Actitudes fundamentales en un creyente

Lección 27

INTRODUCCIÓN

“Llegar quiero a la cima del collado, aunque tenga que subir dificultad; el camino de la vida aquí trazado, seguiré sin temor ni desmayar. Arriba, pues, valor, corazón mío; la senda dura y áspera es mejor que la llana, que lleva en extravío a la muerte y eterna perdición” El progreso del peregrino.

Texto a estudiar

1 Pedro 5:12–14 RVR60

Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan.Saludaos unos a otros con ósculo de amor. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.

I. Fidelidad

“Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel”

Silvano era alguien que destacó por ser fiel no sólo a Dios, sino también a sus hermanos en Cristo. Lo que Pedro menciona acerca de este varón de Dios es sorprendente, muchos podemos catalogarnos fieles, pero otra cosa es que nos caractericen como tales. Pedro dice de Silvano que él es “fiel”, término usado con la idea de alguien que es caracterizado por un constante afecto y lealtad hacia alguien. Silvano era alguien confiable, alguien en quien se podía hallar seguridad. En muchos textos lo vemos obrar en favor de Dios.

A los hermanos

Silvano demostró su fidelidad a los hermanos de Tesalónica siendo él uno de los cuales se encontraba con Pablo (1 Tes. 1:1; 2 Tes. 1:1). No sólo compartió ministerio con Pedro, sino también con Timoteo, grandes hombres de Dios que amaban la obra de Dios. Era alguien reconocido y principal entre los hermanos, cosa que no todos llegan a tener tan alto honor (Hch 15:22).

A Dios

Al observar la fidelidad hacia los hermanos podemos deducir que Silvano era fiel a Dios, el que proclama el evangelio de Cristo lo hace porque su fidelidad está únicamente en una persona, Cristo (2 Co. 1:19).

Una de las actitudes fundamentales que como creyentes debe caracterizarnos es la fidelidad y esto no sólo se trata hacia Dios o la pareja que tengas, sino también a tus hermanos en Cristo, porque el que es fiel a Dios es fiel a sus hermanos, alguien que no sea fiel a Dios indudablemente lo será a sus hermanos.

II. Preocupación

“os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis”

La segunda característica que vemos en cuanto a las actitudes fundamentales que debe tener el creyente encontramos la preocupación. Comúnmente mandamos un mensaje de texto a las personas de las cuales nos preocupamos. Pedro en este caso fue alguien que se preocupó por los dispersos en todos los lugares. Alguien que se preocupa por ti te hará notar tus debilidades, tus falencias, tus errores, pero no te dejará ahí, te ayudará a levantarte, fortalecerte y corregirte. Esto fue lo que Pedro hizo, les llamó la atención para estar del lado que es correcto estar, en Dios, mostrándose como ejemplo y que aún estando en un tiempo de prueba están viviendo en un tiempo de gracia.

Nos debe caracterizar las preocupación, no con la idea de hacernos desmoralizar, sino con la idea de ayudar a los demás. Pedro se preocupó por sus hermanos en persecución y los animó y mostró esa gracia de la cual disfrutan.

III. Comunión

“La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan. Saludaos unos a otros con ósculo de amor. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.”

La tercera y última característica de los creyentes es la comunión. Hch 16:25

Con los hermanos

Hay comunión cuando los hijos de Dios se dan el saludo que solían darse los creyentes de la iglesia primitiva, el famoso “Shalóm” que significa “La paz de Dios sea contigo”. El imperativo de Pedro a los de la iglesia dispersa es que se saluden con ósculo de amor. Esta es una muestra de amor y de buena relación. Un beso de amor que identifica a qué grupo uno pertenece. Cuando hay amor en una comunión la paz siempre se hará presente y deseable.

Con Dios

Nuevamente volvemos con la misma idea, no puede haber comunión entre los hermanos cuando no hay comunión con Dios, puedes estar leyendo tu biblia todos los días, orar todos los días, diezmar constantemente, pero si no tienes comunión con los demás tu vida está expresando hipocresía, pues es absurdo decir soy cristiano y cumplo todos los mandatos, cuando estás viviendo en una comunión rota con los hermanos (Heb 10.24-25).

Debemos procurar la clase de comunión que observamos en Pablo y Silas (Hch 16:25). Deleitarte con tus hermanos aún en los momentos más difíciles, buscar siempre estar en comunión con Dios siendo ellos los primeros en disfrutar de la comunión filial.

CONCLUSIÓN

Si nos faltan estas tres actitudes que son fundamentales en un creyente, no podremos demostrar que somos creyentes. Fidelidad, preocupación y comunión son actitudes que diariamente debemos demostrar. Que vivamos un cristianismo que honre a Dios, primero siendo fiel a él y esto dando como resultado en una buena comunión con los hermanos.