Tengo un Secreto

Creo que Todos estamos familiarizados con una caja como ésta. Normalmente se ponen en los concursos o en los video juegos. En cada una de las ocasiones en las que las vemos, esta caja oculta algo en su interior, pero ninguno de nosotros sabemos lo que contiene hasta que lo abrimos. El día de hoy ocurre algo muy similar. Dentro de esta caja hay un secreto, un misterio que solo yo conozco, y ustedes no podrían saber lo que hay dentro a menos de que yo abra esta caja y les revele el misterio que guarda.

Pues esto es precisamente lo que Pablo nos va a hablar en los versículos de Efesios 3.1-6.

Efesios 3.1–6 LBLA

Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de vosotros los gentiles (si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para vosotros; que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes os escribí brevemente. En vista de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio de Cristo, que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio,

¡Tengo un Secreto! nos dice Pablo, y eso es lo que hablaremos el día de hoy: ¡Tengo Un Secreto! Pero ocurre algo muy interesante en este párrafo que va desde Ef.3.1-13, y se trata de un extenso paréntesis que va desde Ef. 3.2 hasta Ef. 3.13. Realmente debería leerse así: “Por esta razón yo Pablo, prisionero de Jesucristo en beneficio de ustedes los gentiles (Ef.3.1)… doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef.3.14). Esa es la idea general del párrafo.

¿Qué es lo que Pablo habla en estos doce versículos que los pone dentro del paréntesis?

Lo que Pablo va a hablar desde Ef. 3.2-13 se trata de una descripción de dos bendiciones que “por la gracia que se le ha dado” de parte de Dios. La primera bendición, lo que estudiaremos hoy, habla acerca de la Bendición de la revelación del misterio (Ef.3.1-6); mientras que la segunda bendición trata acerca de la “Privilegiada obligación de anunciar ese misterio” (Ef.3.7-13), lo cual hablaremos la próxima semana.

El día de hoy, vamos a ver dos bendiciones que así como Pablo tenemos por ser hijos de Dios. En primer lugar, Tenemos un encargo especial (v.1-2), y en segundo lugar, Tenemos un misterio revelado (v.3-6).

Tenemos un encargo especial (v.1-2)

Efesios 3.1 LBLA

Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de vosotros los gentiles

“Por esta causa”. De esta manera es que Pablo comienza el capítulo, en el cual quiere describir lo que ahora la Iglesia de Cristo debe enfocarse en buscar. En Efesios 1-2 el enfoque de Pablo era demostrarle a los creyentes-gentiles de Éfeso lo que Dios había hecho, pero ahora en Efesios 3 Pablo va a hablar acerca de lo que los creyentes-gentiles de Éfeso debían hacer. Me llama la atención que Pablo menciona su nombre en el versículo diciendo “Por esta razón, yo Pablo...” Pablo utiliza esta expresión en cinco ocasiones más (si quieren apuntar las citas, 2Co. 10.1; Ga. 5.2; Col. 1.23 1Tes. 2.18; Flm. 19), y en cada una de estas ocasiones, al igual que en Ef.3.1, Pablo la usa para para hablar más como hermano de los gentiles, que como apóstol y autoridad.

Él se refiere a sí mismo como “prisionero de Jesucristo” como la condición en la que se encontraba. La próxima semana vamos a ver más a fondo sobre la persona de Pablo, quién era y lo que hizo, pero es necesario hablar sobre el encarcelamiento de Pablo, al menos por ahora desde su perspectiva que menciona en Ef.3.1. Los efesios sabían perfectamente que Pablo estaba encarcelado en Roma cuando les escribió esta carta, pues antes de que su arresto sucediera, en Hch.20, Pablo se despide. Él les dice en ese capítulo de Hechos que jamás volverían a ver su rostro. Y Lucas, quien escribió el libro de los Hechos, menciona, a partir de Hechos 22 hasta Hechos 28, cómo Pablo fue llevado y juzgado por los judíos, haciendo acusaciones falsas sobre él. Estando en Cesarea, antes de ser juzgado dijo que era ciudadano romano de nacimiento (Hch. 22.28), y que apelaba al César, el emperador Nerón que en ese tiempo gobernaba (Hch. 25.8). Esto lo llevó a Roma, donde en arraigo domiciliario (Hch. 28.16), paso por dos años recibiendo gente "predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.” (Hch 28.31). Fue entonces, bajo el gobierno de Nerón que Pablo fue encarcelado en Roma.

¿Por qué menciono todo esto?

Porque Pablo mismo reconoce que quien estaba detrás de su encarcelamiento estaba Dios, dirigiendo todo. Noten cómo lo describe en su defensa ante el rey Agripa II en Hechos 26.6-7

Hechos de los Apóstoles 26.6–7 LBLA

Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres: que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente a Dios noche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos.

Pablo sabía perfectamente que el Gran Orquestador de su vida era Dios, no Nerón, ni los judíos, ni siquiera él mismo. Todo lo que vivía, ya sea bueno y agradable así como lo difícil y desagradable era dirigido por Dios. Pablo creía en la Soberanía Absoluta de Dios, y por eso es que dice que era “prisionero de Cristo”. Y como lo mencionó en Hch.26.6 “por la esperanza de la promesa hecha por Dios soy sometido a juicio”. Un comentarista (WIlliam Hendriksen) comentó que

Efesios 1. La iglesia debe esforzarse para declarar la maravillosa sabiduría de Dios a los principados y potencias en los lugares celestiales (3:1–13)

todos los pormenores de su apresamiento, así como sus resultados, fuese sentencia de muerte o absolución, están en las manos que fueron horadadas en favor del prisionero, las mismas manos que controlan el universo entero en bien de la iglesia (1:22).

¡Qué confianza de este hombre! Pero también nos dice Pablo que este encarcelamiento era “a favor de los gentiles”. La versión que uso dice que fue “por amor a ustedes los gentiles” (NBLA). Y básicamente lo que está diciendo Pablo es que sus prisiones tenían como objetivo hacer crecer a los hermanos.

¿En qué sentido la prisión de Pablo favorecía o beneficiaba a los cristianos?

Pablo responde esto en Filipenses 1, dándonos tres formas en las que el sufrimiento de la iglesia hace crecer a la iglesia:

Fil. 1.7 - Genera un sentido especial de comunión en la gracia.

Fil. 1.14 - Sirve de estímulo para aquellos que no tiene valentía suficiente para evangelizar a otros en un ambiente de oposición, y lo hicieran viendo el ejemplo del apóstol.

Fil. 1.19 - Incrementa el deseo de pasar tiempo en oración unos por otros.

Es por eso que Pablo toca el punto de sus prisiones, abriendo su corazón a los efesios y que vean y sientan el gran amor por ellos que tenía Pablo. Y aquí es donde comienza el paréntesis que mencioné al principio.

Efesios 3.2 LBLA

(si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para vosotros;

Podría confundirnos un poco la manera en la que Pablo comienza este versículo. Cuando escuchas una frase que inicia con un “si”, normalmente entendemos que se refiere a algo hipotético, o que se pone en duda algo. Por ejemplo, Si eres mexicano, entonces tienes derecho a ejercer y practicar la religión que quieras por la “Libertad del Culto” en la constitución”. Esta frase es cierta, porque en nuestra Constitución estipula esa libertad. Pero se pone en duda la validez de esa libertad si tú no eres mexicano. Lo mismo parece ocurrir en Ef.3.2, pues Pablo parece que pone en duda que los efesios “han oído de la dispensación de la gracia de Dios”. Pero, el problema con esta traducción es precisamente eso, que pone en duda que los efesios hayan escuchado el evangelio y recibido el mensaje. Pero recordemos que Pablo pasó tres años trabajando en Éfeso, día y noche con muchas lágrimas (Hch. 20.31).

La Nueva Traducción Viviente es la única versión que ha traducido correctamente este versículo, porque las palabras que Pablo usa no significan “si es que...”, sino más bien se refiere a un “puesto que...”. Escuchen cómo lo tradujo la NTV: “A propósito, doy por sentado que ustedes saben que Dios me encargó de manera especial extenderles su gracia a ustedes, los gentiles”. Y de hecho, no hay mucha necesidad de explicar este versículo, pues la NTV captó bien la idea y lo expresó en palabras más simples. Lo único que puedo agregar es que la palabra “administración” se refiere a ese plan de gracia que Dios tenía preparado, pero que soberanamente le había sido dada a Pablo por gracia. Fue Pablo quien recibió el encargo de administrar la gracia de Dios, pero no como si Pablo fuera el intermediador entre Dios y los hombres. Mas bien se refiere a que Pablo debía comunicar la realidad de la gracia salvadora mediante la proclamación del evangelio. Y tú y yo somos los encargados de hablarle a la gente de la gracia de Dios, a través del evangelio.

¿A cuántos le predicaste el evangelio durante la semana? ¿Has sido un buen vocero, una buena vocera del evangelio en este mundo perdido?

Tenemos un encargo especial, así como Pablo. Esforcémonos en cumplirlo. Y esto nos lleva de la mano a nuestro segundo encabezado: Tenemos un secreto revelado (v.3-6).

Tenemos un secreto revelado (3-6)

Efesios 3.3 LBLA

que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes os escribí brevemente.

Pablo quiere que los Efesios entiendan a qué se está refiriendo. Y es interesante que Pablo repite la frase “que me fue dado”, tanto en el V.2, como en el V.3. En Ef.3.2 Pablo dice que le fue dada la administración de la gracia. En Ef.3.3 dice que le fue dado a conocer por revelación divina el misterio. Para nosotros, un misterio tiene la idea de un secreto, algo escondido (así como la caja misteriosa que traje). Sin embargo, para un griego, cuando escuchaba la palabra “misterio” entendía que se trataba de algo que estaba a simple vista, no guardado celosamente sino que siempre ha estado allí. Se usaba comúnmente para hablar acerca de algunas verdades que estaban ocultas para aquellos que no pertenecían a la secta o grupo. A través de una iniciación, la persona entonces podía conocer los secretos que estaban ocultos para la gente común.

Pero para Pablo la palabra misterio tenía otro enfoque. Como John Stott lo dijo:

El mensaje de Efesios 1. La revelación divina a Pablo o el misterio que se le ha dado a conocer | 3:1–6

los ‘misterios’ cristianos son verdades que, aunque están más allá del descubrimiento humano, han sido reveladas por Dios, y por lo tanto pertenecen abiertamente a toda la iglesia. Más sencillamente, mystērion es una verdad escondida del conocimiento o la comprensión humana, pero descubierta por la revelación de Dios.

Y precisamente eso es lo que Pablo a a decirnos en los versículos Ef.3.3-6: Hay un Misterio revelado por Dios; un Misterio revelado ahora; y finalmente, ese Misterio revelado es la Iglesia.

Misterio revelado por Dios (v.3-4)

Efesios 3.3–4 LBLA

que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes os escribí brevemente. En vista de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio de Cristo,

Pablo fue y siempre será un hombre que recibió mucho de parte del Señor. Aquí nos abre su corazón al decirnos que Dios quiso revelarle a él, y no a nadie más, esa verdad que había estado allí, pero que era imposible conocerla a menos que Dios decidiera revelarla. Mis hermanos, es muy importante que entendamos esto, porque muchos el día de hoy están en búsqueda de nuevas experiencias, nuevas revelaciones que les muestren más acerca de las cosas espirituales. Vivimos en una sociedad donde los mismos evangélicos hacen más caso a lo emocional, a lo sensorial, a cómo tal canción los hace sentir, cómo tal predicador o “pastora” habla sin prestar atención a lo que habla. Pero John Owen, un teólogo puritano, lo expresó muy acertadamente:

Si hay revelaciones privadas que están de acuerdo con las Escrituras, tales revelaciones son innecesarias; si están en contra de las Escrituras entonces son falsas”

Pablo mismo dijo, que tal revelación había sido escrita brevemente, es decir, que ya Pablo les había informado acerca de esa revelación, acerca de ese misterio. Y esto no es otra cosa que una fuerte evidencia de que Dios, en Su Excelente y Soberana Sabiduría escogió a hombres como Pablo para mostrar Su carácter y Su plan. Mis hermanos, se ocupó de dejar un registro escrito de las verdades fundamentales para que Su Iglesia las conociera y las enseñara a lo largo de las edades. Y puede que algunos vengan a decirnos que “No es importante la doctrina. No me interesa escuchar doctrina. Lo que me interesa escuchar es lo práctico, lo que concierne a mi vida. Solo enséñame a ser un mejor esposo, una mejor esposa. Solo dime cómo dirigirme en mi vida cristiana. Pero no me enseñes doctrina.”

Oh, mis hermanos, debemos entender que la Biblia, la Palabra inspirada plena y verbalmente por Dios nos enseña todas esas cosas, pero sin divorciar la doctrina.

¿Sabían, mis hermanos, que la palabra doctrina se menciona o enseñanza 46 veces, de las cuales 25 de esas están en las cartas de Pablo?

Además, es muy interesante que en toda la carta de Pablo a los Efesios, no hay una sola orden en los primeros tres capítulos, sino solo éstas se encuentran se encuentran entre Efesios 4-6.

¿No hay un fuerte énfasis en la doctrina en los escritores del NT?

¿No era para Pablo importante hablar acerca de lo que Dios le ha revelado a él para crecimiento de los efesios?

¿Lo es para ti?

Misterio revelado ahora (v.5)

Efesios 3.5 LBLA

que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu;

Esto es muy interesante, porque la semana pasada ya habíamos hablado acerca de que los profetas del AT habían hablado de que Cristo iba a venir. Pero aquí Pablo nos está diciendo que tal misterio no era claro, no estaba revelado en esos tiempos. El apóstol Pedro en su primera carta nos dice que:

1 Pedro 1.10–12 LBLA

Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar.

Veámoslo de esta manera:

Hay algo en teología que se llama “Revelación Progresiva”. Ésta enseña que Dios fue revelando poco a poco Su plan, dando pequeños detalles de Su Voluntad a través de Sus escritores. Es como si cuando habló Dios con Adán y Eva, ellos podían ver únicamente a través de un orificio. Así, cuando se le apareció a Abraham, ese orificio se hizo más grande. Con Moisés, en la Ley, Dios añadió más revelación. Lo mismo con Samuel, David, y con cada uno de los profetas, Dios fue añadiendo más revelación de Su voluntad, y el orificio se fue haciendo más grande. Entonces, cuando viene Cristo, los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan, abrieron el panorama aún más. Pero Pablo, él fue usado para venir y abrirnos completamente el velo.

Por eso, el autor de Hebreos inicia su carta diciendo que “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo” (He 1.1–2). Ese misterio ahora ha sido revelado. Y esta palabra, mis hermanos, es muy interesante porque es la palabra "ἀποκάλυψις”. Sí, misma palabra que el último libro de la Biblia: Apocalipsis. Esta palabra esta compuesta por dos: “ἀπο” fuera, y “κάλυψις” velo. Des-velo.

¿Qué fue lo que Dios desveló?

Misterio revelado: La iglesia (v.6)

Efesios 3.6 LBLA

a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio,

Hermanos, he aquí el versículo central de toda la carta a los Efesios. Ef. 3.6 nos enseña tres cosas importantes, las cuales están unidas entre sí por un mismo prefijo: “Co”.

Coherederos: Los gentiles, aquellos que no eran descendientes físicos de Abraham, por la fe ahora eran descendientes espirituales de Dios, hijos Suyos por siempre. De todas las naciones, mexicanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, chinos, europeos, y aquellos que viven en África, todos los que creen en el evangelio, son coherederos. Todos los que creen en el evangelio recibirán su herencia cuando Cristo venga por Su iglesia.

Co-cuerpo: Esta palabra es una palabra que aparece únicamente en este lugar. A este tipo de palabras se les llama que son un hápaz legómenon. Lo que Pablo está diciendo es que tanto judíos y gentiles son miembros de un mismo cuerpo. Y esto es muy importante, porque Pablo está queriendo dejar en claro que ya no hay niveles en el Cuerpo de Cristo. Ya no hay nadie más, ni hay nadie menos. Todos somos iguales ante Dios, miembros de Su cuerpo, creciendo para dar gloria a la Cabeza del Cuerpo, que es Cristo.

Copartícipes de la promesa: Los gentiles son participantes de las promesas de Dios. Todas promesas que Dios le dio a Abraham, ahora la Iglesia viene a ser parte de esa promesa. Esa bendición fue dada específicamente para la Iglesia, misterio que no había sido revelado en ese tiempo, sino ahora para con los gentiles, la Iglesia de Cristo. El Israel Espiritual.

¿Recuerdas la caja que te mostré en el principio? HE aquí el Misterio Revelado. Es Cristo Jesús.

Por eso dice Pablo al final de Ef. 3.6, que es “por medio del evangelio”. Es únicamente a través del evangelio que la gente puede ser parte del Cuerpo de Cristo. Es únicamente a través del sacrificio de Cristo en la cruz que es posible que tú y yo podemos ser copartícipes de las promesas. Ahora vivimos con una esperanza, una promesa hecha por Dios de que estaremos y recibiremos a Cristo por la eternidad. Es únicamente a través de la muerte y resurrección de Jesucristo que podemos ser parte de Su pueblo, de Su Cuerpo, de Su familia. Es solo a través del evangelio que la gente puede ser salvada del juicio de Dios, y tú y yo, mis hermanos, somos los encargados de llevar ese evangelio al mundo.

Aplicación.

¿Vas a llevar el evangelio a esas personas que están viviendo si Cristo?

Te he dejado en tu silla una pequeña hoja con un lápiz. Quiero que tomes unos minutos antes de salir de este lugar, para que pienses en esa persona que no conoce del evangelio. Piensa en ese amigo tuyo, ese familiar, compañero de trabajo o de escuela que necesita escuchar el evangelio. Anota su nombre, y comprométete a hablarle de Cristo en esta semana.

Habla con esa persona cara a cara.

Háblale por teléfono y dile que estás orando por el o ella.

Visítalo, regálale una Biblia.

Háblale de Cristo.

Pero tú mi amigo, que en esta mañana estás sin creer en el evangelio. Ya el misterio ha sido revelado. YA el camino ha sido abierto. Ya se te ha hablado de Cristo. ¿Qué esperas para arrepentirte y venir a Él, creyendo que en Él puedes ser perdonado? Ven a Cristo. Date cuenta que la condición de tu vida tiene una salida y se encuentra a los pies de la cruz. Acércate a Cristo, cree en Su sacrificio en la cruz por ti, y arrepiéntete de tus pecados. Cree en el evangelio, y serás coheredero con nosotros, miembro de Su iglesia al igual que nosotros, y tendrás esperanza, una promesa que Dios cumplirá. Cree en el evangelio. Ven a Cristo.