En medio de la adversidad, Dios sigue reinando con autoridad

Especial de Fin de Año 2020  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  36:20
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Saludo
INTRODUCCIÓN
Las vivencias del 2020, difíciles en términos generales, para unos más difícil que para otros, pero sin duda todos hemos pasado en mayor o menor grado, dificultades que han puesto a prueba nuestra fe.
Pandemia
Muerte
Crisis sanitaria
Crisis social, familiar
Entorno social trastornado
Crisis económica
Crisis laboral
Inundaciones
Pérdidas humanas
Pérdidas materiales
Crisis nacional
Corrupción
Anarquía
Falta de liderazgo
Violencia
Injusticia
Crisis mundial
Pandemia mundial, ahora con nueva cepa
Avance en leyes que van en contra de lo establecido por Dios (Ideología de género, aborto)
Crisis por asuntos raciales
Crisis personales
Decisiones que tomar
Proyectos que parecen no andar
Oraciones que parecen ser no contestadas
Muchos creyentes de forma directa o indirecta padecieron persecuciones (países donde se están aprobando leyes en favor del aborto, ideología de género y matrimonios de personas del mismo sexo)
En general: Incertidumbre, parece que lo malo progresa y lo bueno escasea. La percepción es que los corruptos prosperan y no hay quien haga justicia. Incluso, algunas acciones buenas hay que examinarlas con lupa para comprender su entorno y su trasfondo. Todo apunta para el desaliento, para la intranquilidad, para momentos en que la fe de muchos puede fallar, momentos de falta de respuestas y confusión.
¿Cuál debería ser nuestra respuesta ante este panorama?
Salmo 11 RVR60
Al músico principal. Salmo de David. En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave? Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos. Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.
En este precioso salmo encontramos tres principios fundamentales que nos ayudan, por un lado a entender la realidad de lo que representa vivir en un mundo caído, un mundo dominado por la maldad y el pecado…pero por otro lado, a vivir con la certeza que aun bajo esa realidad, Dios sigue reinando con autoridad, que nada de lo que sucede sale de su control y que todo lo que ocurre, pasa bajo su soberanía y para el cumplimiento de sus propósitos.
Los tres principios que nos muestra este salmo son:
I. El principio de la confianza en Dios (v. 1)
II. El principio de la impiedad humana (v. 2 - 3)
III. El principio de la soberanía de Dios (v. 4 - 7)
¿Qué sabemos de este salmo?
Es un salmo que se le atribuye su autoría al rey David y que es incluido en el grupo de salmos de confianza.
La estructura parece indicar que hay dos perspectivas en cuanto a las circunstancias adversas de la vida, una que tiene que ver con incertidumbre, desesperanza, del avance de la impiedad, una perspectiva que llama a actuar con cobardía porque invita a la huida. Pero una segunda perspectiva habla de esperanza, de que en medio de la incertidumbre, Dios gobierna, probando la fe del justo y preparando la futura destrucción del impío.
Así que tenemos en primer lugar...

I. El principio de la confianza en Dios (Salmo 11.1)

Este salmo comienza con una declaración de confianza de parte del salmista.

A. La confianza estimula buscar a Dios

“En Jehová he confiado” literalmente dice “Busco refugio en Jehová”. Para el salmista Dios es el refugio para todos los que confían en Él. Las personas en la adversidad deberían confiadamente buscar refugio en Jehová de los Ejércitos.
En nuestra casa, como la mayoría de ustedes saben, tenemos muchos gatos…cuando estos andan fuera de la casa, al menor indicio de peligro, buscan de nuevo entrar a la casa ¿Por qué?, porque ellos confían que en ella encontrará refugio. Confían plenamente que las personas que habitamos acá los protegeremos de todo peligro, que aquí encontrarán protección y seguridad.
De la misma forma, en los momentos de incertidumbre, el salmista declaró que su confianza estaba puesta en Dios y por lo tanto su refugio era siempre el Dios de Israel, porque descansaba en la bondad y la misericordia de Dios…él confiaba de que Dios le daba seguridad porque Dios era su escudo.
Salmo 115:11 RVR60
Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Salmo 33:20 RVR60
Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

B. La confianza en Dios disipa todo temor

Debido a esa confianza declarada, el salmista no solo busca refugio en Dios, sino que también rechaza la tentación de dejarse influenciar por el temor y la incertidumbre.
“Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave para evitar el peligro?
David se notaba sorprendido de esa sugerencia, seguramente de gente sin confianza en Dios, desfallecidos y confundidos. Estos aconsejaban a David que escapara hacia las alturas como hace un ave para estar segura. Pero en lugar de hacerles caso, David buscará refugio en el Señor en busca de seguridad, porque su confianza estaba plenamente puesta en Dios.
¿Por qué estos desvalidos espirituales le recomendaban a David huir cual ave?

II. El principio de la impiedad humana (Salmo 11.2-3)

A. Los impíos planean maldad y destrucción (Salmo 11.2)

Esta parte del salmo nos habla de la realidad del los planes malvados de los impíos contra los que confían en Dios y buscan practicar la piedad y la obediencia.
Los impíos son aquí representados por aquellos que se burlan, persiguen y buscan hacer daño a los que confían en Dios.
La descripción que se hace aquí es como que si los malos hubieran salido en manadas a destruir a los justos, a los rectos de corazón.
Las frases “tienden el arco”, “disponen sus saetas sobre la cuerda” habla de manera figurada de como preparaban sus artimañas como se preparaba un arco para lanzar la flecha que provocaría el daño en su objetivo. El objetivo de una flecha era herir a su adversario…el objetivo de los planes impíos era causar el mayor daño posible a los que practicaban la piedad.
Es posible que David estuviera amenazado por un ataque literal, pero es más posible que los arcos y flechas se refieran a calumnias destructivas, como a menudo menciona el libro de Salmos.

B. Los planes de los impíos causan inestabilidad y confusión (Salmo 11.3)

“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo? Los fundamentos se refieren a la ley y el orden que debían basarse en el gobierno de Dios. La maldad, la impiedad, las enfermedades, los fenómenos naturales, pueden sacudir fuertemente los fundamentos de una sociedad entera entregándola a la anarquía…o sacudir los fundamentos de nuestras convicciones espirituales entregándonos a las dudas.
Entonces, la tentación que proponían los desfallecidos se debía al temor que tenían de que la nación se derrumbara. Su perspectiva se basaba en la experiencia humana y era puramente terrenal. Pero la de David era mucho más alta.
Este punto nos enseña la realidad de la impiedad y la maldad humana, y que los que han depositado su confianza en Dios y buscan una vida piadosa, serán objeto del ataque del mundo que rechaza a todo aquello que se relacione con Dios.

III. El principio de la soberanía de Dios (Salmo 11.4-7)

A. Dios está reinando soberanamente (Salmo 11.4)

El verso 4 es la parte medular del salmo e inicia respondiendo a la pregunta con la que se cierra el versículo 3…¿Qué ha de hacer el justo ante la opresión de los impíos?…básicamente…recordar que Dios reina de forma soberana todo el universo.
Aquí David contrastó el problema que había en la tierra con la alta posición que ocupa el Señor en el cielo.
David respondió que los justos debían confiar en la fuente verdadera del gobierno terrenal seguro, y este descansa en la verdad de que Dios está sentado en su Trono gobernando.
Debido a que él está gobernando soberanamente sobre la tierra, “sus ojos ven”, observan todo, y sus párpados examinan cuidadosamente las actividades de los hijos de los hombres. Generalmente, los párpados se contraen cuando se examina algo con cuidado. Esta descripción enfatiza la precisa omnisciencia de Dios. Todo ser humano, justo e impío, está bajo el examen divino de Dios.

B. Dios prueba al justo y rechaza al impío (Salmo 11.5)

El versículo 5 establece un interesante contraste de la forma en que Dios trata el justo (aquél que tiene su confianza el Él) y el impío (El que le rechaza y se rebela contra su autoridad).

1. Al justo prueba, con el propósito de perfeccionar.

El término significa poner a prueba para determinar la naturaleza de algo, incluyendo imperfecciones, defectos u otras cualidades.
Dios no prueba porque él no sepa nuestras fortalezas y debilidades…nos prueba para que nosotros lo sepamos y seamos perfeccionados, dando gracias por nuestras fortalezas y corrigiendo nuestras fallas.

2. Al impío rechaza con propósitos condenatorios.

El impío aquí es definido como el que hace de la maldad su práctica, su forma normal de actuar y que además, ama la violencia, acepta y aplaude cualquier tipo de impiedad.
De estos, se nos dice que su alma los aborrece…de hecho, aborrecer es un término sumamente fuerte…significa odiar.
Cómo…¿Dios odia?…si, Dios odia toda clase de injusticia y odia a todos aquellos que sin arrepentirse, deliberadamente practican y aman toda clase de injusticia.
No es una contradicción a su carácter piadoso y misericordioso, es complementario a este…y mantiene una tensión en equilibrio con su amor…Seguramente voy a pararme en vidrios afilados aquí con esta declaración…y estoy dispuesto en su momento a contestar cualquier duda que esto genere…pero el término “Dios odia el pecado pero ama al pecador” no es de la Biblia…eso lo dijo Gandhi…y hay un problema con esa declaración…no es el pecado que va al infierno, es el pecador. Lo cierto es que el Salmo 11.5 nos enseña que Dios odia (aborrece) al pecador no arrepentido…pero eso no le impide extender a ese aborrecido pecador la oportunidad de reconciliarse con Él…eso es el equilibrio entre el amor de Dios y su odio por el pecado y por el que lo practica.
Salmo 7:11 RVR60
Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.

C. Dios juzgará a los impíos (Salmo 11.6)

Y esta es la explicación de la forma en que Dios expresará su ira final contra los impíos.
Aquí el salmista considera al juicio inminente y certero que vendrá sobre los malos. El Señor hará llover calamidades: fuego, azufre (¿Se acuerdan lo que llovió sobre Sodoma y Gomorra?) también hará caer sobre ellos viento abrasador. Dios puede encargarse del impío en esta vida, pero es más probable que se refiera al juicio de destrucción final donde todo pecador no arrepentido y cuyos pecados no fueron perdonados en la cruz de Cristo serán lanzados al lago de fuego…ese es el destino de todos aquellos que rechazaron la gracia salvadora de Dios por medio de Cristo y se gozaron en su perversidad.
Apocalipsis 20:11–15 RVR60
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

D. Dios es justo (Salmo 11.7)

Su gobierno soberano, su amor por los justos, su odio por los malvados y su juicio sobre ellos se basa en un aspecto fundamental de su carácter, de su naturaleza…y es el hecho de que “Él es justo”.
Todo lo que el Señor hace en su gobierno soberano, lo hace de forma justa, gobierna de acuerdo a su rectitud. Es más, el versículo con el que se cierra el salmo agrega el hecho de que aparte de ser justo, Él ama la justicia.
En su carácter justo, Él ha determinado no solo la destrucción de los impíos; también ha determinado que aquellos que por su fe sus pecados les han sido perdonados y han sido declarados justos, entonces no verán el juicio, sino que “verán el rostro de Dios”…una promesa en la tierra de contar con su favor, una promesa celestial futura de que estarán permanentemente en su presencia.
CONCLUSIÓN
Vivimos en una época en que la impiedad crece día a día de forma alarmante…pero esperada. Estos días pasados se aprobó en Argentina el aborto libre y gratuito sin ningún tipo de restricción…miles de mujeres celebraron con una cumbia llamada “mata bebé” el hecho que se ha legalizado el genocidio de bebés en el vientre de sus madres (Los impíos gozando de su impiedad). En América Latina solo El Salvador, Nicaragua y Honduras son los últimos bastiones pro-vida…pero solo será cuestión de tiempo para que la lucha de la vida por los na nacidos, perdida en casi toda AL llegue a nuestro suelo. Encima del crecimiento desmedido de la impiedad, hemos enfrentado inundaciones, crecimiento de la corrupción política y pandemias. Los impíos prosperan y los perversos celebran. Muchos en este duro año han enfermado, han perdido familiares y bienes…muchos creyentes han enfrentado duras pruebas; pareciera que la confusión y la tribulación nos llama a huir y abandonarnos a nosotros mismos a la desesperación y a la angustia.
Muchos siervos de Dios se ven tentados y hasta aconsejados, a abandonar sus convicciones en medio de las duras pruebas, a desistir de nuestra responsabilidad de evangelizar y de anunciar de que Dios sigue en su trono reinando y que pronto derramará su ira contra toda impiedad e injusticia.
Pero lo cierto es que en todo esto…Dios sigue gobernando en su Trono y todo se hace de acuerdo a sus propósitos y voluntad. En cada caso de forma individual, en la enfermedad, en los desastres naturales, en el aparente progreso de los impíos y alegría de los perversos, Dios está llevando a cabo su plan eterno…está llevando a cabo su voluntad irresistible. Dios ejerce su soberanía sobre todas estas circunstancias en armonía a todos sus atributos y perfecciones.
El creyente es probado para que su fe sea fortalecida y sea un fiel testimonio de la gloria y fidelidad de Dios…los impíos parecen prosperar, pero no saben que son aborrecidos de Dios y que el juicio que se viene sobre ellos será implacable…se les dará retribución de acuerdo a la medida de su impiedad. Su destrucción será completa. Cuando el desánimo venga porque percibamos que el impío prospera y los perversos celebran, recordemos Salmo 11.6 y Apocalipsis 20.11-15 para nuestro consuelo y confianza.
¿Cómo debemos responder los creyentes a esta verdad?…confiando plenamente en Dios, creyendo verdaderamente que el está en su Trono gobernando sobre todo y sobre todos. Cuando las fuerzas nos abandonen, cuando la duda debilite nuestra fe…recordemos que Dios reina…antes, ahora y en el futuro.
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