Vivir en el Espiritu, la victoria definitiva
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· 201 viewsTodo discípulo de Jesucristo anhela vivir una vida agradable y de obediencia hacia El, sin embargo pareciera todo esta en nuestro contra para poder alcanzar este objetivo. Incluso el apóstol Pablo expreso su frustración ante este hecho. ¿Cómo podemos tener una vida victoriosa sobre el pecado?
Notes
Transcript
19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Un clamor de lo mas profundo de su ser, reconociendo que por nuestras propias fuerzas, voluntad o capacidad es imposible agradar a Dios.
Entonces ¿Cómo podremos vivir una vida que agrada a Dios?
El hombre regenerado, el que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús, está en Santificación.
El hombre regenerado, el que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús, está en Santificación.
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Notemos que es un hecho que ya ocurrió y el bautismo (agua) tiene un simbolismo espiritual poderoso de unión Gal. 3.27 pero también de transición, como lo fue 1 Cor. 10.2 en el éxodo.
Como un cheque al portador.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Cuerpo, alma y espíritu
Cuerpo, alma y espíritu
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Aliento de vida- Neshamá, ser viviente-nefésh.
El orden que Dios le dio a esa estructura es espíritu, alma y cuerpo 1 Cor. 15.45, pero cuando el pecado entro a la humanidad, ese orden fue distorsionado, Gen. 2.17, tomando el gobierno la carne por medio del alma y el espíritu queda desconectado de su creador. Cuando recibimos a Cristo Jesus y somos bautizados nos unimos a Cristo en su muerte y resurrección, Efe. 2.4-5 .
Volvamos a leer Rom. 7.15-24
Tres lecciones que nos enseña el apóstol Pablo
Tres lecciones que nos enseña el apóstol Pablo
(1) El conocimiento no es la respuesta (Rom. 7.9). Pablo se sentía bien mientras no entendía lo que la Ley demandaba. Cuando aprendió la verdad, supo que estaba condenado. (2) La autodeterminación (luchar con nuestras fuerzas) no da resultado (Rom. 7.15). Pablo descubrió que pecaba en formas que ni aun le eran atractivas. (3) Con ser cristiano no te libra de los deseos de la carne (Rom. 7.22–25).
Mi carne, El hombre interior, Ley del pecado, Ley de Dios.
Mi carne, El hombre interior, Ley del pecado, Ley de Dios.
Hay un hombre interior que se va renovando 2 Co. 4:16 y puede ser fortalecido Ef. 3:16.
Una carne que no tiene remedio Rom. 8.7-8 y vive bajo la ley del pecado. Para nada aprovecha Juan 6.63. Será redimido en su venida Rom. 8.23.
Nos deleitamos en su ley. Salmo 119.70.
Dos leyes imperando en nosotros Rom. 7.25. Esta lucha en el hombre regenerado lo expresa también Gal. 5.17
El desenlace de la trama
El desenlace de la trama
No hay condenación Rom. 6.5-6.
Ley del Espiritu de Vida y la ley del pecado y de la muerte
Ley del Espiritu de Vida y la ley del pecado y de la muerte
Andar conforme al Espiritu o vivir en el Espiritu
Piensan en las cosas del Espiritu, ejercitan la mente, estar dispuesto.
El Espiritu Santo mora en nosotros.
El Espiritu le corrobora a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
La ley de la gravedad y las leyes de movimiento
24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.