Superioridad de Su ejemplo.
Hebreos • Sermon • Submitted
0 ratings
· 17 viewsNotes
Transcript
Todo el mundo reconoce que el ejemplo habla más fuerte que las palabras. El ejemplo justifica, apoya, y le da peso las palabras.
¡Palabras sin ejemplo no valen nada! Son como el tamo que rueda con cualquier viento, o la paja que vuela con el viento.
El escritor de Hebreos habla de la superioridad de Jesús sobre todos los que vinieron antes que Él (los profetas), sobre el mensaje que ellos predicaron, y sobre los ángeles.
En esta segunda parte del cap. 2 nos hace ver la superioridad del ejemplo de Jesús.
Leer Heb 2:10-18
Estos versículos hablan de la superioridad del ejemplo de Jesús, la cual es mostrada en tres aspectos:
Ejemplo de humildad.
Ejemplo de humildad.
“por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él igualmente participó de lo mismo,” 2:14a
Jesús se hizo hombre.
Jesús se hizo hombre.
Ese el el más grande acto de humildad: el Creador se hizo criatura. Y no solo criatura, sino hombre. Entre los seres con raciocino, el hombre es la criatura inferior. En cuanto a poder y orden de creación, debajo de Dios están los ángeles; y debajo de los ángeles, está el hombre.
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
La encarnación, el Hijo de Dios haciéndose “carne y sangre”, fue el más grande ejemplo de humildad.
el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Jesús se hizo siervo.
Jesús se hizo siervo.
Y aún entre los hombres, no tomó forma de rey sino la posición más baja en la escala social de ese tiempo: siervo.
Entre siervos o esclavos también había una escala jerárquica: generalmente, el de más confianza era aquel que había estado más tiempo con el amo; y el más nuevo era el más bajo en la escala.
Entre las responsabilidades del sirviente más bajo en la escala estaba la de lavar los pies del amo y de los visitantes. Esa es la posición que, en su humildad, Jesús tomó.
En la última cena con sus discípulos, les lavó los pies:
se levantó* de la cena y se quitó* su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.
Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
¡Que gran ejemplo de humildad! ¡El amo lavando los pies de los siervos!
Ejemplo de sacrificio.
Ejemplo de sacrificio.
“coronado de gloria a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.” 2:9b
“aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria hiciera perfecto por los padecimientos al autor de la salvación.” 2:10
Un sacrificio como ningún otro.
Un sacrificio como ningún otro.
El Creador (“por quien son todas las cosas”), el Dueño y Señor (de quien son todas las cosas”), el autor de la salvación fue también el ejecutor de ese plan. Pero para llevarlo a ejecución era necesario sacrificar su vida en la cruz, soportando el castigo que el pecador merecía, y todos los sufrimientos anteriores a la crucificción (latigazos, golpes, burlas, etc.)
Su sacrificio era con propósito.
Su sacrificio era con propósito.
Ese sacrificio tenía un principal propósito: “llevar a muchos a la gloria”. El ejemplo de sacrificarse por el bienestar del pecador.
Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
No eran los ángeles los beneficarios de la muerte de Cristo sino el hombre que cree y pone su fe en Cristo.
Parte del propósito era:
“librar a los que por temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham.” 2:15-16
¿Quiénes son la descendencia de Abraham? ¡Los creyentes!
Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
El objetivo de Su sacrificio apunta a otro ejemplo de humildad: nos llama “hermanos”:
“por lo cual Él no se averguenza de llamarlos hermanos, diciendo: ANUNCIARÉ TU NOMBRE A MIS HERMANOS,” 2:11-12
Ejemplo de santidad.
Ejemplo de santidad.
Jesús vivió sin pecado.
Jesús vivió sin pecado.
“Pues por cuanto Él mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados.” 2:18
Dos capítulos más adelante, el escritor añade:
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.
Esa es santidad perfecta, santidad que solamente pertenece a Dios.
Esa santidad era necesaria para que su sacrificio en la cruz fuera aceptado por el Padre. El cordero sacrificado tenía que ser perfecto y sin mancha.
Fue ejemplo para que vivamos en santidad.
Fue ejemplo para que vivamos en santidad.
“Ser tentado en todo, pero sin pecado” es un ejemplo para que el cristiano sepa que es posible vencer las tentaciones y vivir en santidad.
De acuerdo al verso 11, “el que santifica” nos ha santificado,
Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad.
Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
Santificados significa que Él nos ha apartado para Dios, para que vivamos de acuerdo al ejemplo que Él nos dio.
¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
“¡De tal palo, tal astilla!” dice el dicho común. Si decimos que somos hijos de Dios, debemos seguir el ejemplo de nuestro Señor y hermano mayor. Como lo expresa el apóstol Pedro:
sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.
El ejemplo de humildad, sacrificio, y santidad de Jesús son cosas que todo aquel que clama conocerle debe imitar.