Navidad es Confiar 4
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Navidad es Confiar 4
¿Qué pensarías si el dueño de la casa o local que rentas te manda una nota diciendo que te la quiere regalar? Si eres como yo, quizá pensarías ¿y qué quiere a cambio? O lo rechazarías por miedo o por orgullo.
Hay un paralelo espiritual, nuestra lucha con el mensaje de la Navidad, en que Dios te ofrece el regalo de la relación con ÉL, nos ofrece perdón y aún así, por años hemos querido ganarlo, comprarlo, sobornarlo, como diciéndole que si nos acepta es por algo que hemos hecho. El mensaje de la navidad es el perdón, la salvación y relación con Dios como un regalo ¡no se compra, sólo se acepta!
Pero insistimos en querer hacer actos como pago para merecer Su amor: ayudé a mis vecinos, hice méritos. Y Dios nos dice: ¡no está a la venta, renta, intercambio! Es gratis ¿lo recibes o no? Pensar que Dios me acepta a pesar de lo que he hecho, es difícil de creer y decides pensar que tú de-bes-ha-cer-al-go.
A veces el mensaje de la navidad se nos escapa, pensamos que Dios bueno, santo, perfecto, está buscando personas buenas, santas, perfectas en la tierra para poder amarlos, así que quiero ser buena persona para que me vea y me ame.
“Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando sus rebaños de ovejas. De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.” (Lucas 2:8–10, NTV)
Cuando Dios llega a tu vida, el temor debe desaparecer, porque son buenas nuevas, ¿para quién? ¿los santos de la iglesia? No ¡para todos! En otras palabras: esta noticia no tiene nada que ver con lo que ustedes hacen, es buena noticia a pesar de todo lo que hemos hecho.
“¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!” (Lucas 2:11, NTV)
Porque no necesitan una 2ª oportunidad, necesitan más que eso, porque es algo serio, por eso necesitas un Salvador.
“Y lo reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela, acostado en un pesebre». De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud —los ejércitos celestiales— que alababan a Dios y decían: «Gloria a Dios en el cielo más alto y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace».” (Lucas 2:12–14, NTV)
Dios se lleva todo el crédito y nos quedamos con Su paz. Cada noche al dormir, cuando fallas, te va mal, te va bien, tienes la oportunidad de ponerte a cuentas con Dios; estamos seguros de esto por el mensaje de Navidad, Navidad es Confiar.
Si no aceptas el mensaje ¡no tendrás paz! Si te portas bien piensas que Dios está feliz contigo, y tendrás algo de paz; te portas mal, te sientes avergonzado, no tienes paz, porque sientes que Dios no te quiere ni ver y no tienes paz ni seguridad.
Al reconocer lo que Dios hizo por ti, entonces, ÉL se lleva la gloria y tu la paz. No se trata de comprar o ganar, la buena nueva es que puedes tener paz, porque ¡Dios te la regala! Te da algo que nadie te ha ofrecido.
“«Gloria a Dios en el cielo más alto y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace». Cuando los ángeles regresaron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos a Belén! Veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos anunció».” (Lucas 2:14–15, NTV)
Dime ¿dónde está el miedo? Al escuchar que son buenas noticias, el miedo se va. Si Dios ha decidido perdonar y aceptarte a pesar de lo que has hecho, y puedes tener una relación con Él, sólo tienes que recibirlo, si esto es verdad ¡son noticias asombrosas!
Siendo honestos ¡no entiendo porque algunos no quieren aceptar a Jesús en su corazón! ¿por qué los que escuchan este mensaje rehúsan seguir a Jesús? ¡no hay mejor oferta! ¿qué esperan? Dios te ama, te da vida eterna, perdona tus pecados y aún así dices: ¡sí, pero no quiero dejar algunas cosas!
Todas las religiones en esencia son: haz lo mejor que puedas, échale ganas, gana puntos, ruega que algo bueno pase, todas las religiones, excepto el cristianismo, el cristianismo te dice exactamente lo que sucederá: te da vida eterna, paga por tus pecados.
Si no tienes una relación con Dios, te pregunto, al menos ¿no te da curiosidad? Quizá tú no has visto vidas cambiadas, milagros, pero ¿no tienes curiosidad intelectual? Porque si esto es verdad, no hay nada mejor, son buenas nuevas asombrosas.
La triste realidad es que muchos quieren pagar, hacer un sacrificio para sentir que ese acto lo pone a cuentas con Dios.
Si Dios vino al mundo por medio de Jesús, murió en la cruz para perdonar tus pecados y quiere darte el regalo del perdón, sin tener que ganarlo, podrás dormir cada noche sabiendo que todo entre tú y Dios ¡está bien! Porque esa relación no se basa en lo que has hecho o no, sino lo que ÉL ha hecho por ti ¡no hay nada mejor! Por eso no puedo entender los argumentos del por qué no son cristianos.
Algunos no quieren ser cristianos porque o no les han explicado bien o han visto a “cristianos” haciendo mal uso y no viven lo que creen.
Quizá lo primero que oíste del cristianismo fue sobre las bestias del apocalipsis, o te dijeron del primer Adán pecó, pero llegó el segundo Adán y trajo vida, ahora ve y comparte a tu familia, y dices ¿cómo voy a compartir algo que no entendí? ¿por qué voy a aceptar algo que no entiendo?
Es peor cuando lo entiendes, y conoces cristianos que te hacen decir ¿para qué quiero ser como él? Soy mejor persona y no soy cristiano. No creo lo que él cree, ni se lo que creo, pero quizá él debe dejar de ser cristiano y unirse a los confundidos espirituales. Quizá hiciste negocios con un cristiano y te defraudó, aun te debe y ahora ¡ni te habla! Pero eso sí, tiene un pez pegado en el coche. Quizá un familiar es líder en una iglesia, súper legalista, pero al llegar a casa, le grita a todo mundo, maltrata a si esposa y por eso no quieres nada del cristianismo.
El problema no es el cristianismo, sólo no te lo explicaron bien o lo viste mal aplicado. Quizá el problema fue un líder, el pastor, un maestro, en quien confiaste solo para ver que se convirtieran en lo que nunca pensaste. Eso te frustró, te desanimó y no estás interesado, sabes ¡eso lo puedo entender perfectamente! Pero eso no tiene nada que ver con el mensaje asombroso de la navidad que cambia las vidas.
Veamos la historia de la navidad narrada por Juan, seguidor de Jesús, que lo vio crucificado, ser puesto en el sepulcro y resucitar; los siguientes 30 0 40 años Juan dio su mensaje, pero no decía lo que creía, sino lo que había visto. ¡Jesús ha resucitado! Nuca cambió su mensaje y lo ponen en una isla hasta morir.
Sabiendo que la muerte esta cerca, escribe lo que vivió con Jesús, 30 años después de la resurrección, ya anciano, escribe un verso muy famoso, es un resumen de la navidad, escrito 30 años después y aún creyendo lo que había visto.
Cuando el Señor Jesús está en la cruz, le hace una petición a Juan, le dice que cuide a su mamá; supongo que algunas tardes platicaron y quizá le preguntó ¿y eso del nacimiento, ángeles y pastores es real? Si alguien sabe la historia del nacimiento fue Juan y escribe esto:
“»Pues Dios amó tanto al mundo...” (Juan 3:16, NTV)
Es su forma de decir: es buena noticia para todos, pues el favor de Dios está con ellos. Dios ¡te ama! Dios Creador de todo nos ama, ¡a todos!
“»...que dio...” (Juan 3:16, NTV)
¿Qué haces cuando amas a alguien? No le vendes ¡le das! En esta época algunos dan regalos a familiares, que ni siquiera les caen bien, pero son familia, con más razón das a quienes amas, porque cuando amas...das. ¿Sabes qué dio Dios?
“»...a su único Hijo...” (Juan 3:16, NTV)
Juan está convencido, por lo que vivió y vio que Jesús el Hijo de Dios nació, dio su vida por nosotros, lo mejor es esto:
“»...para que todo el que...” (Juan 3:16, NTV)
Se porta bien, obedece las leyes, se esfuerza, le llega al precio ¡no! Juan entendió lo siguiente:
“»...crea en él...” (Juan 3:16, NTV)
Juan entendió el mensaje de Jesús, se dio cuenta que Dios dio a Su Hijo y la forma, La manera como recibes este regalo: El Hijo de Dios, no es al hacer, si no al CREER. No es al comprar, sino al creer; la palabra en griego también significa: confiar. Lo recibes al creer, al confiar.
Cuando los hijos se acercan para recibir el regalo, no se lo ganan, sólo lo reciben. Sabemos que, aunque se porten mal, les va a tocar algo. Juan dice: Dios envió a Jesús como un regalo y la manera como recibes este regalo es al poner tu confianza en que Jesús vino como Salvador y al morir en la cruz lo hizo por tu pecado.
“»...no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16, NTV)
¿Qué tendrá? ¡Porque es un regalo! ¿sabes qué es la vida eterna? Es la vida que se perdió en el Edén al pecar. Es tener la vida que te conecta con el Padre y es un regalo para quienes voluntariamente lo reciben al poner su confianza en Dios.
Somos seres espirituales, no somos carne con experiencias espirituales, somos espíritu teniendo una experiencia corpórea.
Vida eterna es el regalo de tener de regreso lo que perdiste al pecar, no porque hayas logrado algo, sino porque Dios decidió dártelo, porque castigó a Jesús en tu lugar, tomó el castigo de tu pecado para que tú no lo tengas que pagar.
¿Cómo superas esto? Algunos quieren pagar con votos, Dios les dice: ¡no está a la venta! Para eso mandé a mi Hijo, sólo recíbelo como Salvador, como un regalo. A esto puedes dar 3 respuestas:
Las primeras 1ª es: querer ganártelo. Algo en ti y en mí nos hace querer ganarlo; diciendo: no soy tan malo, después de todo creo que ya me gané un pedacito de cielo.
La segunda es: aceptarlo. No es algo asombroso que hoy puedes tener la salvación con sólo aceptarlo. No lo quieras comprar, merecer, sólo recíbelo y tendrás paz. Porque tendrás la seguridad que puedes ir a tu Padre celestial, sólo acepta la promesa de su regalo.
La tercera opción es: pensarlo. Es decir: ¡no creo en nada de eso! Quizá eres escéptico y esto es un milagro y no lo puedes aceptar. Es mi oración que, en algún momento de tu vida, conozcas alguien que viva de manera sobre natura y te de curiosidad saber ¿por qué vive así?
Que no te puedas resistir a Su amor, son quienes te aceptan, te aman, te ayudan y eso te haga preguntarte ¿por qué me tratan así? ¿qué hay en ello? Y al ver sus vidas, Dios te de valor de aceptar lo que no puedes explicar, pero no puedes negar.
Oramos que abras tu corazón y le digas: Dios, si eres real, te quiero conocer. Tengo dudas, pero si eres Dios, por favor, revélate en mi vida.
Si a veces dices: quiero hacer algo para que me aceptes, quiero pagar lo que he hecho, confío en ÉL, pero confío más en mi; la Biblia dice: ayúdate que yo te ayudaré, si ese eres tú, el mensaje de la Navidad es: no pondré mi confianza en mí, recibiré el regalo completo y cuando lo hagas entonces tendrás paz y Dios se lleva la gloria.
Si tienes tiempo en la iglesia, pero entiendes el mensaje por primera vez y aceptas Su invitación, tendrás paz. Y haremos lo que hicieron los pastores ¿sabes qué hicieron? Oyeron el mensaje y actuaron; la forma como tu respondes es poner tu fe, tu confianza en Dios, esa es la buena nueva, tu fe en Dios como tu Salvador personal. INVITACIÓN
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