La humildad, evidencia de Crecimiento Espiritual.

Introducción:

La encarnación es el milagro central del cristianismo, la suprema y más maravillosa obra que Dios haya hecho jamás. El milagro de milagros es el tema de Filipenses 2:5–8.

Algunos eruditos creen que este pasaje era primero un himno que cantaban los cristianos de la iglesia primitiva para conmemorar y celebrar la encarnación del Hijo de Dios.

Este pasaje describe la condescendencia de Jesús el hijo de Dios, para nacer, vivir y morir en forma humana con el fin de lograr la redención de la humanidad caída.

Necesitamos comprender que la humildad es la característica que muestra el carácter de Cristo

Todos los Cristianos debemos reflejar la humildad de Cristo en nuestra vida práctica.

Hay cuatro formas de saber de acuerdo a la palabra de si estamos reflejando la humildad de Cristo en nuestras vidas.

I. TENIENDO EL SENTIR DE CRISTO.

Filipenses 2:5 RVR60

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

El texto deja claro que su propósito primordial es animar a los cristianos a vivir como su Señor y Salvador.

Él presenta un ejemplo supremo e inigualable de humildad que sirva como la motivación más poderosa de practicar la humildad en los creyentes.

La encarnación de Cristo, llama a los creyentes a seguir el ejemplo incomparable de humildad.

¿Cuál es la característica de la humildad de Cristo?

Renuncia.

Entrega.

Sacrificio

Amor abnegado

Obediente sumisión a la voluntad de su Padre.

Ahora, el segundo ejemplo de humildad, es:

II. DEJÓ SU POSICIÓN.

Filipenses 2:6 RVR60

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

Jesucristo era desde la eternidad sin alteración alguna, y siempre será, en forma de Dios.La idea es que, antes de la encarnación, desde la eternidad, Jesús preexistía en forma de Dios, siendo igual a Dios el Padre en todo.

Entonces, su encarnación fue la más honda humillación posible.

Abandonó su completa perfección para adoptar algún grado de imperfección, No obstante, sin dejar ni menguar su perfecta deidad ni su absoluta santidad, en una realidad que excede la comprensión humana.

Él Infinito se hizo finito.

El absolutamente Santo llevó el pecado de nosotros los pecadores.

La otra Característica es de la humildad de Cristo, es:

III. SE DESPOJÓ ASÍ MISMO.

Filipenses 2:7

Filipenses 2:7 RVR60

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Aunque era plenamente Dios, se despojó a sí mismo de todos sus privilegios.

Despojó viene de kenoō, que significa desprenderse completamente de algo.

Él no dejó su deidad, sólo algunas prerrogativas que podía tener como Dios, para hacerse hombre.

Él estuvo dispuesto a sufrir la peor humillación posible antes que exigir el honor, el privilegio, y la gloria que le pertenecían.

¿De qué se despojó en si?

1. Se despojó momentáneamente de su gloria divina.

2. Se despojó a sí mismo de la autoridad divina que podía ejercer con independencia.

3. Se despojó a sí mismo del ejercicio voluntario de algunos de sus atributos divinos, mas no de la esencia de su deidad.

4.Jesús se despojó a sí mismo de sus riquezas eternas .

5. Él se despojó a sí mismo por un tiempo de su relación única, íntima y directa con su Padre celestial.

IV. TOMÓ FORMA DE SIERVO Y SE HIZO SEMEJANTE A LOS HOMBRES.

......tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2: 7b-8

Jesús dejó todos los derechos de su señorío tomando forma de siervo, de esclavo. Tan cierto como Él era “en forma [morphē] de Dios”, ahora existía en forma de siervo

Un doulos (siervo) nada poseía, ni siquiera las vestiduras que llevaba. Jesús sí era dueño de sus vestiduras, pero no tenía tierras, ni casas, ni oro ni joyas. No tenía un negocio, un bote o un caballo. Tuvo que pedir prestado un burro para entrar en Jerusalén.

Él renunció por completo a sus derechos como Hijo de Dios y se convirtió en siervo.

Al seguir con su descenso, Jesús fue hecho semejante a los hombres. Así lo hizo Dios mediante su concepción y nacimiento virginal.

Él se convirtió en un ser humano como cualquier otro, con todos los atributos de la humanidad, un hombre auténtico entre los hombres.

Pero obediente al padre hasta la muerte y muerte de Cruz.

Conclusión:

Al ver lo que el Señor ha hecho, necesitamos, evaluarnos:

¿Cuánto estamos dándonos nosotros?, ¿Cuánto estamos dejando? o, ¿Cuánto descendemos de nuestra posición que creemos tener para seguir y servir a Dios como el espera y demanda?.

Para crecer espiritualmente, tenemos que tomar este ejemplo de Cristo, teniéndolo todo, lo dejó todo, para que en él el plan de Dios para salvación de los hombres fuera posible.

Ahora vea que hizo Dios con Jesús, por lo que él hizo, por su humillación.

Filipenses 2:9–10 RVR60

9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

Vamos a orar.