Salmo 34
Estudio
En los primeros días de la Segunda Guerra Mundial los japoneses tomaron prisionero al doctor Theron Rankin, que era misionero bautista en China. Entonces quedó separado de todos sus seres amados: familiares y amigos, y fue despojado de todas las cosas que eran de su propiedad personal. No tenía esperanzas de que alguien lo protegiera, ni siquiera un gobierno amigo del de su país: los Estados Unidos de la América del Norte. Todo lo que podía hacer era confiar en Dios, en Cristo y en el Espíritu Santo; lo único que tenía eran las promesas de las tres Divinas Personas. Muchos meses después un barco neutral sueco, el Chripsholm, llevó al doctor Rankin a su patria. Más tarde dijo que cuando no tenía más en quien confiar, sino en Dios, en Cristo y en el Espíritu Santo, su actitud hacia sus captores japoneses cambió, y desapareció el temor que antes había tenido.
Los que buscan su ayuda, estarán radiantes de alegría;
ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro
En mi desesperación oré, y el SEÑOR me escuchó;
me salvó de todas mis dificultades.