De la adoración religiosa y del día de reposo, 7º Parte.
La Adoración. Estudio de la confesión de fe. • Sermon • Submitted
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La Oración tercera parte.
La Oración tercera parte.
Introducción y Repaso.
Introducción y Repaso.
Hemos etsado aprendiendo la importancia y seriedad de la adoracíon y estos últimos domingos hemos considerado el tema de la oración como medio de adoración, hemos aprendido:
La oración, con acción de gracias, es una parte importante de la adoración religiosa.
Dios demanda la oración de todos los seres humanos.
Para que la oración sea aceptada:
Debe hacerse en el nombre del Señor Jesús.
Debe ser hecha con la ayuda del Espíritu Santo.
Debe ser hecha conforme a la voluntad de Dios.
Hoy continuaremos aprendiendo cómo acercarnos a Dios en oración.
Para comenzar hoy consideremos las siguientes oraciones:
40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
¿Qué caracteriza a estas oraciones?
Ellos se acercaron con humildad al Señor, reconociendo que no eran digns de recibir nada del Señor, pero tambien se acercaron al Señor reconociendo su autoridad. Esto contrasta mucho con la manera arrogante con muchas veces nos acercamos a Dios practicamente exigiendo que Dios conteste nuestra petición o declarando alguna bendición que Dios deba obedecer.
Es muy importante la manera enque nos acercamos a Dios en oración. ¿Cómo debemos acerlo? hoy veremos dos maneras importantes de cómo debemos acercarnos a Dios:
1. Con reverencia y humildad:
1. Con reverencia y humildad:
1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? 25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. 27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. 28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. 30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.
18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; 21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. 25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. 27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
2. Y con entendimiento:
2. Y con entendimiento:
7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia.
13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
Esto tiene que ver con dos cosas:
1. Orar entendiendo quien es Dios, su grandesa, su autoridad. No debemos acercarnos a él sin coprender quien es él, por eso estamos aprendiendo cómo orar.
1. Orar entendiendo quien es Dios, su grandesa, su autoridad. No debemos acercarnos a él sin coprender quien es él, por eso estamos aprendiendo cómo orar.
2. Tambien tiene que ver con que la oración debe entenderse por los que la oyen para que ellos también puedan decir amén y así respaldar la oración.
2. Tambien tiene que ver con que la oración debe entenderse por los que la oyen para que ellos también puedan decir amén y así respaldar la oración.
Por otra parte la oración no debe tomarse a la ligera y cuando alguien ora de una manera irreverente o que en el contenido de su oración se expresa o pide algo que no se conforma a la Palabra de Dios es nuestro deber no respaldar esa oracion con el “amén”.
Conclusión:
Conclusión:
Tenemos un gran privilegio de acercarnos a Dios en oración. Orar es estar en la presencia del Señor y debemos recordar la grandeza de esto. Debemos acercarnos a Dios con humildad, reverencia y entendimeinto porque entendemos su autoridad, es por esto que antes en pensar acercarte a Dios en oración debes reconocer que no te has sometido a su autoridad, que no has sido reveente para con Dios, que no has sifo humilde ante él, que no le has obedecido, por ello es necesario que antes de nada que confieses tu y reconozcas a Jesús como el Señor, tal como dice la Palabra de Dios:
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Solo aquel que se ha arrepentido y ha confiado en el Señor puede comprender la grandeza de acercarse a Dios, solo aquellos podrán honrarle debidamente