Sermón sin título (6)

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Introducción

OBJETIVO: Conocer el destino del espíritu y alma luego de la muerte
INTRODUCCIÓN.
Hebreos 9.27 RVR60
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Esta es una ley espiritual. Hay un hecho y es que todos vamos a morir.
Sin embargo la vida no concluye ahí porque no somos animales, pues fuimos creados a imagen y semejanza de Dios de ahí nuestra dignidad como creación.
Eclesiastés 3.11 RVR60
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
Tenemos la eternidad dentro y por eso todos los seres humanos tenemos algo dentro que nos dice hay algo más, por eso la tendencia de adorar a algo (aún los ateos se adoran a sí mismos) como ídolos, pirámides, etc. claro no conocen al Dios de la Biblia.
Hoy en día en un mundo secular dicen que solo la materia existe, y luego de la muerte no hay nada más, esta idea respaldada por corrientes filosóficas como el existencialismo (J.P. Sartré)
Todo lo que vivo es la realidad y no hay más.
Sin embargo, la Biblia nos enseña de un estado intermedio del alma entre la muerte y la resurrección.

Desarrollo

Primeramente vamos a ver:
2 Corintios 5.1–10 NVI
De hecho, sabemos que si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas. Mientras tanto suspiramos, anhelando ser revestidos de nuestra morada celestial, porque cuando seamos revestidos, no se nos hallará desnudos. Realmente, vivimos en esta tienda de campaña, suspirando y agobiados, pues no deseamos ser desvestidos sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Es Dios quien nos ha hecho para este fin y nos ha dado su Espíritu como garantía de sus promesas. Por eso mantenemos siempre la confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos alejados del Señor. Vivimos por fe, no por vista. Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor. Por eso nos empeñamos en agradarle, ya sea que vivamos en nuestro cuerpo o que lo hayamos dejado. Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.
Vemos que en esta vida estamos presos y la única forma en que el alma sale es a través de la muerte.
Existen tres estados de vida en toda persona, citemos:
1. Primero de nacimiento a muerte.
2. Segundo estado cuando se muere.
3. Tercero cuando resucitemos hasta la eternidad.
Veremos solo el primero: el cuerpo se envejece, es un ciclo que todo ser humano atraviesa caracterizado porque las células se deterioran y justamente acá donde debemos acordarnos de nuestro Creador.
Eclesiastés 12.1 NVI
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno»;
Es en esta vida que debemos decidir vivir con Jesús, porque luego que el cuerpo muere, será enterrado, cremado, etc.
Cuando el cuerpo muere, salen dos cosas: el alma y el espíritu que son dos cosas diferentes:
a). El alma se sale, veamos
Génesis 35.18–19 RVR60
Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
Alma en hebreo es nepech pero se lee nepej. El alma es el conjunto de tus emociones, sentimientos, intelecto y voluntad.
b). El espíritu también se sale, veamos:
Génesis 35.29 RVR60
Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.
Espíritu (minúscula) en hebreo ruach. El espíritu es la parte inmaterial del ser humano a través del cual conoces, adoras y sirves a Dios, porque Dios es Espíritu.
Así que uno es un espíritu, que tiene un alma y vive en cuerpo.
Sin embargo, todos nacimos con espíritu apagado, necesitamos de Dios, Adán y Eva luego de desconectarse de la “Luz” empezaron a caminar en su alma, y a partir de ellos todos los seres humanos también llegamos a morir
Romanos 5.12 NVI
Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
Por eso hay que nacer de nuevo para empezar a ver.
Apocalipsis 6.9–10 NVI
Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio. Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, Soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?»
(el alma no está dormida) está consciente, porque percibe o ve, siente, desea y habla después de muerto.
alma gr. psuque bajo el altar (la cruz de Cristo), fíjate que estas almas sin cuerpo pueden hablar v. 10 estas almas estaban esperando ir a sus cuerpos en la resurrección, esperan la vindicación de la justicia divina.
De alguna manera v. 11 tienen un tipo de vestidura (aún no están con el cuerpo resucitado)
Porque sucederá la resurrección, veamos en:
Filipenses 3.20–21 NVI
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Nuestra ciudadanía está en Dios.
Lucas 16.19–31 NVI
»Había un hombre rico que se vestía lujosamente y daba espléndidos banquetes todos los días. A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas y que hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas. »Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente. Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá.” »Él respondió: “Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento.” Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!” “No les harán caso, padre Abraham—replicó el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían.” Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos.” »
Este pasaje enseña donde van los no creyentes, Jesús relata del estado consciente de aquel que muere sin Jesús. Cuando mueres te esperan ángeles. Hades el centro de la tierra, lugar de tormento, si te mueres sin Cristo bajas al centro de la tierra y también estás consciente, pues y hay sufrimiento, tienes memoria, etc.
CONCLUSIÓN.
Uno cree por oír la Palabra, la palabra ya se predicó, en contraposición un ateo no necesita evidencia, en realidad no quieren creer (problema moral), pero hoy tenemos la oportunidad de creer, arrepentirnos y seguir a Jesús.
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