Queja o Agradecimiento
La Queja
Quejarse: Expresar ingratitud o descontento de una forma injustificada
Este año 2020
ACCIÓN DE GRACIAS. Dos palabras hebreas (yāḏāh y tôḏah) y dos palabras griegas (eucharisteuō y eucharistia) son los términos principales para expresar la «acción de gracias». En Mateo 11:25 se usa además exomologeō. Esta presentación tratará exclusivamente con palabras del NT.
Nuestro Señor expresó su agradecimiento por la comida material (Jn. 6:11, 23), por contestación a la oración (Jn. 11:41), y por el pan de la Cena del Señor (Lc. 22:17, 19; cf. 1 Co. 11:24).
Entre las bendiciones por las que se debe dar gracias se mencionan las siguientes: (1) sanidad (Lc. 17:16); (2) alimento (Jn. 6:11, 23; Hch. 27:35; Ro. 14:6; 1 Co. 10:30; 1 Ti. 4:3, 5.); (3) paz (Hch. 24:2, 5.); (4) preservación de peligros (Hch. 27:35; 28:15).
Pablo expresa frecuentemente sus agradecimientos por las bendiciones dadas a las iglesias. Notamos aquí lo siguiente: (1) proclamación de la fe (Ro. 1:8; Col. 1:3s.; 1 Ts. 1:2; cf. Ef. 1:15s.); (2) gracia otorgada (1 Co. 1:4; 2 Co. 1:11; 4:15); (3) aceptación de la palabra predicada (1 Ts. 2:13); (4) comunión en el progreso del evangelio (Fil. 1:3–5); (5) crecimiento en la gracia (2 Ts. 1:3); (6) conocimiento de la elección (2 Ts. 2:13); (7) bendiciones espirituales (Col. 1:12); (8) liberalidad en la ofrenda (2 Co. 9:11s.); (9) gozo por los convertidos (1 Ts. 3:9).
El apóstol también dio gracias por los beneficios personales tales como: (1) liberación de la esclavitud (Ro. 7:25); (2) la labor sacrificada de otros (Ro. 16:4); (3) la no ejecución de ciertos actos (1 Co. 1:14); (4) los dones otorgados a él (1 Co. 14:18); (5) el crecimiento espiritual de un amigo (Flm. 4s.).
Según sus características, la acción de gracias es aceptable según la voluntad de Dios (1 Ts. 5:18); su negligencia es siempre pecaminosa (Lc. 17:16; Ro. 1:21); será siempre un rasgo dominante de la adoración en el cielo (Ap. 4:9; 7:12; 11:17). Los cristianos deberían agradecer continuamente (1 Co. 1:4; Col. 4:2), bajo cualquier circunstancia (Fil. 4:6), a Dios, por medio de Jesucristo (Col. 3:17), y como un antídoto para el pecado (Ef. 5:4).