¿Para qué vino Cristo al mundo?
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Al examinar las Sagradas Escrituras descubrimos que el deseo de Dios es que el hombre le conozca, le ame y le glorifique. Tú que me escuchas eres alguien que puedes llegar a conocer personalmente a Dios si tienes un encuentro personal con su Hijo, Jesucristo, el Salvador.
Siendo que la Biblia es La Palabra de Dios y la guía por excelencia que arroja luz en medio de las tinieblas causadas por el pecado y pone al descubierto de manera segura y garantizada el camino a seguir para ser salvos, es que haremos uso exclusivo de ella en este y en cada uno de nuestros estudios, así dice Salmo 119:105.
105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Jesucristo el Hijo de Dios llegado su momento se hizo hombre y vino a habitar entre nosotros, así nos lo enseña Gálatas 4:4.
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
Todo persona, creyente o no, en el mes de diciembre, de alguna manera u otra se familiariza con esta realidad por causa de las fiestas populares conocidas como Navidad. De tal manera, que nadie ignora la realidad de que Jesucristo un día nació, como cualquier otro niño y habitó entre nosotros.
Lamentablemente las fiestas populares conocidas como, La Navidad han distorsionado el carácter y la razón principal por lo cual Dios se hizo hombre y habito entre nosotros en la persona de Jesús de Nazaret.
Y es que Jesús no vino al mundo para que los hombres todos en el mes de Diciembre intercambiaran regalos, hicieran reuniones familiares, se desearan buena voluntad, se reunieran para cantar o celebrar, fueran de compras o siguieran esta o aquella tradición, de hecho ni siquiera lo hizo para que la iglesia tuviera una linda festividad en su calendario. Cristo no vino al mundo para nada de esto. El vino, por una razón muy particular y mas importante que todas las anteriormente dichas.
Dejemos que sea el mismo Cristo hablando a través del Evangelio quien nos lo diga:
Jn 10:10
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Jesús dice que el ha venido para que pecadores como tu y como yo, pudiéramos experimentar vida abundante. Al hablar de vida abundante se refiere a vida que nunca se acaba, a vida eterna. Esto contrasta con nuestra realidad, de que en algún momento u otro la vida del hombre termina porque este muere.
En la frase, vida abundante Jesús está diciendo que el es la solución para la muerte del hombre y todo lo que esto implica. Antes de continuar se hace necesario aclarar algunas cosas con respecto a la muerte.
El hombre en su estado original no fue creado para que muriera, sino para que viviera.
El hombre murió a causa de su desobediencia al mandato de Dios, al comer de un único fruto que le había sido prohibido so pena de muerte Génesis 2:16-17.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
La muerte es la consecuencia del pecado Romanos 6:23.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Al hablar de la muerte que experimenta todo hombre por causa del pecado, por cuanto todo hombre es pecador. La Biblia se refiere a:
La muerte física. Que es la separación del cuerpo del alma y putrefacción y extinción temporal del cuerpo físico Romanos 5:12.
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
La muerte espiritual o segunda muerte. Que es la separación plena del hombre en cuerpo y alma de Dios en un lugar de fuego y tormento eterno, como paga por el pecado Ezequiel 18:4; Apocalipsis 2:11; 20:14-15.
4 He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Todo hombre muere, porque es pecador, eso no solo es una realidad que vemos a diario, además es una verdad absoluta que enseña La Biblia
Todo hombre muere, porque es pecador, eso no solo es una realidad que vemos a diario, además es una verdad absoluta que enseña La Biblia
Romanos 3:23.
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Todo hombre muere porque comete pecado.
Cometer pecados y ser pecador no es sinónimo de ser todo lo perverso o malo que un ser humano pudiera ser, pero también es cierto que es no ser santo, inocente sin culpa ni error como Dios lo es. Ser un pecador es cometer pecados. Por tanto conviene preguntarnos
¿Qué es el pecado?
El pecado es:
No hacer el bien que sabemos que debíamos haber hecho y que no hicimos Santiago 4:17.
17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Todo aquello que hacemos y que no proviene de fe Romanos 14:23.
23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.
Transgresión o violación de la Ley de Dios (No cumplir al menos uno de los 10 mandamientos) 1 Juan 3:4.
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
De hecho la Biblia enseña que al no cumplir un solo mandamiento de la Ley automáticamente violamos toda la Ley de Dios Santiago 2:10.
10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
Toda la Ley se resume en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo Mateo 22:35-40.
35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Amar al prójimo esta vinculado con amar a Dios y viceversa, y como los 10 mandamientos regulan la vida de amor a Dios y al prójimo, si violas un solo punto de los 10 significa que no amas ni a Dios ni al prójimo, porque no se puede amar a Dios sin amar al prójimo, ni amar al prójimo verdaderamente sin amar a Dios 1 Juan 4:8, 20; Juan 13:35.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Al someter nuestras vidas al escrutinio de estas verdades no nos queda otra cosa que reconocer de que si, que somos pecadores, por ende, expuestos a la muerte física y eterna y otras consecuencias de las cuales hablaremos en otra oportunidad.
Al examinar todo esto cobran sentido las palabras de Cristo cuando dijo en Juan 10:10 “…Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia…”
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Para tener esa vida abundante que vino a dar Jesucristo, todo hombre debe:
Reconocer su condición de pecador y por ende de perdido aceptando su necesidad de ser salvo y de un salvador, porque el hombre por sí mismo no se puede salvar Salmo 33:16
16 El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Ninguna obra o acción humana satisface la justicia de Dios, porque nuestras obras no son perfectas y santas Tito 3:5; Efesios 2:8-9; Isaias 64:6.
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
La Biblia enseña que la salvación es por la gracia, o sea por el favor inmerecido de Dios a causa de su misericordia y bondad Efesios 2:8.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Reconocer que tus pecados han ofendido a Dios, por cuanto no has vivido conforme a sus mandamientos y leyes y por eso debes de arrepentirte de tus pecados, implorando perdón ante Dios, de lo contrario pereceréis Lucas 13:3.
3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
Pues quien no se arrepiente de sus pecados lo único que consigue con ello es acumular ira para el día de la ira en el juicio y una condenación mas severa Romanos 2:5.
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
Eso no es lo que Dios quiere para ti, pero que en su santidad y justicia tiene que traer al no arrepentido.
3. Creer que Jesucristo es el Hijo de Dios y que a través de su muerte y resurrección el puede salvarte del pecado y de la muerte eterna.
Porque con su muerte satisfizo la justicia de Dios, muriendo, o sea, pagando la pena por el pecado de manera sustitutoria. Tomando nuestro lugar en la muerte. Con ello anula el acta de nuestros pecados, y nos declara sin culpa ante Dios. Colosenses 2:13-15.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Con su resurrección venció a la muerte y al pecado y otorgándole la vida eterna a los que creen en el Romanos 6:5. Jesús dijo que el es la resurrección y la vida Juan 11:25.
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Quien cree en Jesús viene a ser poseedor de su promesa, la vida eterna. Juan 3:16; 36; 6:47.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Esto fue lo que creyeron los apóstoles Juan 6:68.
68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Esto es lo que debe creer todo pecador si quiere tener vida eterna, esa vida eterna que Cristo vino a dar a los que creen en el.
CONCLUSIONES:
Por todo lo anteriormente dicho ¿Cóbra o no sentido las palabras de “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia?
¿Qué decisión vas a tomar con respecto a Cristo? ¿Vas a seguir con tu vida, siendo indiferente a este mensaje para muerte eterna? O ¿Vas a creer en el para vida eterna?