Un reposo superior.
Notes
Transcript
¿Alguna vez, cuando no pudiste asistir a un evento, te han dicho ¡No sabes lo que te perdiste! ¡Estuvo buenisimo!?
Me imagino que sí ya te lo han dicho. ¿Cómo te sentiste? ¿Triste? ¿Molesto contigo mismo? ¿Perdiste la oportunidad de tu vida?
El cap. 3 termina hablando de esa generación del tiempo de Moisés que tuvieron la oportunidad de entrar a la Tierra Prometida, un lugar donde descansarían del maltrato de los egipcios, pero no pudieron entrar debido a su falta de fe y desobediencia.
No debemos olvidar que el tema central del libro es la superioridad de Jesús, en todo lo que hace, dice, promete, y da, sobre los angeles, sobre Moisés, y sobre los profetas.
La primera porción del cap. 4 nos habla de un reposo ofrecido por Cristo que es superior al ofrecido por otros.
Leer Heb 4:1-13
El reposo prometido.
El reposo prometido.
El vers. 1 del cap. 4 habla de una promesa (ἐπαγγελία) anunciada por la buena nueva, el evangelio (εὐαγγέλιον). La ἐπαγγελία del εὐαγγέλιον es la de entrar en el reposo de Dios.
Esa promesa no viene de un político sino de Dios.
Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?
La promesa se cumple para los creyentes.
La promesa se cumple para los creyentes.
“pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada de la fe en los que oyeron. Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho: ‘COMO JURÉ EN MI IRA: NO ENTRARAN EN MI REPOSO’, aunque las obras de Él estaban acabadas desde la fundación del mundo.” 4:2-3
No importa lo difícil que nos parezca cualquier promesa, para Dios no hay nada imposible:
Al oír esto, los discípulos estaban llenos de asombro, y decían: Entonces, ¿quién podrá salvarse? Pero Jesús, mirándolos, les dijo: Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible.
Ese reposo es una promesa segura, como todas la que Él hizo:
Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros.
Cualquier promesa que el Señor haya hecho, podemos estar seguros que cumplirá lo ha prometido.
¿En qué consiste ese reposo?
¿En qué consiste ese reposo?
El reposo no es la muerte.
El reposo no es la muerte.
Algunos identifican el morir con el reposo: “Morir es descansar”, decía un amigo.
Pero si eso fuera cierto, todos, sin excepción, “buenos y malos” , dirían algunos, pero mejor dicho, “malvados y más malvados” irían a descansar. Por lo tanto, la advertencias dada en este cap. y en el anterior perderían su importancia:
Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.
Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
El reposo no era la Tierra Prometida.
El reposo no era la Tierra Prometida.
“Porque si Josué les hubiera dado reposo, Dios no habría hablado de otro día después de ése.” 4:8
Reposo ( κατάπαυσις) es un estado de descanso. Así como todos esperamos con ansia que llegue ese necesitado día de descanso durante la semana para hacer una pausa del “correr”, de las labores, así todos necesitamos un descanso espiritual, no una pausa sino una katapausa, ese descanso que no durara un momento sino una eternidad.
La Tierra Prometida era solamente una figura del reposo. Era un reposo temporal, no eterno; era un reposo físico, no espiritual.
El reposo no es un día específico.
El reposo no es un día específico.
“Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas.” 4:9-10
En el verso anterior usó para referirse al reposo, pero en este verso cambia de término y usa σαββατισμός, lo cual es tiene una conexión con Sabbath.
“Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del séptimo día: Y DIOS REPOSO EN EL SEPTIMO DIA DE TODAS SUS OBRAS;” 4:4
En el relato de la Creación encontramos que Dios culminó su obra creadora en el sexto día, y en el séptimo ( sheb-ee-ee) descansó o dejo de crear o hacer. En Heb. שֶׁבַע (sheba) significa siete. De allí se deriva Shabbat, traducido como “reposo o descanso”.
Al ser traducido como Sábado, nos hace pensar que se refiere a un día específico de la semana, pero lo que indica es un cese de labores. Dios no se cansa; por lo tanto, no podemos pensar que descansó.
Al igual que la Tierra Prometida, el Shabbat, el séptimo, era una figura del reposo que Dios ofrecería por medio de Cristo.
¿Qué es el reposo entonces?
¿Qué es el reposo entonces?
El reposo que ofrece Cristo es ese estado consciente de gozo constante, en el cual ya no habrá dolor ni llanto, en la presencia del Creador.
Es una liberación total de las consecuencias que el pecado trajo sobre el hombre: muerte, sufrimiento, dolor, arduo trabajo (cardos y espinas)
Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas.
A ese reposo podemos llamarle “el Cielo”, “la vida eterna”, o “la gloria”, o “estar en la gloriosa presencia de Dios”.
La verdad es que nuestra imaginación no alcanza para pensar como será ese reposo. Lo que sí sabemos es que Dios a preparado para el creyente, esa morada que el Señor mencionó en Juan 14
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
De nuevo, nuestra imaginación se ve limitada:
sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oido oyo, Ni han entrado al corazon del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
De allí la triple advertencia de que los que no crean en Cristo “se perderán de lo bueno”:
Tres veces dice: “NO ENTRARAN EN MI REPOSO” 3:11; 4:3, 5
y tres veces: “SI OIS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCAIS VUESTROS CORAZONES” 3:7,15; 4:7
¡aseguráte de no perdértelo!
“Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobedienca.” 4:11
La traducción de σπουδάζω como “esforcémonos” podría insinuar que se obtiene a base del esfuerzo personal. El problema es que caeríamos en “salvación por obras”, lo cual contradice lo dicho anteriormente: “No pudieron entrar a causa de su incredulidad” (3:19).
Yo prefiero la tradución “diligente” de la versión en inglés. σπουδάζω significa: “hacer algo con intenso esfuerzo y motivación, tener celo, estar deseoso, apresurarse.”
El reposo de Cristo conlleva la garantía de la Palabra.
El reposo de Cristo conlleva la garantía de la Palabra.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
La Palabra es poderosa para revelar lo profundo del corazón: corta, penetra, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Un día tendremos que rendir cuentas a Dios y no hay manera de engañarle; Él sabe quién ha creído y quién es incrédulo.
La Palabra garantiza que el “los que hemos creído entramos en ese reposo,” 4:3. Pero también garantiza que los que no creyeron la buena nueva, no entraron por su incredulidad” (3:19; 4:6)