Inicio del ministerio sacerdotal

Levítico 9:5–6 (RVR60)

5Y llevaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo de reunión, y vino toda la congregación y se puso delante de Jehová. 6Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová; hacedlo, y la gloria de Jehová se os aparecerá.

Introducción

El tabernáculo ya estaba levantado con todo sus utensilios. Según las especificaciones que Dios les dio. Éxodo 40:16 (RVR60) Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo.

Los sacerdotes ya habían sido investidos en la ceremonia indicada por Dios.

Ahora, al 8vo. día iniciaba el ministerio sacerdotal, que se mantendría vigente aproximadamente 1500 años hasta que Cristo entregara su vida en la cruz.

Los sacrificios

Ya comentamos cada uno de los sacrificios y su posible significado.

Aarón y sus hijos inician su labor cumpliendo el mandato de Dios, tanto este específico como los otros generales que hemos estudiado.

Aaron:

1 becerro para expiación.

1 carnero para holocausto.

Israel:

1 macho cabrio para expiación.

1 becerro y un cordero de un año para holocausto.

1 buey

1 carnero

1 ofrenda de harina amasada con aceite para ofrenda de paz.

La gloria de Dios prometida

Aarón y sus hijos hicieron todo exactamente como Dios les había mandado.

Levítico 9:23–24 (RVR60)

23Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo. 24Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.

Después de cumplir con todo el mandato de Dios, la gloria de Dios descendió sobre el pueblo y el tabernáculo. En señal de aprovación, Dios consume con fuego del cielo los holocaustos.

Los pueblos paganos debían llevar cargado a sus dioses a su templo, pero nuestro Dios decendió con poder a morar en medio de su pueblo.

Dios inagura el pacto de la ley con su presencia descendiendo fuego del cielo.

También cuando inicia el pacto de la gracia, lo inicia con fuego del cielo.

Hechos de los Apóstoles 2:1–3 (RVR60)

1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

Ahora nuestros cuerpos son el templo de la gloria de Dios (1 Corintios 6:19)

1 Corintios 6:19 (RVR60)

19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

La obediencia

La clave de la manifestación de la gloria de Dios está en la obediencia.

Moisés, Aarón y los Israelitas habían hecho exactamente lo que Dios les había ordenado sin reprochar y sin anteponer su opinión.

1 Samuel 15:22 (RVR60)

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

La clave del exito integral es obedecer la Palabra de Dios, aun cuando no tenga sentido para nosotros, Dios es sabio y nos indica lo mejor para nosotros.

Isaías 40:13 (RVR60)

13¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?

Nadab y Abiu

En la inaguración de la dispesación de la ley se presenta una desgracia.

Levítico 10:1–2 (RVR60)

1Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. 2Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.

En el calor de la celebración, es posible que los hijos de Aarón se enbriagaron (v.9), intentaron hacer las cosas a su manera:

Presentaron incienso en horarios no establecidos por Dios, en la mañana y en la tarde (Exodo 30:7-8)

Debía hacerlo Aarón (Exodo 30:7)

El fuego debía ser tomado del altar de bronce (Levítico 16:12)

La obediencia a Dios es superior a las buenas intenciones. La santidad de Dios no tolera el pecado de desobediencia, aun cuando sea de manera inocente.

De la misma manera, al inicio de la dispensació de la gracias, Ananías y Safira mueren. Hechos 5

Conclusión

No podemos pretender agradar a Dios haciendo las cosas a nuestra manera, es necesario obedecer a la palabra de Dios.