La Recuperación de David II parte

INTRODUCCIÓN:

Mencioné el domingo que dimos inicio a esta serie el propósito por el cual la estamos desarrollando.

La Recuperación tiene como propósito principal ayudarnos a recuperar nuestra espiritualidad que de alguna manera ha sido afectada por tanto tiempo de confinamiento.

Hebreos 10:23–25 NTV

23 Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. 24 Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. 25 Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.

Mantengámonos firmes en la esperanza

Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros

Y no dejemos de congregarnos

Dios en su Palabra nos dice que hay “algunos” que han dejado de congregarse, las razones no las indica pero el resultado SI.

No sabemos por que estos “algunos” dejaron de asistir a sus reuniones de adoración.

Se acomodaron en sus casa?

Encontraron algo mas importante que hacer el día de culto?

Tuvieron alguna diferencia en con alguien?

Tenía muy altas expectativas de la gente que asiste a los cultos?

En fin, no sabemos porque pero Dios dice en su Palabra que hay algunos que dejaron de congregarse.

Y al dejar de congregarse el proceso de crecimiento en La Fe, en la Madurez Cristiana se detiene y comienza un retroceso.

DESARROLLO:

El domingo comenzamos a ver como podemos desarrollar un proceso de Recuperación.

David manifestó su humanidad

David no permitió que la amargura entrara a su vida

David se fortaleció en Jehová su Dios.

Hoy veremos una actitud CLAVE para avanzar en un proceso de RECUPERACIÓN.

Y es la actitud de “CONSULTAR A DIOS EL SIGUIENTE PASO”

1º Samuel 30:7–8 NTV

7 Entonces le dijo a Abiatar, el sacerdote: —¡Tráeme el efod! 8 Así que Abiatar lo trajo y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado.

Esta es una actitud que debemos aprender a cultivar, a desarrollar:

CONSULTAR A DIOS.

1. Consultar a Dios es un acto de humildad

David pidió el efod que era una vestidura sacerdotal y LE PREGUNTO AL SEÑOR...

había llorado, había guardado su corazón, se había fortalecido y ahora PREGUNTA A DIOS.

Preguntar a Dios es una actitud de humildad pues reconocemos que no sabemos que pasará en el futuro.

Salmo 138:6 RVR60

6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

2. Consultar a Dios es un acto de dependencia.

Dependencia significa confianza absoluta.

Salmo 37:5 NTV

5 Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará.

David sabía que SI Dios lo autorizaba podría recuperar lo perdido.

David pregunta dos cosas...

Debo perseguir a esta banda de saqueadores?

Los atrapare?

Y Dios responde a sus consultas, Dios responde a estas preguntas que tienen como propósito una recuperación de nosotros mismos y de los demás.

1º Samuel 30:8 NTV

8 Así que Abiatar lo trajo y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado.

Si, persiguelos. Recuperaras todo lo que te han quitado.

3. Consultar a Dios trae resultados poderosos

1º Samuel 30:9 NTV

9 De modo que David y sus seiscientos hombres salieron y llegaron al arroyo de Besor.

David no fue SOLO, vamos a necesitar compañía en el camino hacía la recuperación.

Veamos como termina esta parte de la historia en la vida de David.

1º Samuel 30:16–20 NTV

16 Así que guió a David hasta los amalecitas, y los encontraron dispersos por los campos comiendo, bebiendo y bailando con alegría por el enorme botín que habían tomado de los filisteos y de la tierra de Judá. 17 Entonces David y sus hombres se lanzaron contra ellos y los mataron durante toda la noche y durante todo el día siguiente hasta la tarde. Ninguno de los amalecitas escapó, excepto cuatrocientos jóvenes que huyeron en camellos. 18 Así que David recuperó todo lo que los amalecitas habían tomado y rescató a sus dos esposas. 19 No faltaba nada: fuera grande o pequeño, hijo o hija, ni ninguna otra cosa que se habían llevado. David regresó con todo. 20 También recuperó los rebaños y las manadas, y sus hombres los arrearon delante de los demás animales. «¡Este botín le pertenece a David!», dijeron.

CONCLUSIÓN:

Nos vamos a recuperar.

Vamos a ORAR, vamos a INTERCEDER unos por otros, vamos a AYUNAR.