Séptimo mandamiento: Debemos guardar la santidad del vínulo matrimonial
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Saludo
Seguimos en nuestra serie en la que hemos estado las últimas semanas, leyes para la vida. Un recorrido hermoso y desafiante a través de la Ley. La Ley divina que es entregada a un pueblo en libertad para usar esa libertad para la vida piadosa. La Ley que fue entregada a la nación de Israel en el pacto mosaico para que la nación tuviera la guía necesaria y poder cumplir su parte del pacto y se ns ha dado a conocer en el Nuevo Pacto por medio de Cristo, para tener libertad de servir a Dios en obediencia y temor reverente.
Repaso: El quinto mandamiento era el primer mandamiento de la sección que corresponde a nuestra relación con nuestros semejantes, y como habíamos dicho, es un mandamiento que busca la estabilidad y la paz en la familia mediante el respeto de los hijos hacia los padres.
El séptimo mandamiento tiene que ver con la preservación y estabilidad de la institución familiar y por extensión, de las sociedad humana en general, pero desde otra perspectiva. A diferencia del quinto mandamiento que se basaba en el respeto, este mandamiento lo hace desde la perspectiva de la santidad y la fidelidad entre los cónyuges.
Definamos qué es adulterio.
Adulterar significa básicamente alterar la pureza o la naturaleza de algo. La leche adulterada por ejemplo es el exceso de agua en ella con la intención de aumentar su volumen pero disminuir su calidad. El adulterio es falsear algo original. Cuando hablamos desde el punto de vista espiritual, tenemos el adulterio que altera la pureza de la doctrina, disfraza a mentira con versículos bíblicos sacados de su contexto y le da un aire de autoridad a la falsedad. Hablando del matrimonio, adulterar es a profanación de la santidad del vínculo matrimonial cuando uno de los cónyuges, hombre o mujer, tiene relaciones sexuales con alguien que no es su pareja oficial.
¿Por qué es relevante este mandamiento en la actualidad?
Porque el desenfreno moral en el que vivimos a pervertido el seno familiar. La infidelidad conyugal es una de las principales causas de pleitos y divorcios. El adulterio afecta lamentablemente casi por igual a familias no creyentes como a familias creyentes (más de lo que podríamos desear). Muchos predicadores y pastores han fracasado en sus ministerio y deshonrando el Nombre del Señor por sus actos de adulterio, el impacto en las iglesias es lamentable y destructivo
La infidelidad conyugal ha traído la ruptura del núcleo familiar que constituye la piedra fundamental de la sociedad. El libertinaje sexual ha traído deshonra a Dios y sociedades convulsionadas por los hogares desintegrados que deja a su paso. Tampoco podemos olvidar las enfermedades venéreas que trae consigo la promiscuidad sexual…en fin…la violación del séptimo mandamiento:
Es una afrenta a Dios
Trae consecuencias a nivel individual
Trae consecuencias a nivel familiar
Trae consecuencias a nivel social.
Acompáñenme por favor a Éxodo 20.14
LEER EL TEXTO
No cometerás adulterio.
EXPLICANDO EL TEXTO
Vamos a ver 4 aspectos que tienen que ver con el séptimo mandamiento:
I. El significado del mandamiento
II. El enfoque de Cristo del séptimo mandamiento
III. El propósito del séptimo mandamiento
IV. Las consecuencias de desobedecer el séptimo mandamiento
I. El significado del séptimo mandamiento
I. El significado del séptimo mandamiento
Varios elementos debemos tomar en cuenta para entender la relevancia del séptimo mandamiento en el contexto en que los israelitas recibían el mismo.
i. Era la confirmación de que el plan original de Dios al momento de constituir la institución matrimonial, era la monogamia, es decir, una pareja conformada por UN HOMBRE y UNA MUJER.
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
El matrimonio tiene que ver con el vínculo exclusivo entre un hombre y una mujer en las siguientes áreas:
Emocional
Sentimental
Filial
Psicológica
Física
Sexual
ii. También la naturaleza de este mandamiento era un contraste con la forma en que se enfocaba el asunto del adulterio en las civilizaciones orientales de esa época. No era novedad castigar el adulterio con la muerte en todas esas culturas, pero si lo era la razón por la que los israelitas lo hacían. En las culturas orientales de ese tiempo por lo general al encontrar a dos personas en el acto de adulterio, si la mujer era casada, solo la mujer era condenada a muerte, debido que la mujer se consideraba propiedad del esposo. El hombre por lo general se le imponían otro tipo de penas. Entre tanto, en Israel si dos personas eran encontradas en el acto de adulterio, ambas morían, sea que el hombre estuviera casado o la mujer estuviera casada o ambos estuvieran casados…ambos debían morir apedreados por la población…no porque la mujer o el hombre tuvieran un sentido de pertenencia a su cónyuge, sino porque el acto de adulterio era una afrenta grave a Dios…porque Él había constituido la estructura matrimonia…y se consideraba también una ofensa para toda la sociedad israelita, porque Israel tenía una relación de pacto con Dios, y si uno de sus miembros quebrantaba el pacto, exponía a toda la nación al juicio de Dios, por lo que entonces la misma población tenía que tratar el asunto con urgencia y severidad. La institución matrimonial era considerada santa y pura por causa de quien la originó, Dios.
iii. Aun en una sociedad patriarcal donde se estilaba la poligamia, contrario al plan original de Dios, tanto los hombres y las mujeres debían entender que habían límites muy marcados en referencia al respeto que se debían tener en las relaciones conyugales, aun cuando tomaran a más de una esposa. Con eso se controlaba la promiscuidad sexual. Las relaciones solo se permitían en el contexto del seno matrimonial.
iv. El cuarto elemento en cuanto a la comprensión del significado de este mandamiento tenía que ver con el castigo. Como lo mencionamos anteriormente, era frecuente en casi todas las culturas castigar el adulterio con la muerte, la diferencia era el motivo…par ala mayoría de las culturas era por razón del sentido de propiedad del hombre sobre la mujer…en el caso de Israel, era por el pacto establecido por parte de Dios con ellos:
Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Al ser una acción que violaba una de las condiciones del pacto, Dios y el pueblo hacían responsable a ambas partes, ambas debían morir para de esa manera, erradicar la perversión del seno de la nación.
II. El enfoque de Cristo: el adulterio es tanto una acción como una actitud
II. El enfoque de Cristo: el adulterio es tanto una acción como una actitud
De la misma manera como el homicidio nacía producto de las intenciones del corazón, Cristo también consideró el adulterio como una clara intención perversa del corazón que al alimentarla desemboca en la acción misma.
De nuevo vamos a Mateo 15.19
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Recordemos dos cosas de este pasaje:
i. El corazón se refiere al asiento de todos nuestros pensamientos, sentimientos, motivaciones, emociones…que son el motor interno que impulsa nuestras acciones…un corazón con pensamientos, sentimientos, emociones y motivaciones enfocadas en lo celestial, en lo santo, recto y justo…dará como resultado…acciones santas, rectas y justas…caso contrario, sentimientos, emociones, motivaciones y pensamientos enfocado en lo terrenal, en lo carnal y perverso, dará como resultado acciones carnales y perversas.
ii. Que el Señor se dirige aquí a fariseos que solo se enfocaban en el aspecto externo, en la parte ritual de la práctica religiosa…a ellos no les importaban la santidad de las motivaciones internas si se cumplía, aunque sea con hipocresía, con la parte externa. Las Palabras de Jesús indicándoles que de nada sirve la apariencia externa si no se tiene el corazón correcto.
Más específicamente y confirmando la idea que el adulterio surge de la perversidad del corazón humano, el Señor Jesucristo dijo en Mateo 5.27 - 30
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
La acción del adulterio surge primero en el seno de un corazón adúltero, un corazón que codicia la mujer ajena motivado y estimulado por deseos carnales desenfrenados y que anulan su capacidad de discernir lo bueno de lo malo.
Aquí el Señor no está enseñando que debemos mutilarnos para apartarnos del pecado (esto es porque ya miraba a varios hermanos con deseo de salirse de la reunión)…Él está hablando usando un lenguaje figurado llamado hipérbole y que ilustra la gravedad del pecado del adulterio. Renunciar al adulterio a nivel de la carne es doloroso porque implica renunciar a aquello que produce placer y satisfacción, pero el Señor habla claramente que urgentemente se debe erradicar ese comportamiento y todo aquello que lo estimula como si se arrancara un miembro del cuerpo.
Las Palabras del Señor Jesucristo también nos enseñan que el adulterio es un pecado que se da en diferentes etapas en las cuales se cometen adulterio en otros niveles. el adulterio sexual son una serie de pequeños pasos en la dirección equivocada. Es común que antes de consumar un acto de adulterio sexual, se cometen pequeños actos de adulterio en lo emocional y en lo sentimental. Todas las atenciones y propósitos emocionales y sentimentales deben ser entregados completamente en su cantidad y calidad únicamente a su cónyuge. Cualquier rastro de atención emocional y sentimental dispensada a un extraño o extraña, es adulterio, que, cuando es estimulado, seguramente terminará consumándose en el adulterio sexual. Esto es una severa advertencia con amistades muy cercanas que roban atenciones que solo se le deben al cónyuge. Toda palabra de afecto, aliento, atenciones que satisfacen las emociones y los sentimientos deben ser entregados únicamente a su cónyuge…no digamos las caricias y la entrega en el ámbito sexual.
APLICANDO EL TEXTO
III. El propósito del mandamiento
III. El propósito del mandamiento
Definimos 3 claros propósitos de este mandamiento:
A. Guardar la santidad del matrimonio
Ya hemos hablado que esta es una institución creada por Dios y por lo tanto, en su esencia y concepción divina, es santa y pura…y las personas que de manera formal deciden construir lazos matrimoniales a nivel civil, deben darse cuenta de la responsabilidad que adquieren a conformar una institución que no les pertenece, sino que es de Dios y deben regirse por las normas de su creador. Toda institución que se deriva de Dios tiene un vínculo directo con su carácter, por lo tanto, debemos percibir el matrimonio como santo, puro y fiel.
Lamentablemente, como mencionamos al inicio, el adulterio es la principal causa de divorcio. El adulterio ha terminado y devastado la estabilidad de los núcleos familiares y por lo tanto de la estabilidad de las sociedades. En la iglesia el adulterio a terminado con la vida de pastores, predicadores, líderes e incluso, con iglesias completas. Guardar la santidad del matrimonio es vital para el sostenimiento de la relación conyugal…debemos debemos descartar todo aquello que ponga en peligro a seguridad de nuestros matrimonios.
B. Guardar la santidad del hogar.
Hemos mencionado más de una vez que los hogares basados en el enfoque bíblico, son a unidad básica de la sociedad y el baluarte que fortalece a las naciones. El hogar estable tiene un profundo efecto en los hijos…hogares estables basados en la Palabra de Dios por lo general (porque hay sus excepciones) dará como resultados hijos e hijas fuertes y entes productivos y útiles a los propósitos más elevados de una sociedad. Hijos que no están cubiertos con la seguridad de un hogar sólidamente constituidos, por lo general (porque aquí también hay excepciones) da como resultado personas inseguras, poco productivas y problemáticas. Los resultados lamentables de la desintegración de hogares a causa del adulterio son tristes y alarmantes: mujeres e hijos solos, muchas veces hijos a la deriva viviendo con parientes o en casas adoptivas, expuestos incluso a toda clase de abusos, hombres criando hijos que no son suyos y desamparando a los propios o viceversa, mujeres criando hijos de otra en relaciones conflictivas y disfuncionales, hombres, mujeres e hijos resentidos y con conflictos emocionales profundos…solo para mencionar algunos de esos resultados.
C. Guardar la estabilidad de las sociedades.
Familias fuertes dan ciudadanos estables y eso fortalece a las sociedades. Por ejemplo, las sociedades son atacadas por el flagelo de la perversión sexual…la perversión sexual se consume en todos los niveles, música, cine, televisión, lecturas…hogares con matrimonios estables y con padres pendientes de la salud emocional de sus hijos los pueden orientar de forma más efectiva para contrarrestar los efectos de la perversión sexual.
Tenemos también el flagelo de la ideología de género, la idea de que los niños sean adoctrinados en las escuelas para que vean normal la transexualidad y la homosexualidad es simplemente un disparate y la legalización del adoctrinamiento de la perversión en las escuelas…¿quiénes se han opuesto al avance de esta ideología en todos los países en los que se está tratando de implementar eso?…los hogares conformados por matrimonios fieles a los fundamentos bíblicos. Un matrimonio temeroso de Dios es un escudo eficaz contra los ataques hacia la conciencia y pensamiento de los hijos…los hogares con matrimonios fortalecidos dan, por lo general, como resultado, hijos e hijas con profundos fundamentos morales y solido discernimiento para diferenciar lo bueno de lo malo…tan necesario en nuestras sociedades actuales.
CONCLUSIÓN
¿Cómo contrarrestar la práctica del adulterio?
Con una visión bíblica de la relación conyugal.
De una forma poética, el escritor de proverbios aconseja deleitarse exclusivamente con la pareja…las palabras cisterna, pozo, manantial se refieren, en este caso, a la esposa del hombre…aunque el principio a obedecer se extiende tanto al hombre como a la mujer.
Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?
Como creyentes, debemos apartarnos de todo aquello que ponga en peligro la santidad y la pureza de nuestros matrimonios. Esta institución es santa, pura y es una extensión de lo que representa la fidelidad y el amor de Dios.
El vínculo matrimonial también es una representación de la unidad de Cristo con la Iglesia, una unidad sellada por e sacrificio, como el amor que todo hombre debe tener por su compañera de hogar…un amor sacrificial.
Finalmente…si usted no es creyente…usted está expuesto en su corazón a alimentar constantemente todos esos deseos de la carne que estimulan y conducen a todo tipo de perversión…incluyendo el adulterio. Solo la transformación completa que solo Cristo ofrece puede verdaderamente darle el entendimiento para anhelar la santidad y la pureza de su matrimonio…yo le invito a que entregue, en un acto de fe, su vida a Cristo como Señor y Salvador de su vida.
Oremos