CON JESÚS ES TODO, O NADA

¿Quién es este Jesús?  •  Sermon  •  Submitted
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Mis hermanos, el deseo de mi corazón para este sermón es que todos nosotros podamos pensar correctamente, es decir bíblicamente con respecto a nuestra profesión de fe, ya que muchas veces no tomamos enserio lo que implica confesar a Jesús como el Cristo de Dios.
100 ilustraciones sobre la historia de la Iglesia 24. Mártires sin pelos en la lengua

24. Mártires sin pelos en la lengua

Mt 10:22, 28; 2Ti 2:12; 1Pe 3:15.

Que muchos cristianos dieron su vida por su fe sin ofrecer resistencia física es un hecho ampliamente conocido, pero que lo hicieran calladitos… eso sí que no. La ley romana exigía que se pusiera por escrito todo proceso judicial que se llevara a cabo en los tribunales, y gracias a ella, conservamos algunos registros, denominados actas proconsulares (posteriormente llamadas ‘Actas de los mártires’), que recogen los debates llevados a cabo durante los procesos a los cristianos.

Bajo el mandato de Antonino Pío (138–161) fue apresado Policarpo de Esmirna (69–155), un cristiano de 86 años que llegó a discutir enérgicamente con el procónsul que le juzgaba. Como a pesar de su insistencia el anciano no apostataba de su fe, el procónsul le amenazó con quemarlo en la hoguera, a lo que Policarpo respondió: «Me amenazas con un fuego que arde una hora y pronto se apaga, porque no conoces aquel fuego del juicio venidero y del eterno suplicio que espera a los impíos.»

Policarpo acabó en la hoguera, pero sabemos que no se le quemaron los pelos de la lengua, porque no tenía.

La semana pasada vimos que reconocer al Cristo de Dios nos llevará a estar en contra de la opinión del mundo, a priorizar las palabras de Cristo por encima de las del mundo. Pero hoy veremos ¿dónde debemos comenzar a priorizar las palabras de Cristo? y esto es: en el hogar. (Título del sermón)
Lucas 9:62 RVR60
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Introducción Contextual

Los textos que preceden a nuestro pasaje se mueven un eje central esto es: Lo que cuesta ser un discípulo de Cristo.
El Señor en el camino tiene 3 conversaciones:
Con un escriba (Según Mt 8:19) el cual “se ofrece voluntariamente” seguir al Señor, pero su declaración es emocional y sin conocimiento de lo que implica seguir al Señor Jesús, eso lo corroboramos en la respuesta del Señor.
Lucas 9:57–58 RVR60
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Con otro de sus discípulos que le seguía (según Mt 8:21) el cual es llamado por el mismo Señor Jesús con las palabras “sígueme” y este responde de forma errónea y sentimental, mostrando así dónde estaba realmente su corazón, pese que este decía ser discípulo de Cristo.
Lucas 9:59 RVR60
Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.
El Señor Jesús responde de forma tal que le enseña cuál es la prioridad de un discípulo de Cristo. Esto es: El Reino de Dios.
Lucas 9:60 RVR60
Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.
Se presume que este “otro” es un seguidor del Señor también y por cierto otro entusiasta emocional, y si eso no fuera poco, un hombre que presenta una condicional para poder seguir al Señor.
Lucas 9:61 RVR60
Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
Antes que meditemos en nuestro texto, notemos que en estas 3 conversaciones los factores de emocionalismo, sentimentalismo y condicional, tienen que ver con el hogar.
El Primero, desea seguir al Señor guiado por sus emociones pero no tiene en cuenta que el Señor es echado de todo lado y no tiene una morada fija, el Señor no echaba raíces en esta tierra y por ende no tenía a qué aferrarse. Ejm.
Lucas 4:28–30 RVR60
Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
Lucas 8:37 RVR60
Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.
El Segundo, de forma sentimental incorrecta responde al Señor priorizando a su padre difunto sobre el Señor Jesús.
¿Esto no nos demostraría un acto “Insensible” del Señor Jesús?
No, ya que lo que el hombre pide no es malo en sí, pero el inconveniente está en que en ese momento exacto de la historia el Señor está por cruzar el mar de Galilea y el hombre demuestra que no puede despegar su corazón de su familia y eso no es correcto para un discípulo de Cristo.
Mateo 10:37 RVR60
El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
¿Esto llevaría a este hombre a perder el estima por sus familiares?
No, en absoluto no, solo que él debía Priorizar al que le dijo: “Sígueme” y no a su familiar.
El Tercero, de forma entusiasta dice que seguirá al Señor Jesús pero condiciona su compromiso con primero “quedar bien” con los de su casa. Lo cual demuestra que sus intenciones de seguir al Señor Jesús no son sinceras, ya que el antepone a los de su casa al Señor Jesús.
Mateo 19:29 RVR60
Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Es en ese contexto de tan tristes testimonios que llegamos a nuestro pasaje en el cual nuestro Señor nos deja en claro el precio y la seriedad que es ser parte del pueblo del Pacto de Gracia.

Exposición del Texto

Lucas 9:62 RVR60
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Dividiremos el texto en 2 encabezados

Nadie puede hacer 2 cosas al mismo tiempo

Primeramente, El Señor dice: “NINGUNO” esta palabra griega aparece en:
Mateo 6:24 RVR60
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Existe el dicho de que “las mujeres pueden hacer más de dos cosas el mismo tiempo” y tiene su grado de verdad, ya que el Señor, mis hermanas, las hizo para ser “cuidadosas de sus casas Tito 2:5” ¡Eso es mucho trabajo! Pero con todo, logran cuidar a los niños, cocinar, leer, ordenar la casa y hasta ir y regresar del mercado, y todo en el ¡horario de la mañana!
Pero notemos que son cosas que pertenecen a la esfera de lo práctico, esta frase “las mujeres pueden hacer más de dos cosas el mismo tiempo” no es aplicable en términos de eternidad es decir, espirituales.
El Señor Jesús está diciendo a este hombre que puso condiciones para seguirlo que “NINGUNO” (Ni hombres ni mujeres) pueden hacer 2 cosas al mismo tiempo en términos espirituales, no pueden poner las manos en el arado y mirar atrás. y ¿Esto qué significa?
Esta analogía utilizada por el Señor debe ser interpretada en el contexto de la cultura de ese entonces.
“el arado” se refiere a la herramienta con la cual se hacen los surcos en la tierra para sembrar. entonces, tratar de hacer surcos y mirar detrás al momento de golpear la tierra es ilógico y además que el resultado serán surcos chuecos y sin provecho. para ello me gustaría que leamos la versión de lenguaje actual de las escrituras de nuestro texto:
Lucas 9:62 TLA
Jesús le dijo: —No se puede pertenecer al reino de Dios y hacer lo mismo que hace un mal campesino. Al que se pone a arar el terreno y vuelve la vista atrás, los surcos le salen torcidos.
Pero, ¿qué entendemos por mirar atrás?
Recordemos que esta analogía es una respuesta a la condicional que puso este hombre que quería seguir al Señor Jesús de “primero los de mi casa”. Entonces, Mirar atrás en este contexto significa: Anteponer a los familiares al Señor Jesús.
Entonces queda más que claro que no se pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, este hombre o servía al Señor o regresaba con su familia, pero no se podía hacer las 2 cosas.
¿Esto significaría que este hombre debía seguir al Señor y dejar a sus familiares? Si, él había oído al Señor, y eso debía ser suficiente para que este siga al maestro, tal y como lo hicieron Juan y Jacobo.
Mateo 4:21–22 RVR60
Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
No se debe confundir en dejar con deshonrar.
El no obrar de la manera correcta nos llevará a un resultado.

El resultado de intentar hacer 2 cosas al mismo tiempo.

El resultado es ser descalificado, desaprobado, inhabilitado para ser parte del reino de Dios.
“Ninguno que poniendo sus manos en el arado mira hacia atrás, ES APTO PARA EL REINO DE DIOS”
La palabra “apto” nos debe recordar a esos exámenes laborales donde se pone a prueba nuestra destreza profesional, los cuales determinarán nuestra contratación. Un hombre diligente concentrará todo su “corazón y fuerzas” en aquello que es para su propio beneficio, y calificará como “apto”, pero un hombre necio ocupará su mente en otras cosas y en intentar aprobar ese examen, eso lo llevará a ser descalificado de esa posición laboral, “no apto”.
Pues de la misma forma, el que intente agradar a los de su casa siendo estos incrédulos y a la vez querer ser seguidor de Cristo, no es apto para ser hijo de Dios.
Y ser calificado como no apto para el Reino de Dios es igual a condenación.
Este hombre no estaba viendo la gravedad de su falta, - tratar de dar las sobras al Señor -
Veamos la gravedad de no entender que Cristo Jesús es primero:
Hechos de los Apóstoles 4:12 RVR60
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Sus padres no lo iban a salvar, ni sus hermanos ni sus abuelos, sino solamente aquel en el que hay la salvación.
Entonces, el resultado de intentar hacer 2 cosas al mismo tiempo es condenación, porque Cristo debe tener la preeminencia siempre.
Colosenses 1:17–19 RVR60
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
Un hijo de Dios tiene este pasaje muy pero muy en claro:
Deuteronomio 6:4–5 RVR60
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Con Jesús es todo, o nada.

Aplicaciones

¿Entonces debemos abandonar a los nuestros?
En absoluto, lo que aprendemos para poder aplicar en nuestras vidas es que nunca pero nunca debemos dejar a un lado las palabra de Cristo por querer agradar a nuestros familiares, al contrario debemos ser firmes en la convicción que Cristo puso en nuestros corazones y siempre pero siempre llevarlos en toda conversación, y obra a los pies de Cristo. Claro está, de una forma sabia y concisa, y si tenemos que padecer por ello de la mano de nuestros propios familiares, ¡Amén! Eso debe ser así.
2 Timoteo 2:3–4 RVR60
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
Mateo 10:34–39 RVR60
No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
¿Cómo podemos amar a nuestros familiares bíblicamente?
Muchos, por no tener peleas en casa están dispuestos a almorzar en la mesa del Señor y cenar con satán. Eso no es correcto. El amor a nuestros familiares se desprende del amor que Cristo tiene por nosotros, esto ¿Qué significa? que “La forma de expresar amor bíblico a nuestros familiares no es concediéndoles lo que desean, no, sino concediéndoles el evangelio de Cristo en palabra y obra”.
Marcos 5:19 RVR60
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
No pienses que si sigues haciendo las dos cosas a la vez que aprendimos serás salvo. Debes arrepentirte y orar con toda prontitud para que el Señor te conceda un corazón consagrado a Él. Recuerda lo siguiente:
Génesis 19:26 RVR60
Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.

Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Santiago 1:8 RVR60
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
¿Cómo puedo saber si Jesús es todo para mi?
Déjame darte un pasaje de las escrituras para que medites en la profundidad de mismo
Filipenses 1:21 RVR60
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Abraham fue llamado a dejar su casa a su “parentela” para recibir la promesa de Dios y Moisés fue en contra de los que le criaron por su llamado particular.
Hoy vimos el triste testimonio de condenación de hombres que decidieron anteponer sus familias al Señor Jesús, ¿Cuál será tu testimonio? ¿De condenación o salvación?

Doctrina Principal

Nadie que confiese a Cristo como su Señor y Salvador debe mirar atrás, a su vieja vida, al “amor preeminente a sus familiares” ya que ello demostraría que su corazón no está verdaderamente con Cristo y por ende, sigue en condenación. Hombre así no es apto para el Reino de Dios. Al contrario, un hombre que ama realmente a sus familiares bíblicamente, este vive para Cristo y demuestra su amor a sus seres queridos llevándolos a los pies de aquel que es la luz de los hombres, Cristo Jesús.
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