NACIMINTO DE JESUS..
LA VIDAD DE JESUS..
Nos ha nacido un niño
9 A pesar de todo, no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea, tierra de paganos, en el camino del mar, al otro lado del Jordán.
2 El pueblo que andaba en la oscuridad
ha visto una gran luz;
sobre los que vivían en densas tinieblas
la luz ha resplandecido.
3 Tú has hecho que la nación crezca;
has aumentado su alegría.
Y se alegran ellos en tu presencia
como cuando recogen la cosecha,
como cuando reparten el botín.
4 Ciertamente tú has quebrado,
como en la derrota de Madián,
el yugo que los oprimía,
la barra que pesaba sobre sus hombros,
el bastón de mando que los subyugaba.
5 Todas las botas guerreras
que resonaron en la batalla,
y toda la ropa teñida en sangre
serán arrojadas al fuego,
serán consumidas por las llamas.
6 Porque nos ha nacido un niño,
se nos ha concedido un hijo;
la soberanía reposará sobre sus hombros,
y se le darán estos nombres:
Consejero admirable, Dios fuerte,
Padre eterno, Príncipe de paz.
7 Se extenderán su soberanía y su paz,
y no tendrán fin.
Gobernará sobre el trono de David
y sobre su reino,
para establecerlo y sostenerlo
con justicia y rectitud
desde ahora y para siempre.
Esto lo llevará a cabo
el celo del SEÑOR Todopoderoso.
11 Del tronco de Isaí brotará un retoño;
un vástago nacerá de sus raíces.
2 El Espíritu del SEÑOR reposará sobre él:
espíritu de sabiduría y de entendimiento,
espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR.
Anuncio del nacimiento de Jesús
26 A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. 28 El ángel se acercó a ella y le dijo:
—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
29 Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
30 —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor—le dijo el ángel—. 31 Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, 33 y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
34 —¿Cómo podrá suceder esto—le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?
35 —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.
38 —Aquí tienes a la sierva del Señor—contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel la dejó.
16 No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe:
Él se manifestó como hombre;
fue vindicado por el Espíritu,
visto por los ángeles,
proclamado entre las naciones,
creído en el mundo,
recibido en la gloria.
En este pasaje tenemos los detalles de un nacimiento. Traer una nueva vida al mundo es de por sí un acontecimiento maravilloso, pero cuando vemos que “Dios fue manifestado en carne”, se convierte en un milagro. Las bendiciones que trajo al mundo el nacimiento del Señor son innumerables, porque abrió al hombre la puerta de la vida eterna. Lucas presenta, en forma simple, pero con interesantes detalles, la historia de la encarnación del Hijo del Hombre