Un nuevo llamado al arrepentimiento.

INTRODUCCIÓN:

El libro de Joel está dividido en dos partes, La primera es histórica y relata una gran calamidad causada por una invasión de langostas, la necesidad de arrepentirse y la restauración; la segunda parte es escatológica y describe la respuesta de Dios a las oraciones del pueblo, el derramamiento de su Espíritu, el juicio de las naciones y la bendición de su pueblo.

El libro incluye una profecía que con frecuencia encontramos en los escritos de los profetas: en el futuro, los judíos se establecerían como una gran nación en Palestina. 

El profeta Joel, escribe a la gente de su tiempo y al futuro; enfatizando la misericordia de Dios, y su perdón que siempre está al alcance.

En el contexto más reciente, encontramos en el capítulo 2, del 1 al 11, una ilustración del día del Señor, o el período de la tribulación, el versículo muestra la alarma que suena.

Joel 2:1 RVR60

1 Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.

y luego de los versículos del 2 al 11, hay una descripción de un ejercito de langosta que invade, esta es una alusión al juicio de la séptima trompeta de apocalipsis capítulo 9.

Joel termina esta terrible descripción del accionar del ejercito de langostas, con una declaración en el versículo

Joel 2:11 RVR60

11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

Enseguida , el profeta enseña acerca de la misericordia de Jehová, que está disponible, para todo el que escucha el llamado que Dios hace al arrepentimiento.

Declaración: Dios es un Dios misericordioso para con su pueblo.

Proposición: Dios dispone su misericordia para con los suyos, haciendo un nuevo llamado al arrepentimiento

Frase de Transición: Hay dos llamados formales al arrepentimiento que Dios hace a su pueblo, que nosotros también como pueblo de Dios DEBEMOS considerar para que su misericordia nos alcance.

I. DIOS LLAMA A UN CAMBIO SINCERO DE CORAZÓN (2:12–14).

Siempre Dios apunta al corazón del hombre, Dios ha dicho en su palabra que quiere nuestro corazón; el proverbios 23. 26, “Dios dice hijo mío dame tu corazón”, Jesús dijo en Mateo 15, que lo que sale del corazón es lo que contamina al hombre, y en Mateo 6, dijo que donde está nuestro tesoro, ahí está nuestro corazón. Proverbios 4: 3, enseña que del corazón mana la vida.

Ahora podemos darnos cuenta, porque Dios apunta al corazón.

Ahora veamos lo que Dios dice a través del profeta Joel, a su pueblo y también a nosotros hoy.

A. EL LLAMADO (2:12–13a)

Joel 2.12-13a “ Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos”

Dios hace un llamado urgente al pueblo a arrepentirse sinceramente (convertíos a mí con todo vuestro corazón..... y rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos).

Hermanos, amigos, el llamado de Dios es a cambiar el rumbo, que llevamos de nuestra vida, si ya somos Creyente, a revisar nuestra comunión con Él, y no eres creyente, a cambiar el rumbo completo de tu vida, a entregar tu vida a Él.

Este arrepentimiento o cambio de rumbo debe acompañarse con tres actitudes espirituales: ayuno, lloro y lamento.

Ayuno, nos muestra un deseo de crecer espiritualmente, de fortalecer nuestra vida espiritual.

El lloro, es una actitud de dolor, por reconocer que hemos fallado a nuestro Dios, es un reconocimiento a nuestra falta de santidad, y de su santidad.

El lamento, es una actitud que indica, que reconocemos desde lo más profundo de nuestro ser, que nuestra manera de vivir, ofende a Dios y

El arrepentimiento es lo que desea obtener el Señor con sus juicios a nuestras vidas.. Dt. 4:30-31

Deuteronomio 4:30–31 RVR60

30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; 31 porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.

Hermanos, amigos, Dios es un Dios de oportunidades, Él hoy está dándonos la oportunidad de arrepentimiento.

“ Yo no sé de que debes arrepentirte hoy, , qué cosas tienes o vives en tu vida en estos momentos, , pero Dios hoy te está llamando, Dios quiere que vuelvas tu corazón a Él, por que quiere bendecir tu vida”

Lo siguiente que debemos ver acerca del llamado de Dios al arrepentimiento es.....

B. LA MOTIVACIÓN DE ESTE LLAMADO. (2:13B–14)

Joel 2: 13b-14 “porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 14¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?”

El profeta le dice al pueblo, la motivación que ustedes deben tener para arrepentirse, es el conocimiento que ustedes tienen de su Dios, y de su carácter bondadoso.

El les dice: El Señor es misericordioso, es clemente, es tardo para la ira y grande en misericordia”.

“Misericordia” es el vocablo Hebreo “Hesed” que se traduce “ amor leal”

Debido a que el carácter de Dios es misericordioso, a menudo Él se duele del castigo.

Hebreos 12.6, enseña que:

Hebreos 12:6 RVR60

6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.

Sin embargo, no se goza de hacerlo, lo hace porque nosotros al igual que el pueblo de Israel, nos revelamos contra Él, por eso hoy el llamado de Dios es al arrepentimiento y la primera motivación que debemos tener para arrepentirnos de nuestra mala manera de vivir es su carácter misericordioso de Dios, su amor leal.

Por otro lado, hay otra motivación que el pueblo tenía, y es la soberanía de Dios.

Joel, dice: “ ¿Quien sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él?(14a)

Las palabras quién sabe hablan de la soberanía de Dios en ese asunto (cf. 2 S. 12:22; Jon. 3:9). Aun si Israel se arrepentía, no podía estar seguro de la misericordia divina como si se tratara de algo que estaba bajo su control, o que el Señor debía darles de manera automática.

Depende de lo que Dios decide, sin embargo, es importante destacar que en medio del juicio Dios concede amplia oportunidad para el arrepentimiento.

Si el pueblo demostraba arrepentimiento genuino, el Señor estaba siempre dispuesto siempre a a perdonar y bendecir.

El arrepentimiento no cambia el juicio de Dios, lo que trae, es una cambio de actitud, hacia aquel o aquella que se arrepiente y cambia el rumbo, la dirección que lleva en contra DE Dios, y se vuelve a Él.

Así es Dios, en su soberanía está esperando que vengamos a Él en arrepentimiento verdadero, para esperar que en su misericordia nos perdone, restaure y además nos bendiga.

Es en su soberanía, en su amor y su infinita misericordia que podemos alcanzar el perdón y un cambio en nuestras vidas.

El segundo llamado formal que Dios hace al pueblo es..

II. UN LLAMADO A LA PARTICIPACIÓN NACIONAL (2:15–17)

La segunda parte del llamado a arrepentirse es una exhortación a la nación a reunirse en una ceremonia formal de lamentación y oración.

Joel 2.15-17

Joel 2:15–17 RVR60

15 Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. 16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. 17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

En el versículo 15, Se repiten aquí las primeras palabras del v. 1, tocad trompeta en Sion.

El temor que provocaba el sonido de la trompeta del vigía (v. 1) debía provocar otro sonido del cuerno de carnero, esta vez llamando al pueblo a un ayuno y asamblea sagrada, porque el sonido del cuerno también se usaba para convocar a ceremonias religiosas.

El llamado en el versículo 16, es que todo el pueblo debía reunirse, desde los mayores (ancianos) hasta los menores (los que maman). Ni siquiera los recién casados quedaban exentos.

El versículo 17, enseña que los sacerdotes debían dirigir la ceremonia llorando delante de Dios en el atrio del templo e implorando liberación.

La oración debía incluir una petición doble:

A. Súplica de perdón (“perdona”).

B. No entregar al oprobio su heredad.

En otras palabra, la petición se centra en reconocer delante de Dios, que como pueblo de Dios habían fallado, pero también en el hecho de la reputación de Dios.

Si Israel, la heredad de Dios iba a ser objeto de oprobio (burla, escarnio,muerte), las naciones erróneamente pensarían que él ya no tenía poder y/o amor para salvar a los suyos.

Hermanos, hoy también la iglesia como Pueblo de Dios, debemos también, reunirnos, para clamar a Dios, debemos reunirnos para reconocer delante de Dios, que en mucho hemos faltado, que en mucho hemos hecho lo malo, hemos sido desobedientes, hemos pecado, contra nuestro Dios.

Debemos clamar para que su misericordia esté a favor nuestro, no por quienes somos nosotros, o por lo que nosotros merecemos, porque no merecemos nada de Dios, por nuestra forma muchas veces infames de vivir, sino por quien es Él

Pero antes de todo debe haber arrepentimiento en nuestras vidas.

Pedir perdón, pedir, que quite el oprobio, en el que estamos viviendo, porque muchos estamos viviendo en oprobio, por haber fallado a nuestro Dios.

Conclusión:

Dios, está haciendo un nuevo llamado al arrepentimiento, un cambio en nuestra manera de vivir.

Si nos arrepentimos de corazón, y comenzamos a caminar en la dirección correcta, si buscamos el perdón de Dios, si pedimos que quite el oprobio de nuestras vidas.

Dios promete cambiar, su juicio en misericordia, su ira, en bondad, Dios promete bendecirnos.

Amigos, yo no sé como está su vida, pero hoy Dios te está llamando, quiere que vulvas su corazón a Él, porque quiere bendecirte.

Dios te dice : Si oyereis, hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazón.

Todos, debemos responder hoy al Señor, ¿qué vas a hacer hoy con el llamado que Dios te está haciendo?

Vamos a orar.

Invitación.