Sardis 1

Sardis 1

Sardis, la actual Sart en la provincia Turca de Manisa, a 48 km al sureste de Tiatira y a 80 al este de Esmirna. Fue capital de Lidia. Es en plural, porque hace referencia a varios asentamientos, el más famoso en lo algo de un monte donde estaba una fortaleza casi invencible en lo militar, por sus pronunciados precipicios. Esa misma ubicación en una colina, no les permitió crecer y dependían del valle fértil que la rodeaba.Se llegaba a la ciudad sólo por el sur, pues no se podían escalar los precipicios. Por estar en esa ubicación privilegiada, sus habitantes eran orgullosos, arrogantes, demasiado confiados; y por eso en más de una ocasión no vieron venir sobre ellos la destrucción, que llegó como ladrón en la noche.

Otra parte de la cuidad un poco más abajo donde vivían agricultores, trabajadores de la lana y mercaderes.

El rey Creso oyó a la sacerdotisa de Delfos, que le dijo que “destruiría un gran imperio”, pero no fue Ciro el rey de Persia, sino su propio imperio. Creyendo que Ciro no lo perseguiría, no preparó su ejército y cuando Ciro llegó, Cresó confió que nadie podía escalar los muros, pero a uno de sus hombres se le cayó el yelmo y al bajar a buscarlo, reveló un pasadizo en la roca, demostrando que sí se podía escalar. En la noche, los persas escalaron el muro y tomaron la ciudad y por no estar vigilantes en la noche, Creso perdió la guerra. Cuando no tomas en cuenta tu historia, se repiten errores del pasado.

En el siglo III a. C. Antioco el gande de Siria, envió su ejército contra Sardis el año 214 a.C. sus soldados escalaron los muros y tomaron la ciudad igual que los persas el año 546 a. C. Por eso Jesús les dice ¡despierta! ¡alerta! Un eco de su propio pasado. Antioco trajo familias judías de Mesopotamia y ocuparon ciudades incluyendo Sardis. En el área han descubierto una sinagoga bastante grande del siglo III d. C.

Jesús menciona que pocos no han manchado sus ropas, pocos se mantuvieron firmes y no adoptaron las prácticas religiosas de su tiempo.

En Sardis no hubo persecución a cristianos por parte de los judíos, la razón es que los cristianos de Sardis proclamaban un evangelio débil, tanto que los judíos ¡no se ofendían! El evangelio no era amenaza para las religiones paganas.

La influencia de los templos dedicados a Cibeles, Zeus, Lidios, Heracles, Demeter, Coré (Perséfone) y Dionisio influyó en la religión de las personas; la mezcla de deidades era común en la antigüedad y el paganismo entró en todas las ciudades del imperio romano.

Los romanos conquistaron Sardis el 189 a. C. en el año 17 d. C Sardis sufre un terremoto terrible, el emperador Tiberio les perdona impuestos por 5 años y así logran reconstruir Sardis.

De las 7 iglesias, Sardis es la más débil en fervor espiritual, se acomodaron al entorno y por eso no fueron perseguidos, para fines prácticos ¡ni existían! Su estilo de vida los llevó a tener paz con el mundo, pero muerte espiritual a los ojos de Dios, poco a poco se fueron extinguiendo, pero entre las cenizas había unas cuantas brazas. Bienvenidos a Sardis, la ciudad de los muertos vivientes.

“»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Sardis. Este es el mensaje de aquél que tiene el Espíritu de Dios de siete aspectos y las siete estrellas: »Yo sé todo lo que haces y que tienes la fama de estar vivo, pero estás muerto.” (Apocalipsis 3:1, NTV)

Jesús se identifica como el que tiene el Espíritu de Dios de 7 aspectos, y aunque Jesús se identifica como el autor de la carta, termina exhortando que escuchen lo que el Espíritu dice a las iglesias; es obra del Espíritu Santo confirmar el mensaje de Jesús.

Cristo se presenta como portador del poder absoluto, vivificador, es la única esperanza que tenían los de Sardis. Los 7 aspectos se refieren a la plenitud, representa al Espíritu Santo en completa plenitud.

“No menosprecien estos modestos comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia y que la plomada está en las manos de Zorobabel». (Las siete lámparas representan los ojos del Señor que recorren toda la tierra).” (Zacarías 4:10, NTV)

“Miren ahora la joya que he puesto ante Jesúa, una sola piedra con siete facetas...” (Zacarías 3:9, NTV)

En Pérgamo y Tiatira unos cuantos han caído en la tentación del mundo, en Sardis ¡casi toda la iglesia! Han manchado sus vestiduras, debió ser luz, pero se apagó Por medio de los ministros de la Palabra, el Espíritu aviva una iglesia o una vida muerta. Es el poder infinito del Espiritu, que lleva de muerte a vida.

“… Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.” (Juan 14:26, NTV)

“»…las siete estrellas:...” (Apocalipsis 3:1, NTV)

Las 7 estrella son los pastores, mensajeros de la Palabra sostenidos por las mismas manos que sostienen al mensajero divino: El Espíritu Santo. La iglesia de Sardis y cada iglesia escuchan las Palabras de Jesús, inspiradas por Su Espíritu y comunicadas por sus pastores.

Jesucristo es el Señor que juzga y el que sustenta. Nos recuerda que ÉL es Dueño y Juez, Salvador y Cuidador de las iglesias y de tu vida.

“»…»Yo sé todo lo que haces y que tienes la fama de estar vivo, pero estás muerto.” (Apocalipsis 3:1, NTV)

En Éfeso y Tiatira a las primeras palabras siguen unas de elogio ¡no aquí! Las obras de esta congregación sólo servían para perpetuar su inmerecida buena reputación: “tienes fama de estar vivo, pero estás muerto.” Cría fama y échate a dormir. Buen padre, esposo, amigo, etc.

Las iglesias, personas pueden tener fama de activos, tener muchos programas, ser influyentes y aún así ¡estar muertas! Hay iglesias que están activas y llenas del Espíritu Santo, pero no es el caso de Sardis. El Señor juzga la vida de la iglesia, por la fuerza de la fe de cada uno de sus miembros.

De forma rápida, Cristo desaparece esa reputación. Cómo los fariseos, su apariencia externa era una máscara que escondía su mortandad.

Los de Éfeso perdieron su primer amor, han caído en su vida espiritual, pero aquí, de plano se les declara ¡muertos! Pero, por medio de Su Espíritu el Señor puede y ¡quiere revivirla! Tiene Su estrella, Su mensajero que predique la Palabra que genere nueva vida en ellos.

Claro que Jesús sabe de su fama, obras, pero también sabe que no están vivos, claro que respiran, pero no tienen vida, son muertos vivientes. Quizá su posición financiera, influencia, prosperidad daba esa imagen externa, pero Jesús ve lo interno y encuentra la falta. La iglesia de Sardis no pudo contribuir al avance del evangelio.

En Sardis no se mencionan enseñanzas falsas, problemas personales, persecución ¡nada de eso! Quizá por eso no habían crecido en su fe. Dios puede permitir la tribulación en nuestra vida o en la iglesia por amor a nosotros, por eso Pablo dice:

“También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia.” (Romanos 5:3, NTV)

Pero sabes, sólo el Señor puede decir sin equivocarse qué grupo o persona está realmente viva y cuál sólo de apariencia. Hoy muchos se dicen cristianos, miembros de una iglesia porque han repetido una oración, pero no hay una vida de compromiso, de entrega, de obediencia, son de quienes Pablo dijo:

“Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios…” (2 Timoteo 3:5, NTV)

El problema es cuando el que está muerto, cree que está vivo, pero en realidad no, bueno, sí, pero no. Es necesario confesar nuestra condición y actuar. Decidir depender sólo del Señor y de Su Espíritu Santo.

La ciudad había pasado sus días de gloria, la iglesia era más forma que sustancia, más espectáculo que realidad; la ciudad se gloriaba de su esplendor del pasado, pero ignoraba su deterioro presente ¿estás vivo o muerto? ¿tienes (sólo) reputación de estar vivo?

Cristo despedaza su orgullo, diciéndoles ¡están muertos! ¿se puede ir a la iglesia y no ser salvo? La condena a Sardis es más severa que a las otras iglesias. La sentencia ¡estás muerto! Presenta la relación entre el pecado y la muerte; en la parábola del hijo pródigo el Padre dice:

“porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.” (Lucas 15:24, NTV)

Pablo lo dice a la iglesia en Roma.

“…antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva...” (Romanos 6:13, NTV)

“¡Despierta! Fortalece lo poco que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios.” (Apocalipsis 3:2, NTV)

¡Despierta! ¡Alerta! ¡trucha! Así como la ciudad fue tomada por sorpresa en 2 ocasiones por no estar alerta, así la iglesia está a merced de satanás por falta de vigilancia.

Fortalece lo poco que te queda, todo está a punto de morir, tus obras no cumplen los requisitos; hay obras, es verdad, pero ¡no cumplen los requisitos! Para que las obras estén completas deben estarlo no sólo delante de los hombres, sino especialmente delante de los ojos de Dios, a quien nada se le puede ocultar.

Delante de los hombres tenían actividades, pero eran superficiales, el profeta Isaías había condenado al pueblo por hipócrita.

“Así que el Señor dice: «Este pueblo dice que me pertenece; me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Y la adoración que me dirige no es más que reglas humanas, aprendidas de memoria.” (Isaías 29:13, NTV)

Jesús mismo condenó a los fariseos a ellos les dice:

“»¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues son como tumbas blanqueadas: hermosas por fuera, pero llenas de huesos de muertos y de toda clase de impurezas por dentro.” (Mateo 23:27, NTV)

El apóstol Pablo dijo que habría personas así ¡dentro de la iglesia!

“Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!” (2 Timoteo 3:5, NTV)

En Sardis cumplían con actividades, pero de costumbre, no se esforzaban por crecer a la imagen de Cristo. Jesús les dice a esos muertos ¡despierten! Aún es posible despertar; si tan sólo escuchan la misma voz de quien trajo a Lázaro a la vida.

Las actividades eran vacías, metal que resonaba, falsas, y ellos debían volver a una vida de obediencia al evangelio; así como la fe sin obras es muerta, las obras sin fe son hipocresía. En Sardis y Laodicea, donde hubo menos persecución es donde hay más decadencia espiritual ¿Quieres crecer en tu vida espiritual pero no oras y no obedeces? Entonces estás pidiendo luchas, pruebas y tribulación para hacerlo.

Ellos se sentían cómodos, satisfechos y ese sentimiento puede ir de la mano con la muerte espiritual. Pablo advierte a los de Corinto:

“Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer.” (1 Corintios 10:12, NTV)

Sus obras no cumplen los requisitos de Dios y eso puede decirse de los cristianos nominales, los de apariencia, de palabra, muy bonitos por afuera, pero ante Dios son un fracaso total. Se engañan sólo a ellos mismos, pero no a Dios y a veces, ni a nosotros nos engañan.

El Señor Jesús mismo los llama al arrepentimiento, deben admitir su apatía espiritual que es tan destructiva para la fe como una vida inmoral o una falsa doctrina.

Si la orden es ¡despierta! Es porque ¡hay esperanza! Hay esperanza porque el Espíritu Santo está ahí para revivirlos. Jesús examina las obras de Sardis, así como Dios peso a Belsasar.

“Tekel significa “pesado”: usted ha sido pesado en la balanza y no dio la medida.” (Daniel 5:27, NTV)

El Señor pide fe, amor, obediencia, pero más aún, desea que tú estés lleno del Espíritu Santo y seas agradecido, porque nuestro Dios sigue pidiendo Santidad ¿sabes que ningún israelita podía ofrecer un animal defectuoso al Señor como ofrenda o diezmo?

“»Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es de la manada, debe ser un macho que no tenga ningún defecto...” (Levítico 1:3, NTV)

“Sin embargo, si la primera cría tiene algún defecto —si es ciego, cojo o con otra anormalidad— no deberás ofrecerla en sacrificio al Señor tu Dios.” (Deuteronomio 15:21, NTV)

“Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.” (Mateo 5:48, NTV)

¡Despierta! Por no estar despiertos, atentos los conquistaron ¿recuerdas la historia del soldado que se le cayó el yelmo? La historia es que después de sitiar la ciudad por 14 días, el rey Ciro de Persia prometió una recompensa al que lograra escalar la pendiente. Hieroeades, un soldado de Mardis, observó la ciudad y él vio al soldado bajar y subir y por ese lugar el ejército de Ciro sorprendió a los soldados que dormían tranquilamente, Creso fue apresado, la ciudad saqueada y todo ¡por no estar vigilante! TU MATRIMONIO, NEGOCIO, PROSPERIDAD.

Debían estar alertas a su estado, su condición, su propio desenfreno y aunque son un desastre ¡tienen remedio! Pero deben tomar una decisión y hacerlo rápido, o de otra manera: morirán. Es posible salir del letargo, pero debes reconocer tu condición y arrepentirte ¡hoy!

Los de Sardis podían decir que las cosas ya están mal, no hay remedio y tú puedes decir lo mismo de tu vida espiritual, del matrimonio, de la relación: esto ya estaba destinado a morir, pero debes saber que si se muere es ¡porque tú lo dejaste morir! Y debes admitirlo ¡yo lo dejé morir! Yo deje morir mi relación con Dios. Me dediqué a vivir recordando las veces que Dios respondió, lo que Dios hizo conmigo en el pasado, pero era para no ver lo lejos que me encuentro hoy.

La historia de la escalada de la muralla tiene puntos prácticos, primero saber que basta un solo punto débil, de carácter, un descuido en tu vida espiritual para ser víctima de la astucia de satanás.

“Esto es aún más urgente, porque ustedes saben que es muy tarde; el tiempo se acaba. Despierten, porque nuestra salvación ahora está más cerca que cuando recién creímos.” (Romanos 13:11, NTV)

La iglesia, la persona que se acostumbra a las bendiciones, la calma en su vida, la comodidad es vulnerable como Sardis. El enemigo se infiltra. Para evitarlo, el primer paso es renovar tu vida espiritual, es cunado reconoces que hay algo que está mal. Muchas iglesias, personas, se están muriendo y ¡no lo saben! Lo que es peor, hay otras personas que ¡sí lo saben! Saben que se han alejado, saben que sólo van por costumbre, por rutina, para calmar su conciencia, pero saben que se están muriendo y ¡no quieren despertar!

Hoy es el día aceptable, hoy es tiempo de reconocer lo que está mal en ti, en tu vida de adoración, en tu matrimonio, en tu fidelidad, en tu obediencia, en tu trabajo, en tu relación con Dios ¡Despierta! ¡fortalece lo poco que te queda!

Palabra de Dios

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