S1) Etiope - Una decisión inesperada

Dios no se cansa da buscarnos

Dios hace todo lo que está a su alcance para salvar a los seres humanos, en el caso del Eunuco Etíope:

1. Llamó su atención hacia la religión judía.

Hechos de los Apóstoles 8:27 RVR60

Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,

Aunque no se sabe con certeza es probable que este alto funcionario fuera un prosélito. Un prosélito o un “temeroso de Dios”

Un prosélito era una persona que no era judía pero que se veía pero decidía pertenecer al pueblo judío.

Un “temeroso de Dios” era el nombre que se le daba a una persona que no era prosélito, pero que reconocía a Dios, no pertenecía al pueblo judio como los prosélitos, pero si reconocía a Dios.

En cualquiera de los casos Dios ya había llamado la atención del Etíope. A tal grado que él mismo había asistido al templo de Jerusalén.

2. Puso en sus manos la Biblia

Hechos de los Apóstoles 8:28 RVR60

volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.

Es probable que este hombre haya comprado un ejemplar del rollo del libro del profeta Isaías. Este libro es considerado como el profeta mesiánico, porque es el profeta que más habla sobre el nacimiento, muerte y resurrección del Mesías. Es evidente que estaba leyendo el capítulo 53, donde describe el sufrimiento del Cristo.

En otras palabras Dios intentaba mostrarle el Evangelio de Salvación por medio de la sangre de Cristo.

3. Mandó a un siervo de Dios para enseñarle

Hechos de los Apóstoles 8:26 RVR60

Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.

La historia del eunuco nos enseña que en ocasiones es necesario una persona que explique la verdad a los que que la buscan.

Dios tiene elementos humanos, al servicio de Dios, que usa para llegar a las personas que necesitan conocer el evangelio.

(Invitación a seguir predicando)

4. Puso el agua

Hechos de los Apóstoles 8:36 RVR60

Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?

Incluso, Dios mismo puso el agua para que este hombre fuese bautizado.

Recapitulación

Dios ha utilizado todos los medios para salvarte:

Te atrajo a este lugar

Ha puesto su palabra en tus manos

Ha usado hermanos para enseñarte la verdad

Incluso ha dejado una iglesia que está organizando un bautismo para ti

Los efectos de la verdad

La verdad trae efectos a todos los que tienen contacto con ella.

1. Abre los ojos

El Eunuco tenía inquietudes, por esa razón fue a Jerusalén, compró el libro de Isaías, leyó ese libro y por esa misma razón le preguntó a Felipe de quién hablaba.

Felipe y el Eunuco estudiaron extensamente la Biblia. Aunque no sabemos el tiempo que tardó esa conversación, sabemos que le dio tiempo a Felipe de enseñarle y explicarle todo el libro de Isaías y de contarle el evangelio de Cristo.

Él quería conocer la verdad sobre la vida.

La verdad de la vida puede resumirse así:

Todos estamos manchados por el pecado

La paga del pecado es muerte

Dios envió a su hijo para morir en nuestro lugar

Su muerte nos da la oportunidad de ser librados de la muerte que es consecuencia del pecado

Su muerte nos da vida eterna

Se obtiene con el solo hecho de creer en Él y aceptar su amor

Jesucristo Regresará, el pecado y el sufrimiento terminarán, los que le hayan aceptado con amor reinarán a lado de Él eternamente.

Cuando el Etíope comprendió el sacrificio de Cristo, cuando comprendió que su muerte fue por amor a él, sus ojos fueron abiertos. Ahora la Biblia y la vida misma cobran sentido.

Ahora la verdad satisfizo todo tipo de dudas e inquietudes.

2. No nos deja en paz

Cuando una persona conoce la verdad nunca vuelve a ser igual. La acepte o no, se bautice o no, nunca será igual, pues la verdad lo perseguirá a donde quiera que vaya.

3. Nos guía a Cristo

Juan 14:6 RVR60

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Conocer la verdad significa conocer a Cristo.

4. Nos obliga a tomar una decisión

Conocer la verdad inevitablemente nos obliga a tomar una postura.

Una persona que conoce el camino, que conoce la luz, la verdad debe tomar una decisión:

Aceptar a Cristo o no aceptar a Cristo

Entregarle la vida o no entregarle la vida

Bautizarse o no

El Etíope no pudo expresar una mejor palabra que… “Aquí hay agua. ¿Que impide que sea bautizado?”

Conclusión

El arte de ilustrar sermones ¿Hay vida después de la muerte?

Un domingo de una mañana invernal, fue despertado por el son de las campanas de una iglesia. Furioso se levantó, fue a la ventana y la abrió. Allí, desafiando el crudo viento y la nieve que caía, vio a un grupo de fieles que se abrían paso hacia la iglesia.

¡Tontos! —decía—. ¡Pasan la vida en busca de un Dios que no existe! Cerró la ventana y se volvió a acostar. Ya no podía dormir, y allí en la cama se quedó maldiciendo a esos cristianos tontos.

De pronto oyó el choque de algo sobre una ventana de su casa, como si le hubieran tirado una bola de nieve. Entonces, otro golpe, seguido por uno más. ¿Qué podría ser? Se levantó de nuevo. Mirando por la ventana, notó que eran los pájaros, buscando refugio de la cruel tempestad invernal. En su desesperada búsqueda no veían el cristal de las ventanas y se lanzaban contra ellas, matándose.

Bajó del segundo piso de su casa a la sala, y abrió una ventana. «¡Tengo que salvarlas!», pensó y comenzó a gritar:

— ¡Vengan, vengan por acá! Esta ventana está abierta, ¡sálvense! —pero las aves no le entendían y seguían matándose.

En su desespero tomo una escoba y salió al patio. Batía la escoba en el aire tratando de meterlas por la ventana y la puerta que había dejado abierta, pero no le hacían caso. «¡No me entienden!, ¡no me entienden! ¿Cómo puedo hacerlas entender? ¡Para salvarlas tendría que volverme un pájaro; no entienden mi idioma!»

En ese momento sonaron las campanas de la iglesia otra vez. De repente su mente captó el misterio de Cristo. Siendo Dios, se hizo hombre, para ofrecerle vida al hombre cuyo destino era la muerte. Corrió a su habitación, se cambió y apurado fue a la iglesia, donde entregó su corazón a Cristo.

Dios ha hecho todo a su alcance para que conozcas la verdad, para que conozcas a Cristo y lo aceptes.

Dios ha abierto la puerta de la salvación y solo tienes que entrar.

Es momento de tomar una decisión: “Entregar tu vida a Cristo mediante el bautismo”