La Doctrina del hombre, del diablo y del pecado - Parte 1

EL ORIGEN DEL HOMBRE

El hombre fue creado por Dios; no es un producto del proceso de evolución que los científicos dicen que sucedió. La razón por la que el mundo prefiere creer en la evolución es porque desean deshacerse de la idea de Dios.

“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1:28)

La evolución es la creencia que dice que el universo empezó y se desarrolló por sí solo, sin intervención alguna de parte de Dios. La realidad es que la creencia de la evolución no es creída por los cristianos sinceros. No obstante, hay una manera sutil en la que esa teoría diabólica se ha introducido en algunos círculos cristianos, y es llamada la teoría teísta de la evolución. Con esta teoría algunos cristianos han tratado de hacer encajar la evolución con la Biblia.

Esta teoría teísta de la evolución dice que Dios fue quien echó a andar el proceso de evolución, y que, supuestamente, Dios mismo lo ha controlado durante millones de años. Y por último, suponen, después de que hagan se hizo un hombre, Dios respiro sobre él, y el hombre fue hecho alma viviente. Algunos proponentes de esta teoría dicen que los días de la creación que aparecen en el capítulo uno de Génesis son días de mil años cada año (usando como base 2 Pedro 3:8); otros, que son días de miles o millones de años. La verdad que la Biblia predica es muy diferente. Dios hizo la creación en seis días. El orden en que la Biblia dice que se hizo la creación hace imposible que transcurrieron millones de años entre un “día" y otro “día”. Veamos sólo unos cuantos ejemplos de discrepancias entre la Biblia y lo que los evolucionistas, equivocadamente sostienen:

1- La Biblia dice que las plantas fueron creadas en el tercer día, antes que el sol, el cual vino en el cuarto día de la creación. Las plantas no pudieron vivir por millones de años sin la luz del sol; necesitan esa luz para su energía y para su mantenimiento.

2- Génesis 1:11 dice que la vida se dio primero en la tierra seca; los evolucionistas dice que comenzó en los océanos.

3- En Génesis Dios dice que las aves y los peces fueron creados en el quinto día; los evolucionistas dicen que los peces, siendo animales acuáticos, evolucionaron millones de años antes que las aves.

4- En Génesis 1:20-25 se narra que las aves fueron creadas antes que los reptiles; la evolución dice que los reptiles existieron antes que las aves.

5- Génesis 2:5 describe que el hombre fue hecho antes que la lluvia existiera; la evolución dice que la lluvia vino antes que el hombre.

6- Génesis 1:5,8,13,19,23,31 ayuda a explicar que no fueron siete días de millones de años cada uno, como los evolucionistas podrían argumentar ya que hablan de cada “día” tuvo mañana y tarde.

Definitivamente, la idea y el orden que la evolución pretende presentar, no pueden encajar con la Biblia. Por ende, tenemos únicamente dos opciones: Creer a los llamados científicos, o creer la Palabra de Dios.

Debemos entender un rasgo central en el corazón de Dios: Dios todo lo hace bueno, perfecto, ordenado. Dios no usó el método de ensayo y error, ni hizo pruebas previas, para aventurarse a que todo saliera bien al final. El aspecto precioso de la creación de Dios es que él hizo un producto terminado, de una sola vez. En otras palabras, Dios no hizo primero el huevo, sino en la calle. De igual manera, Dios hizo al hombre con todos sus rasgos y sus capacidades, con todos sus movimientos y razonamientos, de una vez por todas. Cuando Él dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26), no dijo: “Volvamos al hombre”, ni “convirtamos al hombre”, ni “terminemos al hombre”. Dios comenzó desde el polvo, para hacer un todo, como Hebreos 11:3 explica:

“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

La verdad anterior abre lugar a una pregunta que quizás muchos nos hemos hecho: Si desde el principio el hombre fue creado perfecto por Dios, ¿Cómo fue que pecó o de dónde provino el pecado? A pesar de que hay oscuridad alrededor de estos hechos, la Escritura esparce luz sobre cómo fue concebido originalmente el pecado. Para ello, debemos remontarnos hasta antes de que el ser humano fuera creado.

LA CAÍDA DE SATANÁS

El primer creado que pecó fue Lucero, o Satanás. Si queremos entender la caída de Adán y Eva, es necesario que primero entendamos porque cayó Lucero. Esta historia se describe en Isaías y en Ezequiel:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”. (Isaías 14:12-15)

Satanás dice en cinco ocasiones: “Yo haré (levantarse, subir, ser, etc.)”. Una definición de pecado es todo aquello que estás en línea, o afuera de la ley; es hacer cualquier cosa aparte de la voluntad de Dios. Antes de qué Satanás se rebelara, existía una sola voluntad en el universo: La voluntad de Dios. Pero a partir del momento que Satanás se rebeló, hubo más de una voluntad en el Universo.

1- Ezequiel 28:15 dice:

“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:15)

Lucero fue creado; esto nos muestra la pequeñez de Satanás, y su sujeción al poder del Altísimo. Pablo no es omnipotente, no tiene poder creador, no puede estar en todas partes al mismo tiempo (omnipresente), no siempre ha existido, ni es omnisciente. Ésas cualidades pertenecen sólo a Dios. En vista de que él fue creado, su voluntad debía estar sujeta a su Creador. Dios también esperaba sujeción y obediencia de Adán y Eva; sin embargo, Él deseaba que obedecieron el corazón; deseaba que ellos, voluntariamente, rindieron su vida a Él. El Creador nos muestra Su grandeza y Su amor, en que siendo criaturas suyas, Él nos da escoger si le obedecemos o no.

2- Ezequiel 28:12 dice:

“Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”.

Lucero sonado como el rey de Tiro. Él era el rey de lo creado. En Efesios 2:2 dice que es el príncipe de las potestades en los aires. A Satanás le fue dada una posición de autoridad por Dios, es por eso que en la epístola de Judas versículo 9, leemos que Miguel no se atrevió a maldecirlo. Cuando Adán pecó, él estuvo bajo la sentencia de muerte. Satanás hace que nosotros cosechemos los juicios de Dios, él tenía el poder de la muerte antes de la cruz. Jesús lo destruyó y se lo quitó en la cruz.

3- Ezequiel 28:17 dice:

“Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti”.

Él fue arrojado del monte de Dios por tierra. Eso quiere decir que debía existir tierra para que pudiera ser arrojado allí. Satanás en el gobernador espiritual de la creación que existía sobre la faz de la tierra (trataremos acerca de esta creación cuando estudiemos Génesis). Cuando el hombre fue creado en Génesis 1, fue colocado como señor y juez de esta tierra (Génesis 1:28). Por eso, Satanás aborreció al hombre porque le fue dado dominio sobre el dominio de Satanás. Eso debe haber sido una experiencia terrible para él, otro tomó su posición en la tierra, tal como sucedió a Judas Iscariote. Seres humanos debemos tener cuidado de desear gobernarse a Dios Lucero se llenó de orgullo y fue humillado, igual sucede con todo el que se levanta con soberbia, Dios nos arrojará por tierra, en humillación. Como cristianos, pidamos a Dios Su humildad y mansedumbre, y que nuestro orgullo muera.