LA HOSPITALIDAD CRISTIANA 2

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Comprender la enseñanza sobre la hospitalidad cristiana, un deber que muchos pasamos por alto

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3 PERSONAJES BÁSICOS PARA COMPRENDER LOS SÍ Y LOS NO DE LA HOSPITALIDAD CRISTIANA

DIÓTREFES: Vv. 9-10
GAYO: Vv. 5-6
DEMETRIO: Vv. 11-12

DIÓTREFES: Vv. 9-10

3 Juan 9–10 LBLA
9 Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos. 10 Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas; y no satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia.
¿Quién es Diótrefes?
DIÓTREFES (Alimentado por Zeus). Personaje mencionado por el apóstol Juan en su tercera Epístola diciendo que “le gusta tener el primer lugar entre ellos”, refiriéndose a la iglesia de Asia Menor a la cual pertenecía •Gayo. D. chismeaba al apóstol (“parloteando con palabras malignas”) y rechazaba a los que venían de parte de Juan (“no recibe a los hermanos”). Incluso los excomulgaba (“los expulsa de la iglesia” [3 Jn. 9–10]).
No se sabe si D. era un laico ambicioso o un obispo que ejercía autoridad excesiva, pero es un ejemplo de personas que se han presentado en el curso de la historia de la Iglesia, caracterizándose por su exclusivismo religioso y el desconocimiento de toda autoridad que no sea la suya.
Arrogante y ambicioso líder (quizás obispo o pastor) de la iglesia (sin duda cerca de Éfeso) de la cual era miembro → Gayo. Era opositor del «anciano» que escribió 3 Juan (Vv. 9, 10) y tal vez partidario del → Gnosticismo naciente.
Realmente podemos definir a Diótrefes como “el hombre que amaba la preeminencia”. Ser el primero entre los demás.
Las características de este hombre eran: el orgullo, el egoísmo, el estar centrado en sí mismo, quien busca los lugares de poder y los lugares de fama y prestigio.
Enlistemos, para uso didáctico las características descritas por el Apóstol Juan de este hombre:
Le gusta la preeminencia
No es hospitalario
Parlotea, es chismoso.
Difama
Es autoritario con la congregación
1. Veamos la primera característica: Le gusta la preeminencia: le gusta tener el primer lugar entre ellos: v. 9.
El pastor MacArthur identifica a esta clase de hombre en los mismos fariseos porque el Señor Jesús lo dice así en Mateo 23:1-7 que nos dice:
Mateo 23.1–7 LBLA
1 Entonces Jesús habló a la muchedumbre y a sus discípulos, 2 diciendo: Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés. 3 De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5 Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos; 6 aman el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí.
Y aquí hay que hacer notar que: Alargaron las borlas de sus vestidos. Se suponía que las borlas eran evidencia de su devoción. E hicieron las suyas tan largas como era posible, extendiéndolas hacia abajo para que fueran arrastradas por el suelo para que la gente las exaltara por su piedad.
El mismo Juan había pecado de lo mismo junto a su hermano Santiago, recordemos lo que se relata en el siguiente pasaje bíblico:
Mateo 20.20–28 LBLA
20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante El y pidiéndole algo. 21 Y El le dijo: ¿Qué deseas? Ella le dijo*: Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. 22 Pero respondiendo Jesús, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber? Ellos le dijeron*: Podemos. 23 El les dijo*: Mi copa ciertamente beberéis, pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado por mi Padre. 24 Al oír esto, los diez se indignaron contra los dos hermanos. 25 Pero Jesús, llamándolos junto a sí, dijo: Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre ellos. 26 No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor, 27 y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; 28 así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Entonces, el autor de la Epístola en estudio conocía bien lo bajo que puede caer un creyente cuando se llena de orgullo y busca la preeminencia. El mismo Señor les dijo que esos lugares son para quienes los ha preparado Su Padre. Es decir, el Señor exalta a quien Él quiere pero siempre para Su gloria, no la nuestra.
Y a Diótrefes, como vemos en el versículo 9 de nuestra carta: “le gusta tener el primer lugar entre ellos ...” phileō, quien tiene un fuerte afecto prōteuō para ser el primero. Ser el primero. Ese término prōteuō se usa solo en otro lugar, en Colosenses 1:18, y allí habla de la preeminencia de Cristo.
Entonces, aquí hay un hombre que está compitiendo con Cristo. Aquí hay alguien que no cree que solo Jesús es el primero, sino que busca suplantar a Cristo y gobernar la iglesia en el lugar de Cristo. Es como un Absalón del Nuevo Testamento, tan hambriento de poder que asesinaría a su propio padre para tomar el trono.
Mira el versículo 9, “Le escribí algo a la iglesia; pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos ". Juan escribió una carta a esta iglesia y Diótrefes se las había arreglado para ponerse en posición de filtrar todo.
No sabemos acerca de esta carta, escrita anteriormente a esta iglesia. No fue escrita a Diótrefes; fue escrita a la iglesia. Está perdida, tal vez Diótrefes la destruyó, probablemente ni siquiera la leyó en la iglesia, y es por eso que Juan le dice a Gayo, que está en esa iglesia, que él escribió esa carta.
Diótrefes había logrado moverse a la posición de poder y se convirtió en el investigador de todo lo que llegaba a la iglesia, y literalmente rechazó una carta del apóstol Juan.
Este es un hombre codicioso de poder. Debido a que se ama a sí mismo, es culpable del orgullo espiritual del tipo más burdo. Y se ha abierto camino hacia el liderazgo espiritual en la iglesia. No es humilde; no es desinteresado; él no ama; no es compasivo; ciertamente no tiene la mente de Cristo. “Sea en vosotros esta mente que también estaba en Cristo Jesús”, Filipenses 2: 3 y siguientes.
Filipenses 2.3–5 LBLA
3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. 5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús,
2. Pero no sólo eso, en relación con la hospitalidad el hacía lo opuesto a lo mandado por la Escritura, veamos: “No recibe a los hermanos;
Es un acto inhospitalario, no recibir a los hermanos, ¿pero de cuales hermanos se trata aquí? Predicadores itinerante que proclamaban el mensaje apostólico del evangelio (como dice el Pastor MacArthur), es decir, no falsos maestros sino maestros y evangelistas que proclamaban la verdad.
¿Y por qué lo hacía? Los veía como una amenaza a su propio poder en la iglesia.
Veamos que atenta contra toda la enseñanza de la Biblia:
Hebreos 13.2 LBLA
2 No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Isaías 58.6–7 LBLA
6 ¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? 7 ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?
Juan 13.12–15 LBLA
12 Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Romanos 12.13 LBLA
13 contribuyendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad.
1 Pedro 4.9 LBLA
9 Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones.
Y esto es más grave ya también la hospitalidad es un deber de los líderes:

No recibía a Juan (v. 9). Es increíble pensar que un líder de la iglesia (Diótrefes puede haber sido un anciano) ¡no quería tener comunión con uno de los propios apóstoles del Señor! ¡Cuánto podría Diótrefes haber aprendido de Juan! Pero Jesucristo no era preeminente en su vida, y por consiguiente, podía darse el lujo de tratar así al anciano apóstol.

¿Por qué Diótrefes rechazaba a Juan? La razón evidente parece ser que Juan cuestionaba el derecho del hombre a ser dictador de la iglesia. Juan era una amenaza para Diótrefes, porque tenía la autoridad de apóstol. Sabía la verdad en cuanto a él y estaba dispuesto a darla a conocer. Satanás estaba obrando en la iglesia porque Diótrefes operaba por orgullo y para su glorificación, dos de las principales armas del diablo. Si Juan aparecía en la escena, Satanás sería el perdedor.

1 Timoteo 3.2 LBLA
2 Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,
Tito 1.8 LBLA
8 sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo,
Y la hospitalidad es fruto de un verdadero discípulo:
Mateo 25.35 LBLA
35 “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;
Y sobre todo, debe ofrecerse a ministros cristianos:
Colosenses 4.10 LBLA
10 Aristarco, mi compañero de prisión, os envía saludos; también Marcos, el primo de Bernabé (acerca del cual recibisteis instrucciones; si va a vosotros, recibidle bien);
Y finalmente es un retrato de la salvación:
Salmo 23.5–6 LBLA
5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Lucas 19.5–10 LBLA
5 Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa. 6 Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo. 7 Y al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador. 8 Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. 9 Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham; 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Inclusive hay advertencias en otras partes de la Escritura contra la falta de hospitalidad:
Mateo 10.14 LBLA
14 Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
Creo que ya nos ha quedado claro que Diótrefes no es un ejemplo de hospitalidad, sino todo lo contrario y muestra lo que dice el versículo 11 al final: “pero el que hace lo malo, no ha viso a Dios.”
Veamos ahora la tercer característica de Diótrefes:
3. Parlotea, es chismoso. Leemos en el versículo 10: “parloteando con palabras malignas contra nosotros;

La frase “parloteando con palabras malignas contra nosotros” quiere decir presentando acusaciones falsas y vacías contra nosotros.

Los creyentes deben cuidarse de no creer todo lo que leen u oyen en cuanto a los siervos de Dios, particularmente, sobre aquellos siervos que tienen un ministerio amplio y son bien conocidos.

4. Difama: Palabras malignas contra nosotros.
1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

La difamación es una estrategia muy común entre los que buscan exaltación. Se ganan la confianza de la gente no de manera positiva manifestando un carácter piadoso, sino de modo negativo destruyendo la confianza que las personas han depositado en otros dirigentes.

1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

Las perversas acusaciones de Diótrefes eran infames, falsas y calumniadoras. Él veía a Juan como una amenaza a su poder y prestigio en la iglesia, y por tanto lo atacó de forma salvaje. Esto se parece a la manera en que los falsos maestros en Corinto habían atacado a Pablo

2 Corintios 7.2–3 LBLA
2 Aceptadnos en vuestro corazón; a nadie hemos ofendido, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja. 3 No hablo para condenaros; porque he dicho antes que estáis en nuestro corazón para morir juntos y para vivir juntos.
2 Corintios 10.10 LBLA
10 Porque ellos dicen: Las cartas son severas y duras, pero la presencia física es poco impresionante, y la manera de hablar menospreciable.
5. Es autoritario con la congregación: se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia.
1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

Diótrefes no solo se negaba personalmente a extender hospitalidad a los hermanos; también prohibía hacerlo a los que querían recibirlos. Además abusaba de su poder obstruyendo o evitando que otros en la iglesia mostraran hospitalidad a los predicadores itinerantes.

Diótrefes no quería ni siquiera recibir a los demás hermanos porque tenían comunión con Juan. Era “culpa por asociación”

1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

Aquellos que desafiaban a Diótrefes al mostrar hospitalidad eran expulsados de la iglesia. Tan amenazador era este sujeto que tenía influencia para excomulgar a cualquiera que él percibía como una amenaza aparente

1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

Tal vez eso le había sucedido realmente a Gayo, lo cual podría explicar por qué Juan debió hablarle de lo que estaba pasando en la iglesia. De haber estado todavía en la iglesia, Gayo enfrentaría hostilidad y oposición de parte de Diótrefes, lo que quizás motivó a que Juan lo animara para que no cediera, sino que continuara mostrando hospitalidad en el futuro

Alertas en Cristo: Estudio expositivo de 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Judas Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c)

Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c). A los miembros de la iglesia que recibieron a los ayudantes de Juan, ¡los expulsó de la iglesia! De nuevo, fue una culpa por asociación. Diótrefes no tenía ni la autoridad ni la base bíblica para expulsar de la iglesia a esas personas, pero lo hizo. ¡Incluso los “dictadores religiosos” deben tener cuidado de que la oposición no se vuelva demasiado fuerte!

Alertas en Cristo: Estudio expositivo de 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Judas Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c)

El Nuevo Testamento enseña la disciplina eclesiástica, y hay que obedecer esas instrucciones. Pero la disciplina eclesiástica no es un arma para que el dictador la use para protegerse, sino una herramienta que la congregación debe usar a fin de promover la pureza y glorificar a Dios.

Alertas en Cristo: Estudio expositivo de 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Judas Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c)

No es un pastor “dándose demasiada importancia” o una junta de iglesia actuando como policía. Es el Señor ejerciendo autoridad espiritual mediante una iglesia local a fin de rescatar y restaurar a un hijo de Dios que se ha descarriado.

Alertas en Cristo: Estudio expositivo de 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Judas Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c)

Los “dictadores” de la iglesia son gente peligrosa, pero, felizmente, son fáciles de reconocer. Les gusta hablar de sí mismos y de lo que “han hecho para el Señor”. También tienen el hábito de juzgar y condenar a los que no están de acuerdo con ellos

1 Pedro a Judas ACCIONES PERVERTIDAS DE DIÓTREFES

Como la mayoría de los conflictos en la Iglesia, este se derivó del orgullo. Fue orgullo lo que hizo que Diótrefes calumniara a Juan, rechazara a los misioneros y expulsara a quienes se atrevían a desafiarlo. Su arrogancia lo llevó a la ambición, lo cual resultó en acusaciones calumniadoras, desafío a la autoridad apostólica, y aplastamiento de cualquier oposición a su poder.

Alertas en Cristo: Estudio expositivo de 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Judas Disciplinó a los que discrepaban con él (v. 10c)

Pero gente como Diótrefes siempre tendrá seguidores entusiastas, porque muchos creyentes sinceros, pero inmaduros, prefieren seguir a tales hombres.

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