Sequia Ministerial

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Sequia en el Ministerio, como el ministerio nos puede llevar a un estado de decepcion y deseobediencia.

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Causas de sequia

En el ministerio pasamos por tantas cosas que pueden llevarnos a un estado de sequia.
En Ezequiel 37 lo que llevó a el pueblo de Israel a la sequia fue la desobediencia, fue el buscar soluciones donde no encontraban, porque el pueblo de Dios recurria a la idolatria cuando Dios no les presentaba la solucion que ellos esperaban o cuando Dios no les daba la solucion o victoria en el tiempo que esperaban.
Asi mismo sucede en el ministerio, que cuando las cosas no nos van como esperamos o cuando enfrentamos contratiempos que no esperamos, esto tambien nos puede llevar a la indiferencia, al desanimo, al resentimiento y todo esto puede dar como resultado; sequia espiritual, emocional y ministerial.
Pero la sequia ministerial la interpretamos cuando lo que hacemos no lo disfrutamos, cuando lo que hacemos nos fastidia.
No es que el ministerio sea facil o que siempre se disfruta, pero cuando en el ministerio vemos que las personas son transformadas y edificadas y aun asi no sentimos gozo en lo que hacemos.
¿Pero como en el ministerio llegamos a esa condicion? La verdad es que hay muchas maneras de llegar: 1. pecados; indiferencia espiritual; 3. problemas economicos o de salud.
Pero el motivo mas comun que personas apasionadas por el Reino, pueden llegar a la sequia, tiene que ver con conflictos, agotamiento o fatiga en el ministerio.
Lo que sucede es que al enfrentar contratiempos, situaciones en el ministerio, situaciones personales mientras estamos en el ministeriom esto puede llevarnos a la desilucion, la frustracion, el resentimiento.
Cuando miramos la condicion de los huesos secos en Ezequiel 37, vemos que ellos no llegaron a ese estado de sequia por casualidad; sino que nos dice el v. 11 ¨…Ellos dicen: 1. Nos hemos vuelto huesos viejos y secos¨
la clave aqui esta en Nos hemos vuelto. O se que la condición en la que ellos se encontraban venia como consecuencia de las decisiones que ellos mismos habian tomado, ellos se habian vuelto, nadie los hizo, sino que ellos llegaron a ese estado.
Cuando en el ministerio y en el liderazgo las situaciones que enfrentamos con las personas, con el equipo, con el liderazgo, con el ministerios nos hacen duros, nos desaniman, nos enfrian, no es que nos hicieron frios, no es que nos desanimaron, no es que nos hicieron duros, sino que nosotros nos hicimos.
Nadie tiene el poder de hacerme ..., esa es mi decicion y es una decision que viene como consecuencia de que estoy pensando mas en mi que en lo que Dios ha depositado en mi y que lo que Dios me ha delegado y espera de mi.
Luego que nos volvemos nos enfocamos tanto en lo que nos hicieron, en lo que no hemos logrado, en lo que nos falta que todo eso nos lleva a desenfocarnos y el desenfoque nos lleva a la desesperanza y se nos dificulta volver a confiar, volver a intentar, volver a creer.
Como ellos dijeron: 2. Hemos perdido toda esperanza. No podemos permitir que las situaciones en el ministerio nos hagan tan duros, indiferentes o renuentes que luego no sabemos como tomar las riendas nuevamente.
El problema en el liderazgo de la Iglesia y en el ministerio es que como nos da temor aceptar que estamos frios, desanimados, tristes etc. simplemente seguimos y seguimos y antes de darnos cuenta, entramos en un estado donde no sabemos ahora como salir, no sabemos como tomar nuevamente las riendas de nuestra vida o el liderazgo y asi podemos estar mucho tiempo.
Ahora aun cuando eso sucede la situacion en la que nos encontramos nos vende una falsa realidad; porque como les sucedio a ellos que lo que declararon no era real; porque dijeron: Nuestra nacion esta acabada.
Cuando en realidad ellos no estaban acabados. Pero se habian apartado tanto del proposito de Dios que pensaban que estaban acabados.
Asi mismo sucede en el ministerio, que nos secamos, decepcionamos a tal punto que sentimos que todo se acabó, que ya no hay vuelta atrás, que no hay solucion.
El asunto es que todo esto que enfrentamos en el ministerio, nos lleva a la desilucion, la decepcion, frustracion, y una vez que nos encontramos en ese estado, todo esto nos lleva a la desobediencia y la desobediencia nos lleva a la sequia.
Me explico. Cuando llega la frustracion, la decepcion, la desilucion ministerial tomamos una actitud de proteccion, queremos cuidar nuestros corazones, y esto lo que hace es que nos lleva a la indiferencia, no necesariamente con Dios, sino con los que Dios nos delegó y eso se traduce en desobediencia.
Cuando por protegernos, proteger nuestros corazones entramos en un estado de indiferencia y desobediencia, ahora llegamos a la sequia ministerial.

Solucion a la sequia

La solucion a la sequia la vemos en Ezequiel 37: 4 - 5 , porque la solucion siempre se encuentra en el aliento.
Porque lo que sucede que mientras mas vamos atravesando una situacion tras otra, tras otra lo que termina sucediendo es que nos vamos debilitando, secando, separando del proposito de Dios hasta perder la esperanza cuando la solucion siempre estuvo en el aliento.
La palabra aliento en hebreo es rua que significa: espiritu, lo que te impulsa, aliento de vida.
La causa de la sequia de ellos no vino como consecuencia de sus pecados, la causa de la sequia de ellos no vino como consecuencia de su desobediencia, la causa de la sequia de ellos vino como consecuencia de que se apartaron tanto de Dios, que pusieron su confianza en donde no habia vida y eso los llevó a sentirse secos y sin vida.
Lo mismo que sucede cuando nosotros por protegernos ahora buscamos soluciones en nuestras fuerzas, buscamos otras opciones que no son aquello que Dios nos llamó, tomamos actitudes que van en contra de la voluntad de Dios; que nos apartamos a tal punto que llegamos a la sequia.

Conclusion

Por eso es que vemos que Dios no le dice a Ezequiel; yo les voy a dar lo que quieren, yo los voy a levantar, yo les voy a contestar.
Sino que lo que Dios le dice a Ezequiel es: Yo se que no lo merecen, yo se que se apartaron de mi y fueron tras dioses y que por ir tras esos diosese quedaron secos; pero aun asi dice Ezequiel 37: 6: Pondre aliento dentro de ellos y haré que vuelvan a vivir.
Cuando nos sintamos secos, la solucion es mas sencilla de lo que creemos, la solucion esta en volver a la relacion y la dependencia de Dios.
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