No toma mucho tiempo acostumbrarse a la oscuridad
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Lección 20
Lección 20
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Qué es lo que sucede normalmente cuando ingresas a un lugar con una luz baja y quieres leer algo, lo que ocurre es que tu vista se acostumbra a la intensidad de luz para poder obtener una mejor vista. En esta noche vamos a observar este asunto reflejado en la vida cristiana. No nos toma mucho tiempo acostumbrarnos a estar a la obscuridad, y cuando eso pasa vemos todo en atenuado por la poca luz que existe. Entonces ¿Qué hacer para no caer en esa trampa? Pedro nos presenta en estos tres primeros textos algo al respecto.
Texto a estudiar
Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
I. Pensar en lo que el pecado le hizo a Jesús
I. Pensar en lo que el pecado le hizo a Jesús
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,”
La pregunta que nos toca hacernos es: “¿Cómo puedo disfrutar de lo que hizo a Jesús sufrir y morir en la cruz?” Pedro insta a que, pensando en lo que el pecado le hizo a Cristo, cada creyente esté preparado con este tipo de pensamiento que es el provee el equipo adecuado para luchar contra el pecado. Y no sólo se trata de que pienses en eso, sino que Pedro intenta transmitir que ese “pensamiento” incluye sentimientos, valores, creencias y disposiciones para actuar. Es decir, piensa en lo que el pecado le hizo a Jesús, pero también piensa en lo que él hizo con el pecado, lo terminó. Hay un libro que titula “Cuatro veces salvo” que explica el poder que la salvación de Cristo tiene sobre el pecado, salvándonos de: El placer del pecado, la pena del pecado, el poder del pecado y la presencia del pecado. Todo creyente ha sido salvado hasta ahora de 3 de los 4 aspectos del pecado que presenta A.W. Pink. El pensar en el padecimiento de Cristo a causa del pecado nos lleva a nuestro segundo punto.
II. Disfrutar de la voluntad de Dios
II. Disfrutar de la voluntad de Dios
“para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”
El pensar en el padecimiento produce en nosotros el deseo de hacer la voluntad de Dios. Nos motiva a vivir la vida ya no conforme a nuestra ideología, sino a la forma de vida de Dios. ¿Cuánto tiempo crees que te queda en esta tierra? ¿Qué tienes planeado hacer en ese tiempo? “Terminar mi carrera, casarme, tener hijos, tener mi casa propia, mi propio negocio, etc...” pero, dónde está Dios en medio de esos planes, si te das cuenta todo es “tú” y qué de él. Ármate del pensamiento de que Cristo sufrió por el pecado, por tu pecado y que ese es el motivo por el cual tú debes vivir por él. Recuerda siempre que “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gl 2:20 NTV; Ro. 6:8-12). Tener la actitud del Salmista David es como debemos actuar “hacer tu voluntad me ha dado una satisfacción y un alto placer” (Sal 40:8).
III. Recordar lo que era antes de conocer a Cristo.
III. Recordar lo que era antes de conocer a Cristo.
“Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”
Hay ocasiones en que mirar a la vida pasada es un error, porque Satanás puede usar esos recuerdos para desalentarte. Pero Dios instó a Israel a recordar que en un tiempo fueron esclavos en Egipto (Deut 5:15). Pablo recordaba que había sido perseguidor de los creyentes (1 Ti 1:12 en adelante); y esto le animaba a hacer aun más para Cristo. A veces olvidamos la esclavitud del pecado y recordamos sólo los placeres pasajeros del pecado.
Pedro presenta algunos pecados que se estaban cometiendo en esas circunstancias:
Lascivias: no tener control sobre las actitudes y conductas morales.
Concupiscencias: Deseo desmedido.
Embriagueces: Borrachera.
Orgías, discipación: Habla de una gran fiesta comunitaria que incluye exceso de comida y bebida, y actividad sexual desenfrenada.
Esta es una lista de algunos pecados que muchos cometían o cometieron en su vida pasada, el recordar ese pasado les ayudaría a mejorar su presente y futuro. ¡Qué insensato volver a esa clase de vida!
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
No toma mucho tiempo acostumbrarse al pecado, es por eso que debemos comenzar a practicar lo que encontramos en las escrituras. No permitir que el pecado se enseñoree de nosotros recordando lo que eso le causó a Cristo, sabiendo que es mejor vivir en la voluntad de Dios asegurándose de ver lo que éramos antes y lo que somos ahora.