No debemos robar

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Mensaje predicado el domingo 29 de noviembre del 2020
Saludo
Introducción
Hemos hecho un edificante y apasionante recorrido a través de los 10 mandamientos, el fundamento de toda la legislación israelita, la legislación que le permitía vivir de manera justa en la relación de pacto establecida por Dios.
Ese pacto incluía promesas
Israel sería el especial tesoro de Dios entre todas las naciones
Israel sería un reino de sacerdotes y gente santa
En resumen, Israel sería una nación ricamente bendecida, consagrada y distinguida entre todas las naciones de la tierra.
Ese pacto incluía obligaciones:
Debían escuchar únicamente la voz de Dios, es decir, debían apartarse de cualquier forma de idolatría e infidelidad espiritual.
Debían guardar este pacto de nación con Él
Por esta última razón, Dios les entrega La Ley, la guía para que el pueblo supiera cómo guardar el Pacto que Dios establecía con ellos.
Recordemos que los primeros cuatro mandamientos guían la relación de los seres humanos con Dios, los últimos seis guían la relación de los seres humanos con sus semejantes.
Hay temas fundamentales en esta segunda sección de la Ley, la de los últimos 6 mandamientos.El quinto y e séptimo mandamiento buscan establecer las bases sólidas para la constitución de familias fuertes y estables…produciendo por consecuencia lógica una sociedad fuerte, estable y bendecida.
El sexto mandamiento establece claramente el respeto a la vida por causa de su origen…la dignidad de la vida humana descansa, en primer lugar, en el hecho de que fue creado a imagen y semejanza de Dios y en segundo lugar, porque fue Dios mismo que le dio el aliento de vida. Solo Dios tiene auto-existencia en sí mismo, Él nos otorgó el aliento divino de vida para que el “hombre llegara ser un ser viviente”.
LEER EL TEXTO
Hoy meditaremos en el octavo mandamiento
Éxodo 20:15 RVR60
No hurtarás.
Este mandamiento expresa el sentido de proteger y respetar la propiedad personal. Básicamente prohíbe a todo ser humano tomar lo que no le pertenece.
En el tiempo que nos toca vivir, relacionamos este mandamiento con la corrupción, porque la corrupción es un flagelo que nos afecta a todos por igual. Toda la sociedad, en diferentes niveles, es afectada por personas corruptas que toman del bien común para su beneficio personal. Toman lo que no es de ellos y despojan a otros lo que por derecho les pertenece, traducido y bienes y servicios, y lo usan para su disfrute personal. Pero como ha sucedido con los demás mandamientos, veremos que este mandamiento revela acciones en nosotros que podrían considerarse acciones de robo, pero que en nuestra intención de auto-justificarnos y no vernos tan malos, no lo vemos tan escandaloso como las acciones de robo de los demás.
Vamos a meditar en diferentes aspectos acerca de este octavo mandamiento:
I. El significado del octavo mandamiento
A. La palabra hurtar
B. Propósito y alcance del mandamiento
C. El castigo por desobedecer el octavo mandamiento
II. La explicación del octavo mandamiento
A. ¿Por qué roba la gente?
B. ¿Qué roba la gente?
C. ¿Cómo roba la gente?
EXPLICANDO EL TEXTO

I. El significado del mandamiento

A. La Palabra hurtar

Es interesante el significado de esa palabra, transmite el sentido de apropiarse de algo sin el consentimiento del propietario…pero también…en el idioma original, esa palabra está asociada a:
Arrebatar algo violentamente
Tomar algo con engaños
Tomar algo de forma oculta
De modo que esa palabra nos revela el profundo significado de la acción de robar. Cada uno de los significados que compartimos aquí define de manera plena la acción de robar en diferentes facetas. Cuando se roba algo, se puede hacer de forma violenta, se puede hacer con engaños o escondidamente. Sabemos eso por la misma experiencia. Hemos visto como hay robos con violencia, hemos visto los robos con engaños…ese es el estilo de los robos por corrupción. Muchos hemos vivido también como nos han robado cosas de forma escondida, incluso,familiares y amigos cercanos.

B. Propósito y alcance del mandamiento

Debemos ver el propósito de este mandamiento en dos contextos:

i. Alcance

1. El contexto terrenal

En el contexto terrenal el propósito de este mandamiento era el respeto de la propiedad ajena. Las personas tenían y tienen derecho a preservar de forma segura lo propio. Este mandamiento entonces parte del principio del reconocimiento de la propiedad privada, y que dicha propiedad no debe ser arrebatada de ninguna manera. El respeto a ese principio buscaba establecer orden y estabilidad a la sociedad.

2. El contexto espiritual

El respetar la propiedad personal y no tomar lo que a la persona no le pertenece, tiene un contexto espiritual…y es el principio de que Dios es propietario pleno de absolutamente todo lo material, lo inmaterial y sus habitantes...

De Jehová es la tierra y su plenitud;a

El mundo, y los que en él habitan.

2 Porque él la fundó sobre los mares,

Y la afirmó sobre los ríos.

Entonces…Él soberanamente otorga y quita dichos bienes a cada persona, familia, sociedad y nación. De modo que robar, no solo es una violación del principio de la propiedad personal, sino que también es oponerse a la voluntad de Dios al despojar a otro de algo que Dios le ha otorgado. Me temo que pocas veces nos detenemos a pensar en esa realidad espiritual. Aun cuando lo veamos desde la perspectiva de la justicia social terrenal (quitarle a los ricos para darlo a los pobres) lo cierto es que eso es oponerse a la voluntad de Dios, porque Él reparte las riquezas de acuerdo a su soberanía, propósito y sabiduría. Tenemos que tener mucho cuidado cuando nos identificamos con algunas causas sociales, porque sin saberlo, nos podemos poner en la línea de acciones que abiertamente van en contra de lo que Dios ha establecido. Debemos descansar en la soberanía, sabiduría y propósitos de Dios…aun cuando percibamos que desde nuestra perspectiva no sea justo…pero ¿De verdad pensamos que podemos hacer las cosas mejor de como Dios las hace?…Cuidado con tratar de establecer nuestra justicia por encima de la de Dios.

ii. El alcance

Este mandamiento tenía que ver con la protección de cualquier bien privado y religioso:
Las ofrendas a Dios
Dinero (oro y plata)
Animales
Alimentos
Ropa
Propiedades
Las personas

C. El castigo por desobedecer el octavo mandamiento

i. Restitución

En Israel, el castigo por hurto no era la muerte (salvo una excepción que ya la platicaremos) ni la cárcel…era la restitución completa más un agregado de lo que se había hurtado. Desde la perspectiva de Dios era ilógico matar a alguien por robo, porque eso no resolvía el problema de la persona agraviada. Cualquier bien robado debía ser restituido de forma completa más un agregado.
El capítulo 22 de Éxodo debería ser leído por todo estudiante de derecho para que conozcan la perspectiva divina en cuanto al robo.
Éxodo 22:1–9 RVR60
Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas. Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble. Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará. Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado. Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble. Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.
Cuando había robo de oro o plata, se debía estimar lo robado y el ladrón debía devolver lo robado para la quinta parte.

ii. Muerte

El único caso de muerte por robo era el del secuestro con fines de tráfico humano.
Deuteronomio 24:7 RVR60
Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.
Ni Dios ni la nación de Israel iban a perder el tiempo esclavizando o encarcelando secuestradores…inmediatamente se les aplicaba la pena de muerte por ese grave delito.

iii. Juicio

La nación de Israel, como hemos visto, tenía una relación de pacto especial con Dios. Una de sus obligaciones como nación era el sostenimiento del sistema religioso con el que se honraba a Dios mediante sacrificios y holocaustos. ¿Cómo lo hacían? Dios estableció el diezmo y la ofrenda para ese propósito. La nación debía presentar el 10% de sus cosechas,de sus animales, de sus ganancias en oro y plata, todo eso para el sostén del sistema ritual y de los sacerdotes que servían en el templo. El no cumplimiento de ese precepto suponía el juicio de Dios sobre la nación. Precisamente eso fue lo que ocurrió. La nación entera fue puesta bajo juicio y llevada cautiva…unos a Asiria y otros a Babilonia. Dios, a través del profeta Malaquías explica que esa fue una de las razones para el severo juicio:
Malaquías 3:8–9 RVR60
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
I. El significado del octavo mandamiento
A. La palabra hurtar
B. Propósito y alcance del mandamiento
C. El castigo por desobedecer el octavo mandamiento
APLICANDO EL TEXTO
II. La explicación del octavo mandamiento
A. ¿Por qué roba la gente?
B. ¿Qué roba la gente?
C. ¿Cómo roba la gente?

II. Explicación del octavo mandamiento

Vamos a explicar ahora el octavo mandamiento a la luz de la interpretación de Cristo del octavo mandamiento y desde la perspectiva de la condición humana:

A. ¿Por qué roba la gente?

Los mandamientos fueron dados debido a que el ser humano es pecador por naturaleza, y una de las característica más evidente de esa naturaleza es el egoísmo…un egoísmo que lo conduce a la codicia desmedida y a la envidia, los dos principales motivadores para la acción de robar.
Al igual que el homicidio y el adulterio, el robo también es tanto una acción como una condición del corazón.
Mateo 15:19 RVR60
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Hermano, me van a decir…es como la tercera vez que nos cita este pasaje…bueno…no sé si se habrán fijado…pero ahí hay 5 referencias directas a los Diez Mandamientos:
Homicidios, adulterios, hurtos, falsos testimonios y las blasfemias.
Podríamos enumerar varios motivos que, por causa de un corazón egoísta, el ser humano puede tener la tendencia a robar:
a. Énfasis excesivo en las cosas materiales (ojo de la forma en que criamos a nuestros hijos)
b. Emociones fuera de control (compras compulsivas, alcoholismo, drogadicción, pasiones desordenadas)
c. Amparente necesidad
d. Pereza.

B. ¿Qué roba la gente?

Podríamos resumirlo en una frase…todo lo que el corazón pecaminoso desea.
a. Cosas materiales (carros, celulares, joyas, relojes, zapatos)
b. Dinero
c. En esta época de la informática…información
d. La paz del hogar.

C. ¿Cómo roba la gente?

a. Robo directo, muchas veces con violencia
b. Engaños y artimañas (estafas)
El caso de la viña de Nabot (1 Reyes 21)
CONCLUSIÓN
El ser humano mira, codicia, envidia y roba…el robo se deriva de deseos perversos fuera de control. Pero la Ley y la demanda es clara, debemos de abstenernos de tomar lo que no es nuestro. Recordemos los dos principios que tienen que ver con el octavo mandamiento:
La protección y el respeto a la propiedad individual
Tener presente que Dios es el dueño de todo y reparte según su soberanía y voluntad.
Muchas veces, ante la injusticia de la gente impía, incluso los creyentes nos vemos tentados a la idea de despojarlos para darlo a los pobres…debemos evitar pensar así. No es despojando, ya sea de manera ilegal o por medio de leyes a otros para darlo a otros. Dios ha establecido un orden y en su sabiduría y soberanía permite incluso, que el impío se sienta orgulloso en su soberbia e impiedad, más no sabe que está acumulando ira para el día del juicio. ¿Queremos justicia social?…pues practiquemos la piedad hacia otros con nuestros propios bienes, eso es lo que agrada a Dios.
Recordemos que todos aquellos que en su maldad roban, solamente en Cristo pueden encontrar, perdón, salvación y transformación. Solo Cristo por medio del Espíritu Santo puede cambiar esos deseos materialistas de querer poseer lo que otros tienen por deseos e impulsos piadosos de respetar el bien ajeno y no tomar lo que no le corresponde…oremos.
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