despertar a su presencia
AXIOMA. Proposicion cuyo carácter verdadero es evidente por sí mismo, está establecida con tanta firmeza que resulta incuestionable y universalmente aceptada, o constituye una afirmación verdadera por definición. Los a religiosos no se discuten, sino que se aceptan o rechazan. Para su aceptación como verdad hace falta fe. (Ver verdad). AXIOMAS DE IGLECRECIMIENTO. Cuatro precondiciones son necesarias para el crecimiento de la iglesia: (1) el pastor debe desear el crecimiento de la iglesia y estar dispuesto a pagar el precio; (2) la gente debe querer que la iglesia crezca y estar dispuesta a pagar el precio; (3) la iglesia debe estar de acuerdo en que la meta de la evangelización es hacer discípulos; y (4) la iglesia debe estar sana, i.e., no debe encontrarse en una situación de «enfermedad terminal». Deiros, P. A. (2006). Prefacio a la Edición Electrónica. En Diccionario Hispano-Americano de la misión (Nueva edicion revisada). Bellingham, WA: Logos Research Systems.
AXIOMA. Proposicion cuyo carácter verdadero es evidente por sí mismo, está establecida con tanta firmeza que resulta incuestionable y universalmente aceptada, o constituye una afirmación verdadera por definición. Los a religiosos no se discuten, sino que se aceptan o rechazan. Para su aceptación como verdad hace falta fe. (Ver verdad).
AXIOMAS DE IGLECRECIMIENTO. Cuatro precondiciones son necesarias para el crecimiento de la iglesia: (1) el pastor debe desear el crecimiento de la iglesia y estar dispuesto a pagar el precio; (2) la gente debe querer que la iglesia crezca y estar dispuesta a pagar el precio; (3) la iglesia debe estar de acuerdo en que la meta de la evangelización es hacer discípulos; y (4) la iglesia debe estar sana, i.e., no debe encontrarse en una situación de «enfermedad terminal».
REAVIVAMIENTO. Se lo conoce comunmente como movimiento de renovación carismática o movimiento carismático. Se distingue del pentecostalismo en que es más ecuménico, ya que abarca a todas las denominaciones cristianas. Este movimiento representa una doble reacción. Como reacción teológica, pone un fuerte énfasis en la doctrina del Espíritu Santo y los dones carismáticos. Con esto, es diferente de la rigidez teológica y eclesiástica del pentecostalismo clásico. Como reacción revivalista, pone énfasis en la vigencia de señales, prodigios y maravillas, en la necesidad de una santidad práctica y en un cristianismo dinámico y comprometido. Con esto, es diferente de la rigidez del protestantismo histórico y de las misiones de fe. El r espera despertar a las iglesias estáticas, con estructuras tradicionales e inoperantes, y con una religiosidad ajena a la idiosincrasia del pueblo al que se quiere servir. En AL, el r representa un movimiento intradenominacional, ya que cruza y afecta a todas las corrientes eclesiásticas del protestantismo latinoamericano. Es una de las expresiones más dinámicas del testimonio evangélico en el continente hoy. (Ver renovación carismática, movimiento carismático).
AVIVAMIENTO. Restauracion de la vida espiritual de creyentes e iglesias que, habiendo conocido la gracia de Dios y el nuevo nacimiento, se han enfriado en su fe, han perdido su visión, se han vuelto al mundo y son ineficaces en el cumplimiento de la misión. El a se caracteriza porque sus resultados más impactantes no se dan tanto dentro de la iglesia como fuera de ella. Las conversiones masivas y el impacto del evangelio penetran profundamente las estructuras sociales y producen cambios significativos en ellas. A diferencia de la renovación (que es una operación interna del Espíritu Santo en la iglesia para que ésta exprese un cristianismo neotestamentario) y del reavivamiento (que es una operación externa del Espíritu Santo moviendo a la iglesia a un fuerte testimonio evangelizador), el a tiene que ver básicamente con el efecto social de la operación del Espíritu Santo a través del testimonio de la iglesia renovada y reavivada. El a es la necesidad más grande de la iglesia cristiana y de la sociedad hoy en todo el mundo. No se lo puede organizar ni planificar, pues es algo que Dios da en su soberanía cuándo, cómo y dónde él quiere. Históricamente hay una relación estrecha entre a y acción misionera. (Ver despertar espiritual).