El día de la expiación
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· 88 viewsBreve explicación del día de la expiación celebrada por Israel una vez al año.
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El día de la expiación
El día de la expiación
Levítico 16:33–34 (RVR60)
33Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. 34Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.
Introducción
Introducción
Dios establece un día al año como el día de la expiación o día del perdón, en el que se debía hacer una ceremonia bastante elaborada para el perdón de los pecados del pueblo y la purificación del santuario. Fue instituido luego que los hijos de Aarón murieran. (finales de septiembre)
A pesar que Israel había sido escogido como el pueblo santo de Dios, y que su presencia habitaba en medio de ellos, no estaba libre del pecado , ellos aun eran esclavos del pecado, pues el único que puede dar libertad del pecado el Cristo a traves de su sacrificio.
La ceremonia
La ceremonia
Incluia un becerro, dos machos cabrios o chivos, y un carnero.
El sacerdote debía presentar primero un becerro en sacrificio por sus pecados y los de su familia,
entraba al lugar santisimo ofreciendo incienso, simbolo de las plegarias y la adoración, también presentaba la sangre del becerro ante la presencia de Dios, rociandola siete veces ante el propiciatorio.
De los machos cabrios echaba suerte para ofrecer uno en sacrificio a Jehová por los pecados del pueblo y otro para ser soltado en el desierto a Azazel, llevando los pecados.
Sacrificaba uno de los machos cabrios por los pecados del pueblo, presentaba la sangre en el lugar santo y lugar santisimo para purificar el santuario.
Colocaba las manos sobre el otro macho cabrio, confesando los pecados del pueblo, una persona lo llevaba al desierto para soltarlo, cargando los pecados del pueblo para Azazel.
Presenta el carnero como ofrenda de holocausto
La carne del becerro y del macho cabrio será quemada fuera del campamento.
Para toda esta ceremonia Aarón deberá despojarse de su atuendo de sumo sacerdote y solo vestirá la túnica de lino, deberá lavarse varias veces en el proceso.
El pueblo estará ayunando y confesando sus pecados.
Este día será dedicado unicamente a Jehová y no se hará ninguna otra actividad en el pueblo.
El simbolismo
El simbolismo
Era necesario derramamiento de sangre: Hebreos 9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Solamente presentando la sangre de los animales el sumo sacerdote, en representación del pueblo podía entrar al lugar santísimo a la presencia de Dios.
Debía involucrarse en cada ceremonia 4 animales inocentes, pero aun así la sangre de los animales no era suficiente: Hebreos 10:3–4 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
La ceremonia de la expiación es una figura del sacrificio perfecto de Cristo.
El perdón de pecados hoy
El perdón de pecados hoy
Solamente Israel tenía el beneficio del perdón de los pecados, el resto de la humanidad tenía como destino el castigo eterno.
Pero el sacrificio de Cristo es único y suficiente para limpiar los pecado de toda la humanidad.
Juan El Bautista así lo presentó: Juan 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Ahora ya no es necesario más sacrificios, ceremonias, ritos, buenas obras por el pecado, el sacrificio de Cristo es único y suficiente. Hebreos 10:11–12 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.
Conclusión
Conclusión
Los Israelitas mientras hicieron lo bueno delante de los ojos de Jehová, celebraron esta ceremonia cada año, pues comprendía las terribles consecuencias del pecado.
Hoy en día, presentamos nuestros cuerpos en sacrificio, presentamos ofrendas y servicio a Dios como agradecimiento, no para el perdón de pecados, pues el sacrificio de Cristo es único y suficiente.
Pero debemos presentarnos ante Él arrepentidos por los pecados, confesandolo como Señor y Salvador, dispuesto a obedecer su Palabra.