antiguo Testamento; mientras que el Antiguo Testamento habla de lo que ya está revelado en el Nuevo Testamento.

YO SOY el Edificio (v.21-22)

Efesios 2.21–22 LBLA
en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Notemos que Pablo continúa con la idea de un “edificio”. Y este edificio, no solo fue edificada con el fundamento únicamente, sino que también “va creciendo para ser un templo santo en el Señor”. Mis hermanos, este edificio que Pablo está mencionando es la Iglesia. A lo largo de la historia, desde el primer siglo hasta el siglo XXI en el que nos encontramos, el Señor ha hecho crecer a Su Iglesia, a pesar de los momentos oscuros en los cuales ha pasado. Muchos han intentado detenerla, otros incluso han querido dar muerte a la Iglesia. Y varios lo han logrado. Pero, como alguien lo dijo, y muy acertadamente:
La iglesia puede morir por el ataque del mundo; pero Dios sabe perfectamente cuál es la salida de la muerte, pues Él la venció. Así que, la iglesia se levanta una y otra vez porque el Señor es quien la levanta.
No voy a profundizar en esta verdad, porque Pablo va a desarrollar más profundamente esta verdad. Pero lo que debe despertarnos el día de hoy es que la intención, el propósito por el cual surgió la Iglesia es para crecer. Así como la intención al alimentar a un bebé recién nacido es para que crezca y se convierta en un hombre o mujer madura, igualmente la Iglesia debiera de crecer para formarse en un organismo activo y productivo que se mueva y crezca más y más. Pero, cada domingo seguimos siendo los mismos. Cada mes seguimos asistiendo las mismas personas. Cada año seguimos alimentándonos con leche, cuando ya tenemos edad para ingerir alimentos más sólidos. ¿Para qué? Para que cuando lleguen más nuevas personas, entonces los que ya comemos alimento sólido, podamos alimentar con leche a los recién nacidos en la fe. Entonces, éstos crecerán y harán lo mismo, alimentando a los demás. Como lo dijo Charles H. Spurgeon:
La iglesia de Cristo necesita de una banda de buenos tiradores, que tomen a las personas una por una, y vigilen a todos los que entren en el (edificio), para que, sin molestarlas, se aseguren de que no salgan de allí sin una advertencia personal, una invitación personal y una exhortación personal a venir a Cristo.
La iglesia tiene el propósito de crecer.
Iglesia UNIFAM Izcalli, ¿estás creciendo?
Pero ¿qué hay de nosotros? ¿Dónde entramos tú y yo?

TÚ ERES conciudadano (v.19)

Efesios 2.19 LBLA
Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios,
A esta conclusión llega Pablo. “Somos conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. Los efesios estaban excluidos de la nacionalidad de Israel, por ser ciudadanos de Éfeso. Lo mismo tú y yo, al ser nacionalmente Mexicanos, con costumbres y tradiciones mexicanas, somos totalmente ajenos a la nación de Israel. Pero, lo que Pablo está diciendo aquí es que somos conciudadanos “de los santos”. Es decir, compartimos la misma nacionalidad que todos los creyentes en Cristo. Somos conciudadanos de los santos en la Israel Celestial. Nosotros somos esa Israel Espiritual que en el Antiguo Testamento se profetizaba. Y por ser conciudadanos, somos también miembros de la familia de Dios”. Por eso todos nosotros nos hablamos como “hermano o hermana”, porque todos somos miembros de la misma familia, y tenemos como Padre a Dios, y a Cristo como nuestro hermano mayor (Ro.8.29).

Aplicación.

Para terminar, mis queridos hermanos, hay que recordar que estamos privilegiados por ser la Israel Espiritual, y miembros de la familia de Dios; pero eso también conlleva ciertas responsabilidades. Recuerdas como el ABC de la vida cristiana
A - Anuncia la paz así como Cristo vino y la anunció. No te pierdas la hermosa experiencia de hablar de Cristo a la gente. ¿Tienes familiares no creyentes? ¿Compañeros de trabajo? ¿Amigos? Háblales de Cristo.
B - Busca intimidad con el Señor. Recuerda que ahora ya tienes acceso a la presencia de Dios, y puedes acercarte a Él cuando quieras, y donde quieras. El WhatsApp de la oración con Dios siempre está en línea. Él nunca te dejará en visto. Siempre tiene datos para escucharte y responderte.
C - Crece para ser un templo santo. No te conforme con lo que ya sabes acerca de Cristo y Su evangelio. Lee tu Biblia, lee libros cristianos de teología, toma cursos, reúnete con alguien para hablar y aprender más sobre las Escrituras. Estás llamado para crecer en conocimiento, por eso Dios nos ordena a amarlo con “toda nuestra mente”.
Pero, tú mi amigo, tú que sigues sin creer en el evangelio. ¿Todavía vas a endurecer tu corazón para no venir y rendirte a los pies de Jesús? Has escuchado ésta mañana el evangelio. Jesucristo vino a la tierra para que tú supieras que puedes estar en paz con Dios. Date cuenta de la terrible condición en la que te encuentras. Date cuenta de que te encuentras en guerra con tu Creador, y Él nunca ha perdido una batalla. Oh, mi amigo, ven a Cristo y ya no seas un extranjero. Hoy puedes ser parte de la familia de Dios, si vienes a Cristo en arrepentimiento y fe. Ven a Cristo. No dejes pasar un día más. Ven a Cristo.
Related Media
See more
Related Sermons
See more