DEFENSORES DE LA FE II

un pueblo apartado para Dios  •  Sermon  •  Submitted
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I. Introducción: en el primer tema de esta serie del libro de Judas, quedamos en el verso 9, donde se representa el gran conflicto entre Cristo y satanás. y quiero que me acompañes a dar lectura de este texto.

A. JUDAS 1.9 2 pero cuando el Arcángel Miguel luchaban con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, si no que dijo: el Señor te reprenda.
A.1. Jesús hermanos míos tiene control absoluto de este mundo. poder infinito sobre el universo y potestad sobre las naciones. y entonces, quien es satanás frente a Jesús? nadie. y debemos entenderlo, para tomar mejores decisiones, para vivir mas tranquilamente. porque a veces vivimos vidas llenas de pánico, angustia y tribulación. vidas llenas de miedo, de confusión. pero cuando tu aceptas que Jesucristo tiene poder supremo entonces habrá mayor seguridad en nuestras vidas.
A.1.2. cuenta la historia sobre un hombre que venció el miedo.
A.1.3. por eso cuando todos comprendamos en nuestros corazones el tipo de Dios que tenemos, muchas cosas en nuestra vida van a cambiar.
II. vamos a leer el verso 10: “ pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.”
A. blasfemar quiere decir: usar un lenguaje difamatorio o injurioso contra Dios. que significa de cuantas cosas no conocen. conoce usted a alguien que a todo le ve el punto negro. personas que nunca están satisfechas o conformes, de todo y de todos critican. las personas que han entrado encubiertamente como lo estudiamos en el verso 4. llegan para blasfemar. la asociación no hacen esto o lo otro, el pastor debería hacer esto o aquello. que por que no hacen vigilia? y si la hacen que porque toda la noche, se hace toda la noche y luego dice que no estamos aplicando los 8 remedios naturales, especialmente el descanso. que por que el pastor tan joven que no tiene experiencia, y si llega uno mayor que ya esta muy viejo y que no hace nada. que si el pastor es muy extrovertido que le hace falta consagración. y si es muy introvertido que le hace falta chispa. que si predica con corbata y saco en arabia que es muy engreido, y si no que es muy irreverente. que es muy gordito que entonces no vive la reforma, que si es muy flaco que no la esposa no le esta dando comida. si la iglesia la pintan de blanco, que por qué de blanco, si de azul entonces que seria mejor el rojo. que si los ancianos le llaman la atención a los que llegan tarde que por eso es que los hermanos se retiran de la iglesia. que si les los ancianos le dicen algo a los jovenes que por eso es que se han ido.
los que han entrado encubiertamente siempre van a hablar por si o por no. por eso nunca vamos a tener la gente contenta, y tu deber y tu responsabilidad es hacer cumplir los planes que Dios tiene para tu vida, tu liderazgo y la iglesia. amen.
A. miremos esto.
V. 11. De nuevo, Judas menciona una de sus triadas. Los apóstatas erraban en tres aspectos, así que dijo: ¡Ay de ellos!
Han seguido el camino de Caín. Esto puede significar que ellos, al igual que Caín: (a) fabricaron en desobediencia su muy particular manera de adorar, (b) tuvieron envidia de otros, o (c) odiaban a otros con un instinto asesino (cf. 1 Jn. 3:12).
Se lanzaron por lucro en el error de Balaam. Éste, bajo la apariencia de servir a Dios, indujo a otros a pecar, mientras que al mismo tiempo buscaba lucrar con el error de ellos (2 P. 2:15–16; Nm. 22:21–31). De forma similar, los falsos líderes del tiempo de Judas, codiciosos de dinero, condujeron a otros al pecado sin que reconocieran el peligro que entrañaba imitar sus acciones.
Perecieron en la contradicción de Coré. Éste dirigió una revuelta contra Moisés y Aarón, porque no reconoció que Dios había delegado su autoridad en ellos (Nm. 16). Entonces, su rebelión fue en realidad contra Dios mismo. De manera similar, los hombres de que hablaba Judas (quizá líderes de iglesias locales) se habían rebelado contra la autoridad de Dios y como resultado, serían destruidos repentinamente. Esa destrucción era tan cierta, que Judas declaró en tiempo pretérito: “perecieron”.
Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (2006). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 4: Hebreos-Apocalipsis (p. 190). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
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