El Salvador y los débiles.
Solo hay un Salvador y no soy yo, Solo Jesucristo.
El Salvador y los débiles.
I. El plan del Señor es salvarnos y guardarnos. Marcos 14: 26-28.
26Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 27Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. 28Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
II. Los débiles aparentan ser fuertes Marcos 14: 29.
29Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no.
III. El Salvador nos conoce y nos ama. Marcos 14.30-31.
30Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. 31Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.
7Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.