La pregunta de Jesús

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Lc 20.41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? 42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?

INTRODUCCIÓN.

Sin lugar a dudas la persona de Jesucristo a sido terriblemente atacada a lo largo de la historia, incluso desde su encarnación.
Uno de los aspectos más atacado acerca de él, sin lugar a dudas tienen que ver con su deidad. Para la gran mayoría de las personas en el mundo, Jesús simplemente fue hombre noble, sabio y bien intencionado que pretendía cambiar el mundo con un alto estándar de moralidad, pero que fracaso en el intento de tal forma que fue muerto en su cruzada.
Negar la Deidad de Cristo, lleva implícita entonces la negativa a aceptar su resurrección sobre natural, su ascensión milagrosa, que se encuentre sentado a la diestra de Dios, y por su puesto su retorno a la tierra para juzgar a todos los hombres.
Pero además de la negativa de estas verdades, negar la divinidad de Jesús, es el argumento preferido de Satanás “para cegar a los incrédulos para que no les resplandezca la luz de evangelio”, pues si Jesús no es Dios, entonces el no puede salvar al Pecador, si el no puede salvar al pecador, entonces la biblia no es veraz, y si la biblia no es cierta, entonces el cristianismo es solamente una mentira.
Y ese es el común denominador a lo largo de la historia en las teologías falsas se han levantado sobre la personas de Cristo, por ejemplo los Testigos de Jehová, argumentan que Jesús, es el arcángel Miguel antes de su encarnación y que vivió en la tierra como un hombre perfecto que después de su muerte, resucito como un ser espiritual.
Los mormones dice que Jesús es hermano mayor de Lucifer y es que uno de los millones de seres espirituales que se volvieron humanos y alcanzaron la divinidad.
Para el Islam, Jesús es el profeta humano, que enseño la verdad de Ala, para los hindúes Jesús fue un gurú, para los budistas un iluminado; etc.
Incluso la nación judía tampoco ha querido reconocer al Señor Jesús como Dios. Hasta el día de hoy, muchos judíos siguen esperando la llegada del Mesías por primera vez, ignorando por completo la vida, obra y persona del Señor Jesucristo.
Esta misma falsa creencia no se concreta solamente a ellos; es incluso dentro de la iglesia contemporánea del Siglo XXI, que personas que asisten con regularidad a los templos, se niegan a reconocer la deidad de Cristo, o se creen una visión distorsionada de él.
Para este punto de los discursos en el templo los enemigos del Señor Jesús (Principales Sacerdotes, escribas, fariseos, y ancianos), ya habían agotado su arsenal malvado contra el, sin poder hacerle ninguna clase de daño.
El evangelista, nos cuenta que a partir de este momento, los enemigos del Señor ya no volverían a interrogarle, sino hasta la hora de sus juicios en la casa de Anás y Caífas.
Después de la repuesta tan contundente que Jesús tuvo sobre el tema de la resurrección de los muertos, a los saduceos; el vs 40 “Y no osaron preguntarle nada más”.
Ahora es Jesús el que toma la ofensiva para interrogar a sus acusadores, sobre una verdad que ellos deberían conocer claramente al ser quienes se encargaban de enseñar las escrituras al pueblo.
Mt 22.41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, 42 diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
En aquella hora, no solamente estaban ahí los saduceos con quienes había hablado de la resurrección de los muertos, sino también los fariseos.
Cristo = heb, Mesías: era el término que se designaba a aquel que estaba ungido con aceite sagrado para una función especial. (Sumo sacerdote, rey)
Lv 21.10 Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos, 11 ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará. 12 Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Jehová.
1 S 9:15 Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo: 16 Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás (4886 mashakj; fotar con aceite) por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí. 17 Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi pueblo.
1 S 10:1 Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido (4886) Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?
14Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido (H4899 Meshiakj) de Jehová? 15Entonces llamó David a uno de sus hombres, y le dijo: Ve y mátalo. Y él lo hirió, y murió. 16Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.
Is 45.1 Así dice Jehová a su ungido (H4899), a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán.
Los fariseos eran quienes debía saber claramente como se presentaría el Mesías y cual era según los profetas del AT su misión, la pregunta de Jesús, no era por falta de conocimiento general, sino un exámen de sus corazones.
De acuerdo a las profecías del AT, el Mesías = (Cristo gr); sería el futuro libertador y salvador que rescataría su pueblo y marcaría el comienzo de una época de prosperidad para la nación.
Cuando Dios prometio a David que el trono de Israel y el cetro quedarían siempre bajo su familia, el término “ungido”, adquirió el sentido particular de representante de la linea real de David.
Y este gran libertador sería un rey vendría de la familia de David.
NTV Jr 23.5 »Pues se acerca la hora —dice el Señor—, cuando levantaré a un descendiente justo del linaje del rey David. Él será un rey que gobernará con sabiduría; hará lo justo y lo correcto por toda la tierra. Y su nombre será: “El Señor es nuestra justicia”. En ese día Judá estará a salvo, e Israel vivirá seguro.
De acuerdo a su interpretación, para los fariseos que el Mesías haría su aparición como un rey que desplegaría todo su poder para destruir a los enemigos de Israel, y al mismo tiempo restauraría la grandeza de la nación judía en el mundo.
Ellos tenían una visión parcial del Mesías, una interpretación deficiente de las escrituras, ya que entendían las profecías de acuerdo a lo que ellos en ese momento anhelaban.
Nosotros mismos podemos caer en la misma condición de tener una visión parcial acerca de Cristo en nuestra vidas. Pensar que el trato de Dios para con nosotros es injusto porque estamos en una necesidad, o un problema o una enfermedad. (falta estudio, falta de comunión divina, falta de conocimiento de Dios)
La pregunta de Jesús a los fariseos era también con el fin de corregir su propia ignorancia de las Escrituras. (Dios quiere corregir nuestra ignorancia bíblica)
Lc 20.41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?
Ningún rey de Israel era tenido en mayor estima y aprecio que David, incluso cualquiera de sus descendientes era considerado menor que el.
En el primer siglo consideraban que las primeras generaciones, eran más sabías que la generación actual (respeto a los ancianos y mayores), hace más interesante la pregunta de Jesús.
En una familia, los hijos están por debajo de los padres, es decir están subordinados.
Paráfrasis = Si es que las generaciones pasadas son más importantes en rango y más sabías; ¿como es posible que el Mesías, sea más importante que David?
Este título de hijo de David ya había sido designado a Jesús durante su ministerio y los fariseos lo habían escuchado.
Lc 18:38 Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Mt 21.9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
Jesús no solo era hijo de David por que la gente lo nombrará sino también por derecho mismo, pues a través de su genealogías quedaba claro que Jesús era descendiente de David.
Mt 1.1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Para los Judíos las genealogías era de suma importancia, en los registros del templo se guardaban estos datos con sumo cuidado, ya que por medio ellos se podía determinar la elegibilidad para el sacerdocio, para la tributación, el derecho a heredar propiedad, así como la pretensión por parte de alguien a ser rey debía ser respaldo por los registros. (Mesías).
El Señor Jesús no fue hijo biológico de Jose, (nacimiento virginal) pero si fue hijo legal de Jose, al ser reconocido por el, por lo que la descendencia para ser declarado hijo de David la tenía por derecho legal.
Lc 3:23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,
Además de eso, Lucas agrega un comentario muy importante, ya que en la genealogía que el describe deja en claro que según se creía era hijo de Jose. Pero en esta todos los nombres en el texto griego están precedidos por el artículo (tou), antes de la palabra hijo, (lo cual significa descendiente) a excepción del del José. Lo que significa que el nombre de Jose en la Genealogía solo es un tema aclaratorio, y no se trata de la linea genealógica de Jose, sino la de Maria ya que el termino hijo de Eli, sería la expresión nieto o descendiente de Elí a través de María.
Por lo que el Señor Jesús también es hijo de David por linea directa de descendencia.
La pregunta de Jesús hacía los religiosos de Israel, era una pregunta retórica, es decir la respuesta estaba en la misma pregunta. Jesús mismo ante sus ojos les estaba diciendo que el era el Mesías, descendiente de David
42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?
Jesús quería que el pueblo y todos los que le escuchaban, entendieran en su corazón y en sus mentes por eso en su pregunta desplegó tres verdades:

1) El Hijo de David, no solamente es descendiente de David, sino Señor de David.

Los primero que Jesús utilizó para mostrar la verdad sobre que el Hijo de David era Señor de David fue citar las propias Escrituras. Cito el Salmo 110.1 al que le atribuyo la autoría a David.
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Este salmo es una revelación de que el Mesías iba a ejercer poder y autoridad, por el hecho de estar a la diestra del Señor.
Jesús estaba planteándole a sus oyentes, que si el Mesías iba a ejercer autoridad, ¿como es que David se refería a el como Señor?
Ningún padre de oriente medio, y mucho menos un rey llamaría Señor a un hijo. Jesús estaba hablando, el Mesías no puede ser hijo de David meramente en el sentido de descendencia natural. El es mucho más que eso.
Lo que Jesús estaba quería provocar en sus oyentes era que revisaran sus ideas acerca de lo que quería decir Hijo de David.
EL Señor quiere provocar en nosotros una revisión de nuestras ideas respecto a el.
Algunos tienen la idea de Jesús como un personaje histórico simplemente, otros simplemente como un concepto teórico, o como una nueva religión que se adopta, pero no como la Máxima autoridad que existe en el universo y el Salvador de todos los hombres.
Para los discípulos estaba claro que Jesús era el Señor y el enviado por Dios para la salvación de los pecadores.
Hch 2.34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Pedro en su 1º discurso, cito el mismo texto que con el que Jesús hablo con los fariseos, para Ellos estaba más que claro, que Jesús era no solamente el Señor de sus vidas, sino que el era el Ungido por Dios para cumplir con la misión de redención a la humanidad.
Existe hoy una imagen de Jesús distorsionada, acompañada de sueños fantásticos de riquezas terrenales, bienestar económico, de salud perpetua. Se busca que Jesús para que el resuelva los problemas del aquí y el ahora.
Los discípulos tenían ciertísimo que Jesús era el Señor = Kyrios, el amo, el dueño de todo, pero las personas el día de hoy quieren seguir gobernando sobre sus propias vidas.
Durante el reinado de David, se llevaron a cabo las más grandes campañas militares de conquista para Israel, sin embargo el propio David escribió que Dios podría a todos los enemigos del Mesías bajo sus pies.
La figura “siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” es la de un enemigo que yace en el polvo para que el pie del vencedor pueda ser puesto en el cuello.
Jos 10.24 Y cuando los hubieron llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.
El Señor de David tiene asegurado el triunfo ante todos sus enemigos.
No importan las artimañas de Satanás, el rechazo de todos aquellos que luchas contra Cristo y su evangelio, al final de las eras todos los reyes de la tierra, todos los gobiernos y todas las criaturas se rendirán delante de el, ya sea para Adorarle en el cielo, o adorarle desde el infierno.

2) Siendo Señor de David, es hijo de Dios.

Este es una salmo de los denominados mesiánicos. Es entonces claro que si el rey David reconoce al Mesías como su Señor, le esta reconociendo en sus declaraciones como Dios.
Debemos recordar que el NT esta escrito en Griego y la palabra para referirse al Señor es Kyrios = Señor; que significa amo suprema autoridad supremo Señor.
Pero recordemos que el Señor esta citando el salmo 110.1 y que el AT esta escrito en Hebreo y Arameo.
Sal 110:1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Hay una sutileza muy delicada entre las dos palabras en el Hebreo original que hace David.
Jehová = YHVW tetragramatón Jehová o Yahve, el nombre sagrado y personal de Dios (yo soy el que soy Ex 3:14), este nombre denota eternidad, inmutabilidad y unicidad de Dios.
Señor = Adonai, denota señorío y posesión. Los judíos usaban este nombre en lugar de Yahve. Este nombre comunica acerca de la relación de Dios para con su pueblo, de como el Dueño y Señor cuida de sus su pueblo y sus necesidades
En este salmo David esta haciendo distinción entre el Dios eterno inmutable, del Mediador. Esto es Dios se esta dirigiendo al Medidor, al Mesías que vendría a cuidar de su pueblo, a aquel que había venido a buscar a y salvar los que se había perdido.
David estaba profetizando de que el Mesías no sería solamente un hombre, sino que sería Dios mismo.
Cuando Jesús declaro estas escrituras frente a quienes le oían estaba dejando en claro, que no solamente era descendiente de David, y Señor de David, sino que el mismo era Dios mismo.
Fil 2.5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
El Señor Jesucristo es más que un hombre ilustre, honesto, es la manifestación misma de la gracia divina a los hombres, el único mediador entre Dios y los hombres, nuestro único intercesor, el Señor de nuestros corazones y de nuestras vidas.
Sin embargo muchos creyentes tienen una idea demasiado pequeña acerca de Dios. Resumen la actuación de Dios a meras circunstancias especificas (provisión material, una sanidad física, la asistencia esporádica a un grupo cristiano, etc.) y dejan a Dios fuera del resto de sus vidas .
Para el Hombre tener una imagen de Dios adecuada a sus necesidades es más cómoda y fácil de aceptar, porque pueden manejar a Dios a su antojo.
Los fariseos querían que el Mesías cumpliera con sus expectativas de conquista y gloria, jamás con un Mesías que antes de conquistar los reinos de este mundo conquistara sus corazones.
Algunas personas incluyendo asistentes asiduos a la asamblea, servidores o incluso predicadores, prefieren hacer un Dios a su imagen para poderle gobernar (las peregrinaciones a ver imágenes, seguir a predicadores en el you to, etc.), porque al despojar a Dios de su gloria y Señorío quien gobierna son ellos.
Lo que Jesús estaba haciendo con esta pregunta era lo que siempre hizo durante su ministerio terrenal y lo que sigue haciendo por medio de su palabra; Jesús quiere quitar la imagen distorsionada que el ser humano tienen de Dios.
Dios esta interesado en resolver el problema trascendental que el hombre tiene, y este no tienen nada que ver con su posición económica, su salud, o su bienestar temporal, Cristo vino a mostrarle al pecador su profunda necesidad de Dios, el inmenso vacío que su vida experimenta sin el, la inutilidad de intentar reformarse a sí mismo.
Quería que los judíos (y nosotros) comprendamos que el es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

3) Puesto que es hijo de Dios todos deben poner su confianza en el.

Si Jesús es el Mesías, y el Mesías es Dios mismo encarnado, entonces nuestro corazón no debería tener duda a pesar de lo que nuestros sentidos puedan captar.
Que más pruebas se necesitan para creer en su deidad y poder.
En su encarnación Jesús vivió sin pecado, sus adversarios nunca pudieron reprocharle nada, su palabras fueron las más grandiosas de tal modo que todos se admiraban de su doctrina y de sus palabras, hizo cualquier cantidad de milagros de todo tipo de tal forma que si se hubieran escrito todos sus hechos no cabrían los libros en el mundo para contar de sus obra, su vida y obra en la tierra es la mayor influencia que la humanidad entera a tenido, pero sobre todas estas cosas su venida fue la manifestación mas clara del amor la gracias, la misericordia, la bondad, la compasión, la justicia y el juicio de Dios sobre la humanidad entera.
LBLA He 1.1 Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, 2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. 3 El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.
A pesar de de todas las evidencias presentadas por Jesús, el pueblo judío y sus lideres se negaron simplemente a aceptar a Jesús como el Mesías, porque no se ajustaba a la idea que había en sus cabezas.
Dios nunca fuerza la convicción en la mente de un hombre. Si las personas no quieren creer, simplemente siempre habrá un lugar para la incredulidad. Porque la incredulidad no es un falta de evidencia, sino una necia y absurda posición de orgullo y arrogancia.
LBLA He 10:26 Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, 27 sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios.
La misma pregunta que Jesús hizo a los fariseos aquel día en el templo, es la que nos hace hoy a nosotros, su propósito no es una respuesta intelectual, sino una respuesta del corazón de fe en el.
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