¿Cómo predicar de manera bíblica? Con plena certeza, con convicción.
1 Tesalonicenses • Sermon • Submitted
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A lo largo de todo este tiempo hemos visto que la manera en cómo el evangelio había llegado a los tesalonicenses era una evidencia de que ellos eran un pueblo elegido por Dios, Pablo dice:
4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;
5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.
En este pasaje además de identificar como había llegado el evangelio, también identificamos como debe de ser comunicado el evangelio. Hemos visto que esta comunicación ha de hacerse:
Haciendo uso de la Palabra, no la palabra ordinaria, sino la palabra sabia, sazonada con sal, conforme a La Escritura.
En poder, no el humano, sino en el poder, capacidad y autoridad de Dios.
En Espíritu Santo, debido a la obra, rol o papel que este juega, tanto en el creyente que comunica el Evangelio, como en el incrédulo a quien Dios se ha propuesto salvar, por la locura de la predicación.
Es entonces cuando encontramos en 1 Tesalonicenses 1:5 el cuarto elemento presente en la recepción del evangelio y que no puede ausentarse en la comunicación de este y es “…plena certidumbre…”
La palabra “certidumbre” se traduce del vocablo griego “πληροφορίᾳ” que significa “certeza, convicción” en alguien o algo.
Esta palabra es utilizada solo cuatro veces en La Biblia, para una mejor comprensión de su uso y para poder comprender mejor 1 Tesalonicenses 1:5 es que creo conveniente y prudente examinar de manera breve los siguientes textos:
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
En este pasaje la certidumbre, certeza o convicción es una actitud del corazón de el verdadero creyente. En este caso la certidumbre, certeza o convicción es con respecto a la naturaleza, capacidad de actuar de una persona o cosa, en este caso Dios.
11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,
Pablo espera que los creyentes tengan seguridad, convicción y certeza plena con respecto a la esperanza cristiana, hasta la venida de Cristo. Aquí la certeza, convicción y certidumbre está ligado a lo que se cree, al contenido de la doctrina que se profesa.
2 Quiero que ellos cobren ánimo y estén bien unidos con fuertes lazos de amor. Quiero que tengan la plena confianza de que entienden el misterioso plan de Dios, que es Cristo mismo.
Pablo espera que los cristianos tengan certeza o convicción de que entienden el misterioso plan de Dios que es en Cristo. Aquí certeza, convicción o certidumbre descansa en desarrollar seguridad en que están viviendo o actuando en conformidad al plan soberano de Dios.
Una combinación de estos textos no indica que con respecto al evangelio que se había recibido de parte de Pablo, Silvano y Timoteo y aceptado por los creyentes tesalonicenses implicaba estar convencidos, tener plena certeza, y convicción del evangelio en si como mensaje y verdad de Dios que desemboca en la salvación de los elegidos y en la convicción y certeza plena de que ninguna circunstancia presente, ni por venir, podría arrebatarle a los redimidos por medio del sacrificio de Cristo su condición de salvos.
Entonces:
Al predicarse el evangelio, el creyente a de hacerlo convencido de que el evangelio es la respuesta correcta a la necesidad del hombre en su condición de perdido.
Al predicarse el evangelio, el creyente a de hacerlo convencido de que el evangelio es la respuesta correcta a la necesidad del hombre en su condición de perdido.
Para desarrollar esta convicción el cristiano ha de tener en cuenta que:
El evangelio es de origen divino, no humano.
El evangelio es de origen divino, no humano.
Fue profetizado en el Antiguo Testamento de que sería predicado por el Cristo
7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
Al someter el ministerio profético de Isaias a la sentencia divina de
Dt 18.21-22 donde dice:
21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;
22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
No cave ninguna duda de que Isaias habla bajo la autoridad e inspiración Divina, lo cual significa que sus palabras son Palabra de Dios, y como Dios no miente, ni puede mentir, entonces son palabras verdaderas, palabras en las cuales podemos confiar y tener certeza y convicción de lo que enseñan, aseguran y prometen.
Entonces el Cristo debía ser alguien que anunciara nuevas del bien, o sea el evangelio.
¿Se cumplió la profecía de Isaias con respecto al Cristo predicando el evangelio?
Dejemos que el Nuevo Testamento hable por si mismo.
Mateo enseña esto:
23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
También Marcos
14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
Y Lucas
1 Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,
Es proclamado por los mensajeros celestiales de Dios (los ángeles).
Los ángeles de Dios en el Nuevo Testamento enseñaron a los pastores del campo, en vísperas del nacimiento de Cristo, de que Jesús mismo, o sea, su persona, a causa de lo que haría, son y es nuevas de gran gozo, son Evangelio.
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
La investigación de Lucas, el autor del tercer evangelio arroja como resultado el hecho de que todo lo que se dice con respecto a Jesucristo y por ende el Evangelio, es ciertisimo, dice él y por tanto es de origen divino.
1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
y son esas cosas enseñadas por los que fueron testigos oculares de los hechos, los apóstoles y los mas de quinientos a los cuales Jesús se les apareció tras su resurrección. Y que se convirtió en la enseñanza medular del Evangelio y que devino en la certeza y convicción del poder de este para salvación
2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra,
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
Pablo testifica que el evangelio anunciado por el, no es según hombres, sino según Dios, demostrando el origen divino del evangelio.
¿Por qué el evangelio anunciado por Pablo no era según hombres?
Porque no lo había recibido de hombre alguno, sino por revelación directa de Cristo.
Porque no lo había aprendido de hombre alguno, sino por revelación directa de Cristo.
11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
LOS FRUTOS PRODUCIDOS POR EL EVANGELIO DAN FE DE SU VERACIDAD
LOS FRUTOS PRODUCIDOS POR EL EVANGELIO DAN FE DE SU VERACIDAD
El apostol Pablo enseña que el evangelio es la manifestación del poder de Dios para salvación
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Pablo, tiene esta convicción por lo que ha visto que ocurre con aquellos que creen y reciben el evangelio. Y como ha visto actuar al evangelio de manera poderosa, de manera transformadora, porque ha visto a las almas siendo salvadas, transformadas y liberadas del poder del pecado y de la muerte es que tiene esa convicción y certeza en el poder salvador del Evangelio.
¿Por qué tiene esta certeza?
Porque:
El Evangelio es la respuesta a la deplorable condición del hombre por causa del pecado.
Es la respuesta a las tinieblas y oscuridad en que viven aquellos a quienes Dios se propuso salvar y que por causa de su pecado y rebeldía vive en angustia (Isaias 9:1).
1 Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.
Por medio del evangelio y gracias a la obra de Cristo los que andan en tinieblas pueden ver gran luz (Isaias 9:2).
2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Por medio del evangelio y gracias a la obra de Cristo los que andan en sombra de muerte al ser iluminados por la luz que resplandecen sobre ellos, pueden encontrar el camino angosto y la puerta estrecha que nos permite abandonar el camino de muerte para seguir el camino de vida.
Jesús dijo (Juan 8:12).
12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
El es la luz de la que habla Isaias 9, Jesús es Dios, y Dios es veraz, en el no hay tiniebla ni pecado, y si el dice que el que le sigue, no andará mas en tinieblas, sino que el tal, vendrá a ser poseedor de la luz de la vida, porque por medio del evangelio encontramos el camino y la puerta que nos conduce verdaderamente al Padre, entonces le creo a Dios, a sus palabras y puedo vivir con plena certidumbre, con plena certeza, con plena convicción de que el Evangelio y su obra es verdadero y eficaz, porque los efectos y resultados que trae sobre la vida del pecador que cree en el es promesa de Dios, y está empeñada la palabra de Dios y Dios no miente.
El Evangelio es la respuesta a la amargura, a la tristeza y a la desesperanza que produce el pecado en la vida de todo hombre.
La Biblia desde el antiguo Testamento anuncia que con el advenimiento de Cristo, y gracias a su obra, los que creen en el, experimentarían un gozo y una felicidad grande.
3 Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
Ese gozo y esa felicidad que produce Cristo en el corazón del hombre cuando este le experimenta y le acepta como Señor y Salvador.
¿A causa de que viene ese gozo, esa alegría, que llena al creyente de esperanza y convicción en Dios.
A causa de saber que el pesado yugo del pecado por medio de la muerte y resurrección de Cristo fue quebrado. Y el poder y señorío de aquel que imponía estas cargas sobre nosotros, el pecado, la muerte y el diablo (Isaias 9:4-5).
4 Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
5 Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego.
Esto dice:
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Es por eso que tanto Pablo, como los tesalonicenses, los cristianos verdaderos de todos los tiempos y nosotros hoy podemos invitar con toda certeza, en plena certidumbre de fe a los perdidos, a que vengan a Cristo, porque sabemos que Cristo puede y quita todo esa pesada carga que el pecado ha puesto sobre la vida del pecador, no permitiéndole andar en comunión con Dios. Por eso creemos firmemente en la invitación de Jesús, y en la realidad de su promesa ...
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
La grandeza de nuestro Cristo radica en que el yugo que impuso el pecado sobre nosotros era pesado, y Cristo lo rompió y lo sustituyó por el de él, que es un yugo, que es fácil y ligero ...
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
El Evangelio es la respuesta a la amargura, a la tristeza y a la desesperanza que produce el pecado en la vida de todo hombre, porque cambia la tristeza en gozo, al saber por medio de la revelación bíblica y del evangelio mismo que nuestras batallas espirituales un día terminarán y nuestra ropa de inmundicia, sucia, manchada en sangre, por causa del pecado, será sustituida por ropas, blancas, resplandecientes en la eternidad, gracias a la obra de Jesucristo (Isaias 9:4),
4 Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
Esto es promesa de Dios (Ap 3:5; 7:13-17).
5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;
17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Isaias dice que la vieja condición de muerte, esas ropas viejas serán pasto para el fuego, combustible para el fuego y así dice Apocalipsis (Apocalipsis 20:14).
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
El evangelio revela la obra eficaz de Cristo y los frutos, resultados y bendiciones que trae a la vida de los que creen en él.
Pues:
Por la muerte y resurrección de Cristo, pecadores como nosotros fuimos reconciliados con Dios. (Rom. 5:1)
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Por la muerte y resurrección de Cristo, pecadores como nosotros fuimos perdonado y justificado. (Rom. 3:24)
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Por la muerte y resurrección de Cristo, pecadores como nosotros fuimos limpiado y hecho santo. (Heb. 10:14, Ef. 5:25–27)
14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Por la muerte y resurrección de Cristo, pecadores como nosotros fuimos adoptado como hijos de Dios. (Gal. 4:4–5)
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Por la muerte y resurrección de Cristo, pecadores como nosotros fuimos glorificado y hechos participes la vida eterna. (Heb. 9:15)
15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
CONCLUSIONES:
CONCLUSIONES:
Todo esto hace que lo dicho por Pablo a los tesalonicenses con respecto a la certeza, plena certidumbre o convicción que el creyente debe tener del evangelio y de como se debe predicar con dicha certeza el evangelio, cobre sentido. Por eso, quien ha entendido esto, pese a toda persecución, oposición, miedo, tribulación, angustia, sufrimiento o cualquier otra aflicción que puede sobrevenir al pueblo santo de Dios por causa de la predicación del Evangelio, insiste y continua predicando, y lo hace porque esta convencido del poder salvador del evangelio y de lo que este puede hacer en la vida, aun de sus detractores y por eso cobra animo y fuerza y se atreve a predicarles de Cristo y a testificarles de Cristo aun a ellos, a aquellos que incluso pudieran llegar a tener el poder de perdonarte o condenarte con vida o muerte a causa de tu fe. Es por eso que:
Son hermosos los pies de los que anuncian las buenas nuevas, de los que anuncian la paz (Isaias 52:7; Nahum 1:15; Hechos 10:36; Romanos 10:15).
7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
15 He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.
36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Es por todo esto y mas que:
Al predicarse el evangelio, el creyente a de hacerlo convencido de que el evangelio es la respuesta correcta a la necesidad del hombre en su condición de perdido y por eso ha de ser comunicado con plena certeza, certidumbre y convicción de que el Evangelio es poder de Dios para salvación.