Año Nuevo, Vida Nueva

Comenzamos un año nuevo, y con él una nueva vida en Cristo Jesús, con una nueva esperanza y un nuevo y maravilloso amor por Cristo que nace en nuestros corazones.

En este nuevo año cobraremos nuevas fuerzas de lo alto, una nueva y poderosa unción, la sentimos y se está moviendo sobre nuestras cabezas, un río de aguas vivas está fluyendo en nuestro interior, una nueva fe, fuerte, firme y resistente nos mantiene y nos sostendrá en Cristo Jesús.

Y recibimos este nuevo año comenzando de esta manera, con una nueva visión de Dios, renovando nuestro pacto de amor, de consagración, santidad y servicio; miramos este año con nuestros ojos espirituales abiertos, y vemos nuevas esperanzas, experiencias y mayores expectativas.

Leamos la Palabra de Dios en 2 Corintios 5:17 “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! ”

La palabra de Dios nos dice que los que están en Cristo nuevas criaturas son; lo primero que tenemos que tener en claro es que Dios está hablando a todos que hemos sido bautizados en Cristo y somos herederos del reino.

Los que andan conforme a la verdad, (Gálatas 4:6-7), los que se han negado a si mismo para ser instrumentos de honra en las manos de Dios y han tomado su cruz, sin mirar atrás, (Mateo 16:24), los que son capaces de crucificar su carne y sus pasiones mundanas, (Gálatas 5:16-21).

Dios está preparando un ejército de valientes, y tú y yo podemos ser uno de los que están alistados en sus filas.

Nacer a una nueva vida en Cristo Jesús es cambiar, ser transformados y renovados día a día, momento a momento, es morir a la vieja vida conforme en el mundo vivíamos, sometidos al pecado, a los malos deseo, manipulados por las obras y mentiras de Satanás, Colosenses 3:5-7 “5 Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. 6 Por estas cosas viene el castigo de Dios. 7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas.”.

Gloria a Dios, al creer en Jesucristo hemos pasado de muerte a vida, de un reino y un estado a otro, de una manera de vivir a otra, nuestros pensamientos han sido trasformados y nuestra nueva forma de vida es el resultado de esa transformación en Cristo Jesús:

Romanos 12:1-2 “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

¿Por qué decimos que somos nueva criatura?, somos nuevas criaturas en Cristo, porque el Espíritu Santo ha sido derramado en nuestros corazones por la fe en el Hijo de Dios, porque la palabra de Dios a saturado nuestro ser y es ella misma que nos conduce a la verdad y es la luz que nos guía en el camino de la salvación,

Ephesians 4:22–24 NVI

22 Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; 23 ser renovados en la actitud de su mente; 24 y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.

(Efesios 4:22-24); nos dice la palabra de Dios que al nacer de nuevo en Cristo Jesús, las cosas viejas pasaron y he aquí son todas hechas nuevas, (5:17).

Amadas, hemos pasado un año más en Cristo, con alegrías, con tristezas, con altibajos, en conflictos, con dolor, quizás con amargura de alma, con bendiciones, en abundancia o en necesidad, pero esto es lo viejo, el año vivido, pero en este año nuevo hay nuevas y preciosas promesas de Dios para nuestras vidas, y esto es lo que Dios quiere que quede grabado en cada uno de nosotros.

No las cosas que pasaron, sino todas las cosas nuevas que Él tiene para sus hijos, y tome esta palabra como una palabra profética de parte de Dios y verá los resultados de ella al transcurrir este año, el cual terminará en victoria si usted cree, «Para el que cree todo le es posible” Marcos 9:23.

Todo lo que hemos pasado en este año, no ha sido en vano y sin provecho, Dios permitió que pasáramos por manantiales y desiertos para sacar el mayor provecho, madurez, experiencia y rendimiento de cada uno de nosotros, para el propósito para el cual Dios nos ha llamado.

En este año, la bendición de Dios nos alcanzará hasta sobreabundar en todas las cosas en lo espiritual, físico y material, 3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado, en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

Este nuevo año será un año de prosperidad y éxito para todos los que se atreven a creer en Dios y sus promesas, la victoria de todas nuestras batallas no se mostrará en nuestro exterior si primero no se vive en nuestro interior, en nuestros pensamientos.

Una mente negativa produce resultados derrotista, la mente del cristiano debe estar clara en la palabra de Dios, sus pensamientos positivos y su corazón afirmado en sus promesas, un corazón de fe, firme, con sentimientos seguros, sin vacilación ni dudas no será jamás confundido y menos derrotado.

Dios nos iba preparando a cada uno de nosotros como pequeños soldados, pero grandes valientes a través de todo lo vivido este año que hemos transcurrido. Tuvo que hacer de cada uno una vasija nueva, un nuevo odre que pudiera contener el nuevo vino.

Esta nueva y poderosa unción que Dios tiene preparada para ser derramada sobre cada uno de sus hijos, el viejo odre, resquebrajado, sucio, débil, no iba a poder contener Su gloria, la santa, nueva y abundante unción para ser usada en los nuevos planes, proyecto, propósito y visión que Dios ya ha preparado para que ser ejecutado por sus hijos:

Mateo 9:17 “Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente”.

Para todos los que están dispuestos a pagar el precio de la unción, amar a Dios por sobre todas las cosas, obedecer su palabra, dejarse mover y guiar por su Santo Espíritu; grandes y poderosos dones, talentos y ministerios nacerán en este nuevo año.

Los que ya están revestidos de ellos, serán transformados, renovados y multiplicados, la gloria de Dios será manifiesto en ellos, la gloria postrera será mayor que la primera, (Hageo 2: 9), Dios no tardará en cumplir su palabra enviada a través de sus ministros y profetas.

La Palabra de Dios correrá como torrentes de aguas vivas derramándose por las naciones, haciendo conocer la voluntad y los designios de Dios:

“Porque como desciende desde los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá mí vacía, sino hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” Isaías 55: 10-11

Dios está apartando y preparando un ejército para la manifestación de su gloria antes de la manifestación del día glorioso de su venida. Él mismo será a través de ellos, hablando, actuando ejecutando, manifestando todo su poder y su gloria.

Dios está alistando a sus ungidos, ya se está sintiendo su mover, su Santo Espíritu convence a nuestro espíritu de que somos uno de sus escogidos para que su gloria sea manifiesta.

Cada uno de nosotros puede ser parte de este ejército celestial aquí en la tierra, que podamos decir como “…Heme aquí envíame a mí…” Isaías 6:8.

No será en tus fuerzas y tu poder, sino con el poder de su Santo Espíritu, solo debes anhelarlo en tu corazón ser parte de este ejército, obedecerle y estar en su perfecta voluntad.

Para esto es necesario nacer a esta nueva vida en Cristo por la fe en Él, por el poder y Su gracia para servirle en esta nueva y poderosa unción que por Dios será derramada en cada uno de sus hijos verdaderos, por esto, prepárate para sentir, escuchar y ver lo que nunca has sentido ni tus ojos ha visto:

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó. Ni han subido al corazón del hombre. Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios” 1 Corintios 2:9-10.

Tú sentirás en tu espíritu lo que Dios habla a su iglesia y Dios hablará a tu corazón, ponte en sus manos y verás su gloria manifiesta en tu vida.

Solo de los valientes es el reino de los cielos, los que tienen a Cristo en su corazón y Él es el centro de sus vidas; amada, esa nueva vida ha nacido en ti, ya no vives tu, más Cristo vive en ti, (Gálatas 2:20).

Si quieres y anhelas ser parte de este ejército de Dios aquí en la tierra, alístate en sus filas, prepárate para ganar las batallas por venir, sabiendo que su ejército sale a vencer y la victoria ya ha sido entregada, teniendo como único vencedor y salvador a nuestro Señor Jesucristo.

Que Dios derrame de sus más ricas bendiciones en tu vida, y cada uno de los anhelos de tu corazón, y que en este año de gloria, Dios lo cumpla en su perfecta y Divina voluntad.