Fija tu mirada

Hebreos 12.1–2 RVR60

1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Pablo visualizaba un estadio lleno de personas viendo una carrera y en esa carrera quienes corremos somos nosotros.

Pablo le llama la carrera de la fe.

2 Timoteo 4.7 NTV

7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel.

Para Pablo la buena batalla y carrera no era cuantos demonios se habían sujetado, cuantas predicaciones había hecho, cuan perseguido había sido, cuan traicionado había sido, a cuantos lugares lo habían invitado a predicar o cantar o ministrar sino cuan fiel había sido en la carrera que estaba corriendo.

El no quería que lo recordaran por sus logros sino por su fidelidad a Dios y el fruto de ésta.

Por eso, los hijos de Dios no preguntamos hasta donde vamos a llegar sino como la fe nos sostendrá en esta gran carrera.

Una carrerra donde tenemos una “gran nube de testigos” no son público sino testigos que nos observan correr.

El publico te aplaude cuando lo haces bien y te abuchea cuando lo hacen mal, los testigos son aquellos que tienen en su cuerpo la evidencia de haberse caído y haberse levantado, no están allí para aplaudir, sino su simple presencia te hacen saber que no hay nada imposible, que se puede.

Los testigos te dicen te entiendo yo pasé por allí y saldrás de esta más cuando tu verdad presente es “más que victorioso”

Quienes son esos testigos: bueno son muchos, Pablo los menciona en el capitulo 11 de Hebreos:

Abel

Enoc

Noé

Abraham

Isaac

Jacob

Moises

Josué

Rahab

Gedeón

Barac

Sansón

Jefté

David

Samuel

Los profetas

Hebreos 11.32–38 NTV

32 ¿Cuánto más les tengo que decir? Se necesitaría demasiado tiempo para contarles acerca de la fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y todos los profetas. 33 Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, 34 apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros. 35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto. Sin embargo, otros fueron torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad. Ellos pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección. 36 Algunos fueron ridiculizados y sus espaldas fueron laceradas con látigos; otros fueron encadenados en prisiones. 37 Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierra y a otros los mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y oprimidos y maltratados. 38 Este mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, se escondieron en cuevas y hoyos de la tierra.

Esos eran la gran nube de testigos de la que hablaba Pablo, de la cual hoy sabemos que el, los discípulos y cada mártir se encuentran en las gradas mirándote correr esta carrera de la fe.

Miren bien su resumé....

saben cómo nos vemos delante de ellos quejándonos por estupideces, cuando ellos pasaron todos esos procesos.

Interesante que todos los que menciona Pablo ninguno recibió lo que esperaban.

Hebreos 11.39 NTV

39 Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido.

Por que lo que Dios les había prometido había sido reservado para su Iglesia, Cristo en nosotros esperanza de gloria.

Ahora, ¿Qué había sostenido a todas estas personas en su carrera? la fe.

“Y la fe tiene que ver con la vista”

Hebreos 11.1 NTV

1 La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.

La fe es ver en lo espiritual lo que no se ve en lo natural.

Fe no es exigirle a Dios que cumpla tus caprichos, sino ver a Dios en lo que estoy viviendo.

El problema es, ¿Qué es lo que estamos viendo? lo que se ve o lo que no se ve.

Pablo da 4 consejos para la carrera:

Hebreos 12.1 RVR60

1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Despojarnos de todo peso(aquellas cosas que a un atleta le impiden correr bien) un atleta debe llevar y tener solo lo necesario. Quitemos los excesos

Despojarnos del pecado que nos asedia - no hay manera de correr si estamos mirando lo que no debemos mirar. La palabra asediar es “distraer con facilidad”

Pablo está diciendo para que corras bien delante de los testigos que tenemos en las gradas lo primero que debes hacer es mirar lo excesos que cargas y lo otros es quitar las distracciones que te harán fallar en la asignación. Especialmente aquellas relacionadas al pecado.

Correr con paciencia - Paciencia en el original es la Facultad de una planta para vivir bajo circunstancias duras y desfavorables. La paciencia no tiene que ver con pasividad, no es hacer silencio y detenerse, sino seguir corriendo en medio de la tormenta sin detenerse y resistiendo las circunstancias duras de la vida.

4. Fijar la mirada en Jesús-

Hebreos 12.2 RVR60

2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

4. Fijar la mirada -Esto significa mirar sin desviar la mirada de un punto y olvidando o dejando de prestar atención a todo lo demás.

Hebreos 11.24–26 RVR60

24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

rehuso llamarse hijo de la hija del faraón (posiciones importantes)

prefirió ser rechazado, burlado y maltratado en lugar de ser participe de los deleites temporales del pecado

le importó más Cristo que las riquezas

¿Por qué?

Hebreos 11.27 RVR60

27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.

se sostenía viendo al invisible

No le importó posiciones, ni caerle bien a todos, ni las riquezas solo le importaba tener puesta la mirada en Galardón.

Pablo ahora está diciendo: Esta gente que tenemos como testigos corrieron la carrera con fe, esperando un galardón que nunca recibieron, por que ese galardón era para nosotros. Ahora ellos están viendo si corremos desenfocados o mirando lo que ellos no pudieron ver.

Fijar la mirada en Jesús, es verlo a tal punto que todo lo demás no exista.

Es no tener ojos para nadie más que para el

Filipenses 3.13–14 NTV

13 No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así 14 avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.