Efesios 6.10-13 (2)
La guerra que no se ve
I.E.
I.H
Contexto
1. Fortaleciendose en el Señor
“Sed fuertes” (ἐνδυναμοῦσθε) se debería interpretar como una voz pasiva, resaltando la idea de recibir fuerza de una fuente externa (como la mayoría de los intérpretes sostienen), aunque muchos lo han considerado una voz media con significado reflexivo (“fortaleceos”).5 No obstante, como es imperativo, implica deseo y acción por parte de los oyentes de buscar a Dios y presentarse ante él para que les llene con su poder.
2. Revistiendose con la armadura de Dios
El tiempo aoristo del imperativo no debería malinterpretarse como una acción única en el tiempo. El contexto sugiere que ese armarse debería hacerse de forma habitual.
Trata de ofrecer a sus lectores una imagen de un soldado totalmente equipado y no la de una persona con unas cuantas armas.
Algunos intérpretes han entendido que esta palabra significa que el propósito de la armadura es sólo defensivo. En otras palabras, Pablo sabe que los creyentes están siendo atacados, y simplemente necesitan permanecer firmes en su sitio y no caer ni retroceder. No obstante, esta forma de entender el término es demasiado restrictiva y necesita ser ampliada para incluir una dimensión ofensiva en la guerra.
El griego utilizado aquí no implica necesariamente solo una resistencia defensiva ante el ataque; se puede utilizar para hablar de una actitud de ataque en contra de sus oponentes
Si esto era lo que tenía en mente Pablo, ambas imágenes se combinan para expresar la noción de combate cuerpo a cuerpo que es cercana, difícil, y agotadora.
La preparación para la batalla no se realiza cuando ésta ha empezado, sino mucho antes. Con el participio temporal “una vez hayáis preparado todo” (κατεργασάμενοι), Pablo indica que una significativa parte de tiempo y esfuerzo se emplea en prepararse bien para los ataques inevitables
Así, es mejor ponerse del lado de la mayoría de los comentaristas respecto de este tema y considerar que el participio expresa la idea de hacer todos los preparativos necesarios antes de que la lucha se produzca. En otras palabras, debido a la certeza de que los creyentes tendrán que enfrentarse a ataques demoníacos concertados en distintos intervalos de tiempo a lo largo de sus vidas en la presente era maligna, es imperativo madurar en el conocimiento profundo de los dones de Dios y cultivar las prácticas esenciales para depender del poder sin igual de Dios