No corráis con ellos
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Lección 21
Lección 21
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Texto a estudiar
A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.
I. Porque ven extraña nuestra manera de vivir
I. Porque ven extraña nuestra manera de vivir
“A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;”
“Extraños”, así es como muchos nos ven y nos llaman, no por tener una figura externa “rara”, sino por una forma de vida distinta a la de los demás. “Extraños” así es como nos conocen porque no hacemos lo que es “normal” para ellos. “Extraños” es el letrero que muchos nos ponen en la frente. En el tiempo de Pedro esto también ocurría, los cristianos de aquel entonces eran vistos de la misma manera, como extraños. ¿Alguna ves tuviste que justificar el por qué no fumas, no bebes, no vas a fiestas? Estoy seguro que sí. ¿Cuál fue tu justificación: hace daño, no me gusta? o simplemente dijiste soy Cristiano. El mundo en que estamos nos ve como extraños porque no queremos llevar la misma clase de vida que ellos, se ha vuelto tan normal el desenfreno, la borrachera, el libertinaje, la actividad sexual, que si un joven no lo practica es un extraño. Esto termina ahí, NO, esto continúa, no sólo se quedan sorprendidos por la clase de vida que llevamos y por la que no queremos llevar. Ahora nos calumnian, diciendo que eso dura poco, que sólo es una emoción del momento lo del cristianismo, nos insultan. Por eso en esta noche quiero decirte, ¡No corras con ellos! porque no te aprovechará hacerlo puesto que sus caminos son distintos, sus pensamientos son distintos.
II. Porque ellos darán cuenta a Dios por su manera de vivir.
II. Porque ellos darán cuenta a Dios por su manera de vivir.
“pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos”
¡No corras con ellos! Porque por su manera de vivir recibirán ira en el día que Cristo vuelva por sus hijos (Ro. 2:5-6). Su mala manera de vivir será evaluada y juzgada por Dios que está listo para hacerlo, puesto que no hay nada que podamos esconder delante de Dios (He. 4:13; Ro. 14:12). Y la pregunta es necesaria, ¿Tienes temor o gozo de que Jesús vuelva? Tanto los que están muertos, como los que están vivos serán puesto a juicio para dar cuenta de l que hicieron en vida. Por eso te digo ¡No corras con aquellos que no corren la misma carrera que tú! Te van a llevar por la ruta que no es debida, que no es correcta.
III. Porque lo que a ellos los condena a nosotros nos salva.
III. Porque lo que a ellos los condena a nosotros nos salva.
“Porque por eso también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.”
El evangelio ha sido predicado a los muertos, todos los que han muerto conocen que existe un salvador que murió para dar su vida en rescate de muchos. El evangelio ha sido predicado. Aquellos que murieron con la fe en Cristo fueron juzgados por los hombre en vida, fueron sentenciados por los hombres, rindieron cuentas ante el mundo por sus acciones contrarias a las de ellos llevándolos a ser juzgados y ejecutados por ellos, pero aún muertos en la carne, ellos viven en espíritu según Dios. Es decir, la muerte no tiene poder sobre la vida de aquel que ha creído en Cristo como su salvador, puesto que la muerte termina con la vida en la tierra, pero no con la eternidad en Cristo (1 Co 15:54-55; Oseas 13:14).
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Joven no corras con ellos, corre la carrera que haz empezado, corre la carrera que realmente tiene un premio al final de ella (Fil 2:16). ¡No corras con ellos corre con nosotros! Con los que queremos hacer la voluntad de Dios aún sabiendo que es costoso, corre con nosotros que reconociendo que somos débiles retomamos nuestras fuerzas en aquel que es fiel y que prometió (He 10:23). ¡No corras con ellos, no lo hagas!