UN REGALO PARA COMPARTIR
Navidad • Sermon • Submitted
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· 27 viewsUna de la razones más importantes para la celebración de la navidad es que ella nos hace recordar que en el nacimiento de Cristo y su encanaión vimos la misericordia perdonadora de Dios sobre la raza humana caída, el mejor regalo que podemos recibir, pero es también el mejor reglalo que podemos dar a otros.
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Mt 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Después de casi 11 meses una vez más nos encontramos aquí en vísperas de la celebración de Navidad.
Sin lugar a dudas una de las cosas que en estas fechas vemos más es el hecho de que personas se hagan unos a otros alguna clase de obsequio. Sin embargo por muy hermosos, delicados, finos o deseados que estos pueden ser, la alegría que estos producen es solo temporal y efímera.
Y eso nos debería a llevar a pensar en el verdadero significado de estas celebraciones. Si bien es cierto que a todos nos gusta recibir alguna clase de obsequio, muchas veces pasa desapercibido frente a nuestros ojos el mayor obsequio que la humanidad entera ha recibido.
Cuando Mateo escribió sobre el nacimiento del Salvador, nos dió la clave verdadera del obsequio que Dios ha dado al mundo y que debería ser el motivo real de esta celebración: … “porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”
Sin lugar a duda el motivo de nuestra celebración es que “Dios envió a su hijo nacido de mujer, nacido bajo la ley, para redimirnos de la maldición de la ley”.
Dios no solamente no dió la razón fundamental para celebrar en nuestra vida, no solo en estas fechas sino cada día, que es el nacimiento y encarnación de nuestro Señor Jesucristo; sino que también nos dio un regalo precioso e incomparable, nos dió el perdón de nuestros pecados.
En la salvación a los pecadores, vemos expresado uno de los rasgos del carácter de Dios, el es misericordioso y perdonador
Neh 9:17 No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.
Perdón = es la la liberación de una persona de la culpa y de sus consecuencias , incluyendo el castigo(cuando Dios nos perdono nos libro del castigo eterno en el infierno); es un acto de favor, compasión y amor con el objeto de restaurar una relación personal rota.
El que Dios enviará a su hijo en sacrificio nuestro para el perdón de nuestros pecados, es la evidencia que Dios hizo todo para nos pudiéramos reconciliar con él por medio de Cristo
EL perdón lo recibimos de Dios por medio de Cristo
EL perdón lo recibimos de Dios por medio de Cristo
Col 1:12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Por medio del sacrificio sustitutivo de Jesús en la cruz, es que nosotros podemos ser parte de su reino, y el más grande regalo que recibimos es que nuestros pecado ha sido perdonados.
En Jesús la relación que estaba rota entre Dios y la humanidad, puede ser restaurada, Es por el perdón que Dios nos otorga que podemos entonces ser libres del pecado.
Un regalo precioso, inmerecido, un regalo de amor, y de misericordia (y cuantos dicen amén a eso) y nos gozamos en ellos y ese debería ser para nosotros el regalo que nos diera mayor felicidad.
Estamos por terminar este año 2020, un año como nunca nos había tocado vivir (pandemia), que ha tenido sus dificultades, sus problemas, sus infortunios, pero en el cual hemos podido ver la manos de Dios actuar también sobre nosotros, donde sus misericordias no se ha terminado y nos ha estado enseñando tantas cosas (el valor de lo eterno, la temporalidad y fragilidad de la vida, la necesidad de estar a cuentas con el y con lo demás.
De eso que hoy yo quiero hablarle esta mañana, nos llena de gozo saber que Cristo a perdonado nuestros pecados, y ahora estamos reconciliados con el, pero en cuanto a nuestra relación para con otros
¿Estamos reconciliados también?
Y es que que por difícil que nos pueda parecer muchas personas que profesan conocer a Dios, que profesan ser cristianos son incapaces de dar perdón a otros, aún y cuando la reconciliación y el perdón de Dios son un encargo para los creyentes.
2 Co 5:18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Reconciliar = 3.Poner a dos o más personas en una relación adecuada. 6 Adquirir [una persona] para si misma un estado de tranquilidad.
El Señor en su muerte no reconcilio con el, perdonando nuestros pecados, nos puso nuevamente por medio de su sacrificio en una relación adecuada con Dios. Estando reconciliados con Dios entonces podemos tener paz.
Ro 5: 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Como creyentes nosotros también tenemos el encargo de llevar las nuevas para que los que no conocen del evangelio se reconcilien con Dios y sus pecados sean perdonados.
Sin perdón de pecados, no habría reconciliación. Porque Cristo nos perdonó, estamos reconciliados con el.
Empero muchos dicen estar reconciliados con Dios (perdonados sus pecados), pero no pueden reconciliarse con quienes les han ofendido (amigos, hermanos iglesia, familia, etc.).
La encarnación de Jesús, fue muestra de la voluntad de Dios de reconciliar al Hombre con el. Este quizá podría ser el mejor regalo que en estas épocas pudiéramos compartir con otros.
Cómo se debe perdonar al hermano
Mt 18:15 Por tanto, si tu hermano peca (hamartano, falla, fracasar, DHH te hace algo malo) contra ti, ve y repréndele (convencer, redargüir, mostrar la falta, poner de manifiesto) estando tú y él solos (DHH habla con el y hazle reconocer su falta, llámalo y dile cual ha sido su falta); si te oyere, has ganado a tu hermano.
Cuando hay perdón y se trata directamente entre ofensor y ofendido, si ambos son hijos de Dios, ahí termina el asunto y la relación se restaura.
Mt 18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Cuando un hermano ofende a otro en la asamblea, es el perdón es que se debe manifestar en la relación entre ambos. Pero es posible que por causa del orgullo el ofensor no quiera arrepentirse.
Mt 18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
Los pasos que Jesús estableció para la disciplina en la iglesia con respecto a una persona que no quiere arrepentirse de su pecado, no tienen por ningún motivo el animo de desechar al ofensor, sino más bien el de restaurar la relación, en todo momento el perdón debe ser ejercitado entre hermanos .
El perdón tiene como fin restaurar la relación, no ganar la discusión o demostrar que tengo la razón. (Así hizo Cristo con nosotros, con su muerte el restauro la relación que estaba rota entre el hombre por causa del pecado y Dios).
Cuántos divorcios se hubieran podido evitar, si algunos de los dos hubiera estado dispuesto a restaurar la relación y recuperar a la persona y no demostrar que el tenía la razón. Cuántas iglesias se ha divido por esta misma situación.
Mt 18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
De acuerdo con el pensamiento de los judíos, ellos decían que el perdón de Dios estaba limitado a un cierto número de veces.
Barclay William: La enseñanza rabínica era que uno debía perdonar a su prójimo tres veces. Un Rabí decía: «El que le pide perdón a su prójimo no debe repetirlo más de tres veces». Otro Rabí decía: «Si uno comete una ofensa una vez, se le perdona; si comete una ofensa una segunda vez, se le perdona; si comete una ofensa una tercera vez, se le perdona; pero la cuarta vez, ya no se le perdona»
Esto no era ninguna cosa inventada, sino que ellos tomaban esta enseñanza del libro de Amón donde en los primeros capítulos hay un serie de condenaciones a diferentes naciones por tres transgresiones y por cuatro, Es de ahí donde los Rabinos deducían que Dios solamente perdonaba hasta máximo tres veces.
¿Se imagina, si Dios solo perdonara tres veces? ¿Dónde estaríamos algunos de nosotros?
¿Es acaso que Pedro sabiendo esto, el quería verse mucho más generoso en su corazón para perdonar al ofensor?
Es muy del ser humano poner limite al perdón hacía otros, porque decimos que todo tiene un limite, (por eso Pedro quizo mostrarse ante Jesús amplio en perdonar, 7 veces)
Mt 18: 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
En la Biblia, el numero siete representa perfección o que esta completo (7 días de la semana, 7 iglesias en Asia, 7 Sellos, 7 copas de la Ira, 7 trompetas, etc.).
Las Palabras de Jesús van mucho más allá de una operación aritmética, las palabras de Jesús van con un énfasis de perdonar por completo al ofensor, de la misma manera que Dios nos a perdonado a nosotros.
Muchos creyentes no pueden avanzar en su cristianismo, simplemente porque están detenidos a causa de la falta de perdón por otros.
La manifestación viva de Cristo en nosotros es el perdón verdadero
La manifestación viva de Cristo en nosotros es el perdón verdadero
Ef 4:31 Quítense de vosotros (esto es una acción directa de nuestra parte, queremos que Dios nos lo quiete, y que nosotros no hagamos nada) toda, amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
La falta de perdón en el corazón provoca en que nuestra vida se llene de amargura (por eso hay tanto cristiano frustrado, resentido contra otros, su esposo/a, hijos otros hermanos, amistades, jefes, etc.).
La falta de perdón en nuestra vida genera ira y enojo (Cualquier asunto no resulto y perdonado con alguna persona, provocara en usted con la más mínima cosas una reacción de ira y enojo contra quien le ofendió).
La falta de perdón permite que veneno de la amargura, la ira y el enojo envenenen nuestros corazones contra otros.
No debería ser así, pero la realidad es que muchos cristianos viven el día hoy amargados, airados, maldiciendo a otros simplemente porque no quieren perdonar, por eso su cristianismo no avanza.
La falta de perdón es un sinónimo de inmadurez.
Los niños son inmaduros por naturaleza y se ofenden con facilidad, uno los regaña o los castiga y se enojan y no quieren perdonar. (pero después se les pasa y andan como si nada)
Ef 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Un Cristiano maduro tiene claro el precio que Cristo pago por el en la cruz, entiendo el valor del perdón que recibió, y por lo tanto esta dispuesto a darlo a otros de la misma forma en la que Cristo lo perdono a él.
Sin embargo muchos creyentes oran fervientemente porque sus pecados les sean perdonados de parte de Dios pero ellos mismo no están dispuestos a perdonar a otros.
A lo largo del NT vemos que la enseñanza del Señor es complemente contraria a este pensamiento. El que no este dispuesto a perdonar a sus semejantes, no puede esperar que Dios le perdone a el.
Debemos cultivar el habito del perdón en nuestra vida
Debemos cultivar el habito del perdón en nuestra vida
Una de las cosas que Jesús enseño es que pidamos al Señor que nos perdone de nuestros pecados, de la forma como nosotros perdonamos a quienes fallan contra nosotros.
Mt 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
El Ofensor se convierte para nosotros en un deudor, es decir alguien que ha contraído una obligación, una deuda.
Las deudas sin lugar a duda alguien las tienen que cubrir, alguien tiene que pagarlas de no hacerlo, entonces se exige una acción de justicia para recobrar lo perdido.
Nosotros teníamos una deuda con la justicia perfecta de Dios, que fue pagada en la persona de Cristo, es por ellos que somos deudores a el, por medio de su muerte el pago la deuda que nosotros teníamos contra Dios y el nos perdono.
Dios demanda que nuestra conducta sea el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús,
Mt 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
El Perdón de Dios va de la mano con el perdón entre los hombres.
Ninguna ofensa hecha por alguna persona esta imposibilitada de recibir perdón en comparación con el tamaño de las ofensa que teníamos nosotros contra Dios.
Para ilustrarlo más clara y gráfica, el Señor enseño a Pedro y a los que le oían por medio de una parábola el valor del perdón divino y al mismo tiempo la importancia del perdón entre los hombres.
Los dos deudores
Mt 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Un talento equivalía a 6,000 denarios, un denario era el salario de un jornalero por un día. Lo que quiere decir que un jornalero necesitaría cerca de 6,000 días, o el equivalente a 16.4 años para pagar un solo talento.
Entonces si debía 10,000 talentos, entonces tenía una deuda de 60,000,000 millones de denarios o 60 millones de días, es decir que si tuviera una vida promedio de 60 años, le tomaría, 1,000,000 de vidas de 60 años para pagar la deuda. ¡¡¡IMPOSIBLE!!!!
No había forma posible que este hombre pudiera pagar la deuda que había contraído.
Mt 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. (Ni con el trabajo de su esposa y sus hijos, ni con todas su posesiones este hombre podía pagar la deuda, 1 millón de vidas para pagar)
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Este hombre ni siquiera tenía una clara dimensión de su problema “ten paciencia y yo te lo pagare todo”, no estaba verdaderamente consiente que por generaciones estaría el y sus descendientes condenados a pagar esta deuda sin poder acabar nunca con ella.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Aquel buen Señor, sabía todo lo que se le debía, sabía que las palabras de aquel hombre era solamente un recurso para intentar encontrar misericordia, era un grito desesperado de angustia que movió su corazón a misericordia.
Imagínate que te llaman del banco y te dicen “señor usted ya no nos debe nada”, ya no tienes que trabajar 3 turnos, ni poner a trabajar a tus hijos y esposa y a todos tus descendientes, ahora eres libre, que descanso.
Así de ese tamaño es la deuda que cada uno de nosotros tiene contraída contra el Señor nuestro Dios, ninguna cosa en nuestra vida, ninguna de nuestras obras, ninguno de nuestros bienes o logros alcanza para ponernos a cuentas con el.
Sin embargo, por increíble que nos parezca, Dios es perdonador en su carácter, misericordioso para con ellos que claman a el suplicando por misericordia. No importa el tamaño o la gravedad o el color de tus pecados si vienes a Cristo en arrepentimiento y fe, el perdona nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad” 1 Jn 1:9
Un Aplauso al Señor por su misericordia.
Mt 18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
1 Denario = día de trabajo, es decir la deuda que el consiervo tenía era una deuda que se podía pagar en 100 días, menos de un año, una deuda totalmente pagable.
Sin embargo, al parecer que al gran deudor se le olvido toda la misericordía que apenas hace poco había recibido sobre sí. Simplemente el sentía que la deuda tenía que ser saldada inmediatamente.
Y alguno cristianos son así, exactamente como este siervo, han recibido un perdón infinito y eterno de sus pecados, pero simplemente no pueden olvidar la pequeña ofensa que les hicieron.
No puedes perdonar a tu esposo porque antes de conocer al Señor era borracho, y te ofendió, no puedes perdonar a tu esposa porque tiene un mal genio y te grito en 1492, no puedes perdonar a quien te miro feo o no te saludo en la asamblea, etc.
Mt 18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
El consiervo uso las mismas palabras de súplica, ruego, solicitando misericordia que el siervo deudor había utilizado “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré todo”
Solo había que esperar un pequeño tiempo, la deuda era totalmente pagable, era el salario de menos un año, si este siervo hubiera trabajado en dos trabajos recibiría quizá 2 denario y podría en en transcurso de un año pagar la deuda.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
Sin embargo vemos que el siervo perdonado “No quiso”, entonces entendemos que el perdón es un acto de la voluntad.
Algunos oran diciendo Señor ayúdame a perdonar a Fulanito, dame el poder para perdonar a Sutanito, pero eso no es bíblico.
Si la naturaleza de Dios habita en nosotros, nos a capacitado y a dado el poder para perdonar a otros que nos han ofendido.
El perdón debe ser parte de la vestidura del Cristiano
El perdón debe ser parte de la vestidura del Cristiano
Col 3:12 Vestíos (Es un verbo imperativo que implica ponerse algo), pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
Un corazón que perdona toma una acción dinámica de responder con perdón ante la ofensa. El Perdón debe formar parte indispensable del vestir del Cristiano.
Un corazón que perdona al ofensor tiene compasión (entrañable misericordia), es bondadoso, gentil y paciente.
Col 3:13 soportándoos unos a otros (Sean comprensivos con las faltas de los demás; a veces queremos toda la comprensión para nosotros, pero no estamos dispuestos a otorgarla a los demás), y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
(Tienes queja contra otros, esposos/as, hijos, vecinos, jefes, hermanos en la asamblea; perdónales, así como Cristo te ha perdonado)
El Señor no se esta quejando con el Padre ni con ES, tampoco nos está hechando en cara cada vez que venimos a el las ofensas pasadas, o nos rechaza o nos niega su perdón.
¿Porque entonces nosotros somos tan duros de corazón para otorgar el perdón a otros?
Tenemos la misma actitud del siervo que fue perdonad, no perdonamos al ofensor y lo echamos en la cárcel.
La Falta de perdón se convierte en una prisión, para el ofensor, pero también para ofendido, porque no puedes andar con libertad, el ofensor se esconde, no se puede acercar, no puede hablar o lo evita para no ser juzgado, pero el ofendido tampoco es libre, porque donde se encuentra al ofensor las cadenas amargura que le atan contra el se hacen presentes.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
La falta de perdón ocasiona tristeza y desanimo en quienes rodean al ofendido.
Cuando hay falta de perdón en el hogar entre los esposos, los hijos lo recienten. Cuando hay falta de perdón entre los padres y los hijos la atmósfera en el hogar se siente difícil; cuando hay falta de perdón entre los hermanos de la asamblea el ES no mora ahí.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
La deuda era impagable, sin embargo en un acto de misericordía y compasión de este generoso señor perdono todo, solo porque quien necesitaba de misericordia rogó por ella.
Este reproche es el mismo que el Señor Jesús nos hace a cada uno de nosotros.
¿De que tamaño es la ofensa de esa persona para no perdonarla?,
¿Es tan grande como la que tu tenías con Cristo antes de que el te perdonará?
Es que no puedo perdonar ¿No puedes perdonar, o no quieres hacerlo?, es acaso entonces que tú eres más justo/a que Dios como para retener el perdón hacía otros?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. (Es decir lo hecho en la cárcel) 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
La falta de perdón en el corazón nos mantienen aprisionado, encadenados al pecado, nos aleja de la comunión con Cristo y con los demás, encarcela el alma en oscuridad e incluso trae sequedad a los huesos.
Muchas de las enfermedades en el cuerpo humano esta dicho por los médico son producidas por la falta de perdón.
El perdón trae sanidad
El perdón trae sanidad
Stg 5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Una oración eficaz es aquella que esta libre de la amargura, una oración que confiesa sus pecados al Señor en búsqueda de perdón pero que también confiesa las ofensas hechas a otros para perdonar y ser perdonado.
La venida de Cristo a la tierra nos muestra el carácter misericordioso y perdonador de Dios por los pecadores, en ella recibimos el regalo del perdón de Pecados y la reconciliación con Dios.
Sin duda alguna esta época es una oportunidad que el Señor nos otorga para compartir con otros el regalo precioso del Perdón de Dios por nosotros, pero también del perdón hacía los demás.